Capítulo 57

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Capítulo dedicado a: AreSaenz, KLRF7381, -MinamotoDay- Dinora36541137, EyesOfTheButterfly, holow-san, valeska027, Dalila2711, Danaviaxkaname, Hinatachan444, Lunadedolor, YesyDarkness, Gameends123, Dranadeshio1, Nana170307, user62944580, Yusleidys8509, fantasia104, rachidahammoud, azazaza708, LiethHuertas, MarySaavedraReyes, DulceMargarkitaTorres, mayanfatimamoralesh6, ChroneliaCid, ach1102, YohamnaRodriguez20, DarknesFanCreepsy, Syreydirs, Dnelisa_Tovar_Mota, Stacia_Synthesis_One, Mini_Yuri quienes votaron el capítulo anterior ¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!! 💕💕💕💕💕

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—¡Naraku! —gritó Inuyasha al mismo tiempo que lanzaba su viento cortante hacia el demonio, que con una sonrisa miraba el último fragmento que tenia en la mano. El ataque rebotó en su campo de energía. A lo lejos mas sonidos comenzaron a oírse, pero sin duda, el que mas fuerte se escuchó a los oídos de Kagome era el jadeo de su amiga al ver el cadáver de su hermano tendido en el suelo.

Le había fallado. Le había dicho que su hermano no moriría, y sin embargo ahí estaba él tendido en el piso, viendo a la nada con unos ojos carentes de vida.

—Kikyo, encárgate de ellos —ordenó Naraku mientras se giraba para marcharse de ahí todavía con aquella sonrisa arrogante en los labios.

—Tu no iras a ningún lado, maldito —gritó Inuyasha al mismo tiempo que levantaba su espada y volvía a preparase para lanzar otro ataque.

No obstante, antes de que pudiera lanzarlo, la espada perdió su trasformación cuando una flecha rosada golpeó a colmillo de acero. Inuyasha enseguida volteó, y entonces la vio, a ella, a quien una vez amó con todo su ser, lista para lanzar otra flecha.

Los recuerdos inundaron su cabeza; esa posición, esa mirada, todo era tan igual a aquel día que esa misma mujer frente a él lo sellaba en un árbol por mas de cincuenta años.

Pero Kikyo desvió su mirada, y todavía con aquella posición lanzó la flecha a Kagome que todavía estaba en shock viendo a su amiga llorar sobre el cuerpo inerte de su hermano.

—¡Kagome! —gritó Inuyasha que comenzaba a correr hacía ella, pero la distancia era grande, y la flecha atravesaba con suma rapidez el espacio entre las sacerdotisas.

Cuando una mano detuvo la flecha a pesar del gran daño provocado por los poderes purificadores de Kikyo, Inuyasha agradeció que él estuviera ahí, protegiéndola como él jamás lo haría.

Con ceño fruncido, Kaname rompió la flecha en su mano y dio un paso hacia Kikyo. Al mismo tiempo, el cañón de una arma fue colocada en la cabeza de la sacerdotisa. Kikyo miró por encima de su hombro, ahí estaba aquel hombre de cabellos plateados, la pareja de Sesshomaru. Aquello solo confirmaba lo que había imaginado: ellos ya habían regresado a sus cuerpos. Con la mirada cotejó su entorno, y a pesar de que el monje abrazaba a la exterminadora que lloraba inconsolable junto al cuerpo de Kohaku, mas allá estaba Sesshomaru mirándola desafiante y listo para atacar si ella lo hacía antes. A su izquierda, habían dos hombres más, a ellos no los había visto, pero con solo mirarlos pudo darse cuenta que ellos al igual que Zero y Kaname despedía una aura oscura; y entre los arboles había otra presencia mas, una igual que la de ellos.

¿Qué ventaja tendría si atacaba cuando Naraku se había desvanecido en el aire dejándola ahí sola?

No importaba. Si aquello era tan solo era una oportunidad la aprovecharía solo para destruirla a ella, a él.

Levantó las manos en señal de paz pero sin dejar de apretar el arco en una de sus manos y la flecha en la otra.  Zero miró a Kaname sobre la cabeza de la sacerdotisa, como preguntándole silenciosamente si aquel gesto era suficiente para bajar el arma. Y solo necesitó eso, ese pequeña distracción para que rápidamente Kikyo lanzara la flecha hacía Kagome. Sin embargo, pese a lo que la sacerdotisa hubiera pensado, fue un muro de hielo la que esta vez la detuvo al mismo tiempo que un dolor insoportable atravesó su abdomen.

El deseo que me llevó a ti (Inuyasha x Vampire Knigth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora