Un mismo deseo, un mismo destino.
Después de que Kagome viera a Inuyasha con Kikyo y Zero se enterara de que esos vampiros que tanto daño le causaron regresarían a la academia Cross, ambos piden un deseo, sin imaginar que este cambiaría su mundo y l...
Zero tenía que estar soñando, pero el frio del suelo que se extendía a todo su cuerpo le hacia difícil tomarlo como un sueño, pero ¿si eso no era un sueño?, ¿Qué era?
Ichiru poco a poco se fue incorporando, primero vio a la mujer que tenia frente a el, después aquel sujeto que vestía de una forma... extravagante y extraña y cuando volteo, escaneando el lugar donde estaba, la figura que estaba a unos pasos de él opacó a todo lo que tenía a su alrededor. Ya no le importó saber quiénes eran los sujetos frente a él, simplemente se centró en el rostro, tan idéntico al suyo, pero al mismo tiempo tan diferente, el único ser que lo trató con gentileza a parte de Hio Shisuka.
—Ze... Zero —dijo con sorpresa—. No etas muerto ¿verdad?
El miedo lo inundo ¿acaso su sangre no fue suficiente para salvarlo?
Kagome camino hacia el chico, se acuclillo junto a él y tomo sus manos.
—Esto sonara raro, pero yo no soy Zero.
Ichiru se sorprendió aún más al oír esas palabras, había esperado cualquier reacción de su hermano pero que le dijera que no era Zero...
—Escucha, es difícil de explicar, pero ella es Zero —dijo señalando a la mujer que todavía veía a Ichiru como un sueño. Ichiru volteo a verla nuevamente.
—¡Eso... es imposible!
Pero cuando la vio con mas detenimiento lo supo, ella era Zero, no en su cuerpo, pero su esencia, su alma era sin dudas las de su hermano.
—¡Zero! —dijo al fin, lanzándose hacia él, Zero que despertó del trance también abrazo a su hermano.
—¿Como? —preguntó Kaien acercándose, sin creer todavía lo que estaba pasando.
—Tenseiga —respondió Kagome volteando a ver a Sesshomaru que enfundaba la espada— tiene la habilidad de resucitar a los muertos.
Kaien volteo a ver a Sesshomaru, mas sorprendido aún.
—¿Eso es cierto?, ¿tu reviviste a Ichiru? —preguntó Yagari igual de sorprendido.
—No estaba muerto, no del todo.
Sesshomaru se tomó su tiempo para explicarles cual era la habilidad real de tenseiga; matar a los demonios de la muerte era sin duda algo que ninguno imaginaria se tuviera que hacer para traer de regreso a la vida a alguien, pero más les sorprendía que las salvaguardas que utilizaban para proteger a los cuerpos de los cazadores para preservar los cuerpos, hubieran impedido que esos demonios llegaran a Ichiru.
—Cuando no hay demonios alrededor del cuerpo, entonces si está muerto y ni siquiera tenseiga puede hacer algo —concluyó el yokai.
—Gracias –dijo Zero viendo a Sesshomaru—, en verdad gracias—. Repitió con una sonrisa en su rostro.
La satisfacción llenó a Sesshomaru, hasta ese momento no entendía las palabras de su padre: ¿tienes algo que proteger? le había preguntado la última vez que lo vio, en ese entonces era tan inmaduro y no entendido ni aquellas palabras y mucho menos que su padre hubiera muerto por proteger a un humano, pero ahora que veía la sonrisa de su pareja lo entendía. Ahora tenía algo que proteger y lo haría incluso con su vida.
—Disculpen la intromisión —habló una voz en la puerta—, pero si ya terminaron de despedirse, nos llevaremos el cuerpo al crematorio.
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La impaciencia comenzaba a filtrarse por el cuerpo de Kaname, Zero y los demás ya llevaban demasiado tiempo dentro de la asociación, y, para desgracia de él, no podía regresar a averiguar sobre su tardanza. Lo que mas le molestaba era que en ese momento era Sesshomaru quien estaba junto a Zero y no él.
—¿En qué piensas Kaname? —pregunto Takuma a su lado.
Kaname no respondió, simplemente se limitó a observar la enorme puerta del edificio, pero cuando al fin, la cara conocida de Zero salió, pero junto con este la de Ichiru no pudo contener la sorpresa.
No solo Kaname estaba sorprendido al ver ahí a Ichiru, Takuma, y Aidou quienes acompañaban a su rey también estaban sorprendidos al verlo. Hasta donde sabían el gemelo de Zero Kiryuu había muerto al haberle entregado su sangre, cumpliendo así una antigua maldición, pero ahora estaba ahí, vivo, con dificultades para permanecer de pie, pero vivo al final de cuentas.
—Es mejor que nos vallamos —ordenó Yagari cuando el grupo abordo la lujosa limosina que por insistencia de Kaname, los había llevado a la asociación.
Kaname asintió, pero fue Takuma quien ordenó el regreso a la academia Cross, pues Kaname, aunque quería, no podía quitarle la mirada a Ichiru quien acomodaba su cabeza sobre el hombro de la mujer.
Quería preguntar, ¿Qué demonios había sucedido ahí adentro para que Ichiru regresara convida? pero, aunque quisiera saberlo estaba consciente de que no podía preguntarlo.
—Deberías de aceptar la propuesta de Yagari —dijo Zero a Kagome que permanecía con la vista en los edificios y casas que iban quedando atrás.
¿Debería de aceptarlo? se preguntó Kagome, recordando la escusa que Yagari le había dado al presidente de la asociación cuando aquel sujeto que interrumpió tan abruptamente el reencuentro de los hermanos, los llevo ante él para ver con sus propios ojos que Ichiru Kiryuu estaba vivo. La explicación de Yagari fue clara y concisa: Kagome era una prima lejana de los Kiryuu que había demostrado tener aptitudes para convertirse en cazadora, claro que para llegar a eso tenia que someterse a un arduo y duro entrenamiento. Más tarde, Yagari le explicó a ella, que, siendo una sacerdotisa podía convertirse sin problemas en cazadora, y no cualquiera, según él, gracias a sus poderes podía incluso superar a Zero que era considerado un prodigio y el mas poderoso de los cazadores.
—Lo pensare —fue lo único que pudo responder sin apartar la mirada de su exterior.
Los días pasaron sumamente rápido, cuando Kagome y Zero se dieron cuenta, ya era domingo por la noche. Zero y Kagome habían explicado a Kaito y a Ichiru sobre su inusual caso, y como era de suponer ambos estaban completamente sorprendidos por lo que les decían. Los habían puesto al corriente sobre la perla y Naraku, y en los momentos a solas, Zero le conto a su hermano sobre lo vivido con Kaname. Ichiru como era de esperar estaba mas que furioso por saber que su hermano había sido manipulado de una manera tan cruel por el vampiro, pero cuando veía como Zero se comportaba con Sesshomaru, la cálida sonrisa que su hermano tenía con el yokai supo que su corazón estaba sanando y todo gracias a ese sujeto.
Pero esa sonrisa de nuevo tenía que desaparecer. El gran Sesshomaru había estado alejado de sus protegidos por cuatro días. Algo dentro de él le decía que no tenía por qué preocuparse, había visto en más de una ocasión la fuerza que Kohaku comenzaba a manifestar en contra de Naraku, además estaba Jaken que, aunque siempre se quejaba de cuidar a esos humanos insignificantes, él al igual que Sesshomaru les tenia aprecio: no dejaría que nada les ocurriera. Pero no podía confiarse mas, tenia que regresar por lo menos para ver que estaban bien, pero cuando se lo informo a su pareja, deseo no haberlo hecho.
Por más que quería, no podía ocultarlo, Zero estaba triste, toda esa alegría que había experimentado durante esos días se esfumaría, Sesshomaru se iría, y aunque de nuevo tenía a su hermano, su corazón dolía. Esos días había conocido mucho mejor al yokai, le había permitido ver de él una cara que nadie conocía: era cariñosos, atento, pero sobretodo había dejado en claro desde el principio que su prioridad era Zero, y que mejor forma de demostrarlo que alejándose de su tiempo, de sus protegidos, de su vida solo por él.
—No te preocupes por mí —dijo Zero volteando su rostro, incapaz de enfrentarse a esa mirada dorada que comenzaba a hacerle sentir cosas muy poderosas.
Pero Sesshomaru si se preocupaba, durante esos días había visto la rabia que crecía día a día en Kaname cuando los veía juntos, cuando el quería hablar con Zero y este no se lo permitía. Para el yokai no era difícil ver que el vampiro sentía algo por su pareja, pero a diferencia de él, Kaname sentía un amor enfermizo que podía llegar a ser demasiado peligroso.
"ven conmigo" quería decirle, pero no era egoísta, sabia que Zero tenia mucho tiempo que recuperar con su hermano y él no se lo arrebataría.