El deseo que me llevó a ti (Inuyasha x Vampire Knigth)

Capítulo 43

Capítulo dedicado a: Syreydirs, MariaTio471, hollow-san, AdeleyFonseca, FatimaRiveraDelta, ChroneliaCid, fantasia104, ErandiOrozco2, LianaTaliana, LyrethTenebris, Mini_yuri, Hikary11, Lunadedolor, Mayanfatimamoralesh6, YohamnaRodriguez20, AgustinaDiaz599, Yusleidys8509, ClaudiaOsorioPacaya, ach1102, MarySaavedraReyes, Dalila2711, mikuoxmiku, LisethHuertas, JhennyOrtegaCallisay y Nisuqui, quienes votaron el capítulo anterior ¡¡MUCHAS GRACIAS!!

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Ya pasaba de media noche cuando Kagome abrió los ojos y con el cuidado de no hacer ruido, muy lentamente, se fue incorporando. Escaneó la habitación, a su derecha Zero permanecía dormido junto a Rin, Jaken, aunque jamás lo admitiría abiertamente, se había acurrucado junto a la niña y Sesshomaru, este se había sentado a los pies de su pareja donde, Kagome intuyó, se había quedado profundamente dormido.  A su izquierda permanecía Sango y Miroku y en medio de los dos Kohaku. Y casi llegando a la entrada se encontraba, sentado y cruzado de brazos, Inuyasha; y junto a él, Kaname. La anciana Kaede, al ver la cantidad de gente que se quedaría en su hogar, prefirió hospedarse con uno de los aldeanos más cercanos a ella para dejarles un poco más de espacio a sus "invitados". Si, todo parecía en orden, salvo una cosa; Kikyo no estaba. Kagome no le dio importancia atribuyéndolo a que su antecesora estuviera afuera recolectando almas,  y con ese pensamiento en mente, acomodó a Shipoo, que a pesar de saber que ese no era su cuerpo seguía con la costumbre de dormir acurrucado a su lado. Cuando pudo levantarse fue con Kaname a quien movió ligeramente para despertarlo. Este abrió los ojos, sorprendido al ver a Kagome frente a él, iba a preguntar pero Kagome tapó su boca mientras con su otra mano hacia un gesto para que guardara silencio. Kaname volteo a ver a su alrededor, todos, incluyendo Zero, que se encontraba junto a Sesshomaru, estaban profundamente dormidos, o eso era lo que ellos creían.

Kagome le hizo una señal para que Kaname lo siguiera, este obedeció y ambos salieron de la casa.

—¿Que se supone que hacemos aquí? —preguntó Kaname un poco desconcertado cuando notó que ya casi llegaban al pozo.

—Quiero que me entrenes —respondió Kagome como si entrenar a mitad de la noche fuera lo más normal del mundo.

Kaname suspiró.

—Sigues con eso.

Kagome se detuvo y volteó a verlo con una mezcla de dolor e impotencia.

—Si no se trata de Zero, ¿entonces por que no quieres entrenarme?

Kaname nuevamente suspiró, esta vez mas profundamente.

—No quiero hacerte daño —confesó al mismo tiempo que comenzó a caminar hacia ella. Cuando la tuvo frente a él, tomó sus manos y la miró directamente a los ojos, causando en Kagome un ligero sonrojo que no pasó desapercibido por el vampiro—, mi fuerza, mi velocidad…

—y eso precisamente puede hacer la diferencia —dijo Sesshomaru detrás de ellos.

Kaname y Kagome se sobresaltaron y en un movimiento rápido y coordinado voltearon a ver a Sesshomaru que salía de entre la vegetación, detrás de él, Zero.

—¿Por qué quieres que él te entrene? —preguntó Zero con el ceño ligeramente fruncido.

Kagome bajó la mirada sin saber qué tendría que responderle a Zero.

Zero suspiró al notar aquella batalla interna que Kagome tenía. No podía culparla por querer estar cerca del sangre pura, él al igual que los demás vampiros tenían ese algo que hacia que todos a su alrededor quisieran llamar su atención, razón por la que los vampiros eran sumamente peligrosos. Pero él estaba ahí, protegería a Kagome aunque eso significase tener que mantener al vampiro cerca de él.