El deseo que me llevó a ti (Inuyasha x Vampire Knigth)

Capítulo 36

 Siglo XXI:

Kaname llegó lo mas rápido que pudo, pues al enterarse del ataque suscitado a Kagome y su familia no dudó ni un segundo en llegar a su encuentro. Y Yuuki cuando lo vio llegar supo que su plan B no seria tan fácil como había imaginado.

Sus intenciones era esperar a que los cazadores se marcharan de ese lugar, y que cuando los estúpidos humanos se fueran a descansar y bajaran la guardia, ella entraría a la casa a buscar el fragmento. Sin embargo, la llegada de Kaname se lo haría muy difícil.

—No creo que el consejo tuviera algo que ver en esto —dijo Kaname al agacharse y tomar un poco de las cenizas en el suelo—. Esta energía es de… —Kaname apretó la mano, las cenizas resbalaron por la comisura de sus dedos.

—¿No piensas decirnos? —preguntó Yagari detrás de él.

—Esta energía es inestable. Así que Sera difícil dar con el responsable— concluyó Kaname al levantarse.

Yuuki sonrió, estaba segura de que Kaname se había dado cuenta de su energía, pero en el momento en que lo hiso le demostró una vez más que él no dudaría ni un segundo en protegerla. Él la amaba y eso era un claro ejemplo de ese amor.

—Mejor dígame —dijo Kaname después de contemplar el suelo infestado de cenizas— ¿hay mas cazadores en la zona?

Yagari sonrió de lado.

—¿Crees que te lo voy a decir,  maldito chupa sangre?

—Entonces eso es un si —dijo Kaname regresando la mirada a los montículos de cenizas.

—¿Tanto te interesa saber quien hiso esto?, pues entonces déjame decirte. No, no hay mas cazadores en la zona, solo estamos Kaito y yo, y esto que vez, fue obra de una sola persona.

Kaname abrió los ojos con sorpresa y volteo a ver a Yagari, ¿Qué clase de persona o cazador tendría la fuerza suficiente para terminar con tantos nivel E de una sola jugada? Pero para Kaname no fue difícil averiguarlo pues en un pasado no muy lejano él mismo lo había presenciado.

—Kagome —dijo y Yagari asintió.

—Esa niña tiene un poder aterrador —dijo Yagari con la vista puesta en la entrada de la casa de los Higurashi, después sonrió, esta vez con entusiasmo— con el entrenamiento adecuado, será el terror de los vampiros.

—E imagino que usted será la que la entrene ¿me equivoco?

Yagari rio por debajo, saco una cajetilla de cigarros y se colocó uno en la boca.

—He tenido suficientes pupilos a mi cargo, creo que esta vez es mejor que la entrene alguien más capacitado que yo.

—¿Más capacitado que usted? —Kaname frunció el ceño— no me diga que quiere que Kiryuu la entrene.

Yagari se encogió de hombros antes de tirar el cigarrillo al piso y apagarlo con el zapato.

—Que bueno que te encuentro, Toga —dijo Naomi acercándose a los hombres, detrás de ella venia Kagome— Kaito me pidió que te dijera que fueras a la parte trasera del templo, al parecer una de las salvaguardas esta rota.

Yagari asintió despacio antes de girarse e ir a donde Naomi le había dicho. Kagome por su parte se sorprendió al escuchar a su madre hablarle al maestro de Zero con tanta familiaridad.

—Parece que ustedes tienen mucho de que hablar —dijo Naomi al percatarse de la mirada de su hija— aprovechen el tiempo, no creo que a Yagari y a Kaito les tome mucho tiempo para arreglar las cosas.

Y diciendo aquello, Naomi regreso a la casa.

—Dime que si vas a seguir entrenándome —dijo Kagome sin apartar la mirada de su madre.