—¿señorita Kagome? —dijo Miroku sorprendido al verla entrar a la casa de la anciana Kaede. ¿pero cómo no estar sorprendido si esa mujer que entraba no se parecía en nada a su amiga? Si, tenía el mismo rostro, pero algo la hacía lucir diferente y no era precisamente la vestimenta tan diferente a la que comúnmente usaba (un enterizo de manga larga y de cuero color negro). Al mismo tiempo un pequeño Shipoo se lanzaba a los brazos de la chica con gruesas lágrimas en los ojos.
—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó Zero al ver a su antepasada acostada en el futón. A pesar de no tener heridas visibles, el sudor que empapaba su frente le hizo darse cuenta que estaba envenenada.
—Naraku —contesto Inuyasha detrás de él.
—¿puede curarla? —preguntó Miroku bajando la mirada, triste y desolada, a Sango.
—eso espero. No se que tan útil sea la medicina que traigo para contra restar el veneno de un demonio como Naraku.
Zero no perdió tiempo, en especial al saber que Sango ya tenía dos días en esas condiciones. Y poco apoco fue suministrando el medicamente que Kagome había puesto en su mochila.
“valla, si que Kagome ha previsto todo” pensó Zero al encontrar entre todos los francos y cajas un ungüento con un fuerte antibiótico que comenzó a colocar en la herida, la responsable de que Sango estuviera así, que tenía en el abdomen.
—ya está —dijo Zero volviendo a cubrir el cuerpo de Sango —he hecho todo lo que he podido, solo falta esperar a que su cuerpo reaccione.
Zero al igual que Miroku permaneció cerca de Sango, colocó fomentos de agua fría para bajar la fiebre, y se mantuvo despierto durante la mayor parte de la noche mientras Miroku y Shipoo descansaban un poco.
—¿puedo saber por que te fuiste? —preguntó Inuyasha, en medio de la noche
—fue por Kikyo —respondió Zero mientras cambiaba el fomento casi seco de la frente de Sango.
Inuyasha bajó la mirada, “entonces si fue por ella” pensó apretando los labios.
—pensé que entenderías, —dijo después de salir de la impresión que aquellas palabras habían causado en él— tu mejor que nadie conoce nuestra historia. —levantó la mirada y observo a Kagome que continuaba sin apartar la mirada de su amiga.— sabes que te quiero, pero lo que Kikyo y yo tenemos...
—no fue por eso que me fui —dijo Zero volteando a ver a Inuyasha. —Kikyo fue la que me empujo por el pozo, argumentando que tu ya no me necesitabas, que ella era suficiente para buscar el último fragmento. —Zero se encogió de hombros y regreso la mirada a Sango—. Fue egoísta, lo se, pero que querías que hiciera, estaba en mi época con mi familia y con las comodidades que aquí no tengo. Pensé, que si Kikyo tenía razón, yo podría regresar a mi vida.
Inuyasha que miraba a Kagome atónito, se levantó furioso.
—¡mientes! Kikyo no pudo haber echo eso. ¡Ella no haría tal cosa! Y aunque así hubiera sido, no tenias ningún derecho de dejarnos, de dejarlos a ellos. Si no te hubieras ido, esto —dijo señalando a Sango —jamás hubiera pasado.
—¿Por qué no hablas con claridad —preguntó Zero ya molesto— a tí no te importó que me fuera, lo único que querías es que yo estuviera aquí, cuidando a Sango, Miroku y Shipoo para que tu pudieras disfrutar de la vida con ella.
Inuyasha quedó en completo shock, después rio.
—!o tal vez no quería que te marcharas por que de verdad me importas! —Inuyasha dio media vuelta y se dirigió a la puerta —después de todo ¿Cómo podrías cuidarlos, si ni siquiera puedes cuidarte tu sola?
Cuando Inuyasha atravesó la puerta, las palabras de Kagome lo golpearon con fuerza “fue por Kikyo”. Eso no podía ser cierto Kikyo no sería capaz de hacer semejante cosa. Además, ¿Cómo confiar en Kagome si ella misma había dejado en claro que en su época estaba mucho mejor que ahí? Eso y sumándole que se estaba comportando extraña.
Lo había notado desde ese mismo instante, desde que sus miradas se unieron en el patio de su casa. El brillo que Kagome siempre tenia en su mirada había desaparecido y la falta de emoción al verlo… “no le importó que Sango estuviera herida, en ese momento solo le importaba él” pensó al recordar cómo corría hacía su primo.
"¿realmente corrió a ayudar a su primo, o corrió hacia ese tal Kuran?"
Inuyasha sacudió la cabeza. Eso era imposible, Kagome no era de esas que se encandilaban con una cara bonita, eso lo había visto en más de una ocasión. Habían conocido, demonios, terratenientes, monjes con la misma belleza de aquel sujeto y Kagome nunca había mostrado esa clase de actitudes
Entonces ¿Por qué? ¿Qué ganaba en decir aquello?, ¿Qué ganaba con comportarse de aquella manera?
Siglo XXI:
dos días después.
—no nada mas Kaname sama ha estado frecuentando el templo —dijo un hombre arrodillado frente a Asato, —los gemelos Kiryuu y el mismo ángel de la muerte también lo han hecho, sin embargo, la chica que nos ha pedido traer, ella no ha aparecido durante estos días.
Asato volteo a ver al presidente de la asociación de cazadores y en sus ojos se formulo una pregunta silenciosa ¿Qué demonios hacían ahí los cazadores?
El presidente lo meditó por un momento.
—hace casi un mes una mujer con las mismas características que busca acompaño a Kiryuu, Yagari y Cross. Ellos la presentaron como una prima lejana de los Kiryuu, lo extraño es… que Kaname-sama también los acompañó.
Asato entorno los ojos, eso solo significaba una cosa, todo lo que Kaname le dijo era una trampa para persuadirlo y que ya no buscara el fragmento. Con lo que no contaba el vampiro era que Asato mandaría a alguien por la sacerdotisa, que según Yuuki, tenía el fragmento. Ahora todo estaba claro para Asato, Kuran Kaname, ese maldito sangre pura estaba por conseguir el fragmento y él…
—señor, Yuuki-sama esta aquí.
—que pase, y ustedes —dijo mirando al presidente de los cazadores y a su informante —déjenme a salas con ella.
Cuando Yuuki entró a la sala, los dos hombres ya habían salido, Asato, ahora de pie miró a Yuuki con el mismo desprecio que no se atrevía a manifestar con Kaname.
—Kaname-sama estuvo aquí hace unos días —dijo como saludo a la vampiresa —me ha pedido entregarle a la persona que me informó del fragmento, argumentando que es mentira su existencia.
Yuuki, al escuchar esto abrió los ojos con sorpresa.
—eso es mentira, él mismo ha visto el fragmento…
Asato levantó la mano haciéndola callar.
—en este momento queda anulado nuestro trato, al menos claro , que sea usted misma la que me entregue el fragmento, de los contrario yo ya no seguiré presionando a Kaname-sama para que se una a usted.
Yuuki se sorprendió aun más.
—¿pero como se atreve a pedirme algo así?
Asato, usando la velocidad propia de un vampiro, ya se encontraba frente a Yuuki sujetándola las mejillas con tanta fuerza que la vampiresa pensó que, si apretaba un poco mas le rompería la mandíbula.
—Kaname-sama me dio tres días, han pasado ya dos, si no me entrega el fragmento en menos de veinticuatro horas, olvidare que es una Kuran y yo mismo la entregare a Kaname-sama.
Asato soltó a Yuuki y dio un paso hacia atrás —veinticuatro horas —dijo enfatizando la palabra antes de girarse y darle la espalda, acción suficiente para que Yuuki entendiera que ese vampiro ya no hablaría con ella.
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El deseo que me llevó a ti (Inuyasha x Vampire Knigth)
RomansaUn mismo deseo, un mismo destino. Después de que Kagome viera a Inuyasha con Kikyo y Zero se enterara de que esos vampiros que tanto daño le causaron regresarían a la academia Cross, ambos piden un deseo, sin imaginar que este cambiaría su mundo y l...