Bajo del Mustang para encontrarme con la escena que nunca quise volver a ver. Un mugriento y oscuro pasillo se veía entre las sombras de la noche. Subo el cuello de mi chaqueta de cuero al tope ya que el frío empieza a calar en mis huesos y a hacer que tiemble. Aunque no sé si tiemblo por el frío o por los nervios de volver a estar aquí.
Mientras camino con paso lento voy fijándome en todos los detalles. Miles de grafitis se alzan en las altas y ensangrentadas paredes. Gente se acumula en las esquinas haciendo pequeños grupos mientras esnifan cocaína o fuman marihuana.
Arrugo la nariz ante el olor a maría, antes la fumaba y ahora no la podía oler o correría el riesgo de querer volver a caer ante ella y eso no era bueno, no ahora que necesitaba estar en mis cinco sentidos para enfrentarme a Romina.
Mientras iba avanzando en el largo pasillo, la luz iba apareciendo en pequeñas grietas del techo haciendo que pudiese ver mejor el camino, aunque ya me lo conociera de memoria. ¿Cuántas veces había pasado por aquí? Niego con la cabeza alejando esos pensamientos de mi mente. Meto mis manos en los bolsillos de la chupa y chuto una piedrecita de mi camino. Pasado pisado, no pienses más en eso, me dice mi voz interior.
Cuando la gente me empieza a reconocer sus caras de horror empiezan a aparecer en sus caras. Muchos de ellos dejan de liar porros para mirarme con los ojos abiertos. Seguro se piensan que soy un puto fantasma. Sonrío mirando hacia delante. Cada vez que muere alguien de la mafia del puente, todo el mundo se entera, y mi "muerte" no pasó desapercibida.
Sé que estoy llegando al sitio principal de debajo del puente cuando las luces empiezan a hacerse más repetidas y la gente va apareciendo en menor cantidad.
-Vaya vaya -sonrío hacia la persona con la voz más grave que jamás he conocido y él me mira con una sonrisa que sería perfecta si no fuera porque algunos de sus dientes se cayeron a base de peleas ilegales-, no creía en los rumores que seguías vivo, esto es todo una sorpresa para mí, Justincito -gruño.
-No me llamo así, idiota -asiente con la cabeza pensativo.
-Sigues teniendo el humor de un perro cascarrabias, amigo -tiende una de sus manos manchadas de grasa y se la estrecho con fuerza-. Oí por ahí que tenías una chica -comentó de golpe y me puse en alerta.
-¿Quién te dijo, Kyler? -se encogió de hombros y dio una calada a su cigarro y me pasó uno, el cual yo acepté con mucho gusto. El humo me relajaba y eso era lo que más necesitaba en ese momento. Con su mechero me lo encendió y continuó-: Romina hace un rato se pasó por aquí -mi cuerpo se puso en alerta y miré para todos lados-. Hey, tranquilo, ella ya se fue -mi ceño se frunce ante la noticia.
-¿Cómo? ¿Ella se fue? -asiente con la cabeza y se rascaba el pelo como si intentara recordar algo que no llegaba a su cabeza.
-Sí, dijo que tenía cosas que preparar, si no recuerdo mal -cogió una botella de cerveza y se la llevó a los labios para después soltar aullido-. Ésa tía cada vez que la veo está más buena, tío. No sé cómo la dejaste escapar.
-Ella es pasado -aspiro el humo que entra en mis pulmones y lo dejo salir por la boca con la cabeza inclinada hacia atrás.
-Ahora que dices pasado... ella me habló sobre eso. Me dijo que nos echaba de menos -sonrió irónico-, pero hacía años que no se pasaba a saludar... y me parece raro que los dos nos vengáis a visitar el mismo día -me apoyo en la pared.
-Tiene a mi novia secuestrada -escupe el trago de cerveza que tenía en su boca y se limpia la boca con la manga medio rota de su camiseta.
-¿Romina? -asiento-. ¿La tímida y buena Rom? -niego con la cabeza con una sonrisa irónica.
-Ella mató a mi tío -mi mandíbula se aprieta y los ojos de Kyler se abren de par en par y su boca no es menos.
-No puedo creerlo... ella parece tan... no sé -sacude la cabeza repetidas veces y me mira directamente a los ojos para ver si miento-. ¿Me estás hablando en serio?
-Claro que sí tío, no mentiría con una cosa como esa. Con mi tío no bromeo.
-Lo siento, hermano -apoya una de sus manos en mi hombro dándome ánimos y sonrío débilmente.
-Está bien, no hay probl... -alguien me interrumpe entrando en la escena desde las sombras.
-Hombre, Justin, cuánto tiempo -habla Roger con asco. Se remanga las mangas dejando ver su brazo izquierdo lleno de tatuajes y su codo derecho rajado de arriba abajo-. No esperábamos tu visita... no después de tantos años.
-La vida da muchas vueltas, ¿verdad? -pregunto de forma irónica y tiro mi cigarrillo ya acabado al suelo y lo piso con la punta de mi zapatilla.
-¿Ya te han dicho las novedades? -pregunta el impresentable de Roger mientras sonríe con ganas. ¿Novedades? ¿De qué habla?
-¿De qué hablas, idiota? -se ríe a carcajada limpia y se acerca un poco más a mí mirándome desde abajo ya que era unos centímetros más bajo.
-Romina dejó un mensaje para ti cuando se pasó por aquí -antes de que pudiese hablar, Kyler me interrumpe con un chasquido de dedos y una exclamación.
-¿Ves? Yo sabía que algo se me olvidaba... -empieza a buscar por los grandes bolsillos de su largo y manchado abrigo-, éste viejo sin memoria no tiene remedio... la edad ya va pasando factura, hijo -suspira mientras sigue inspeccionando todas las partes para encontrar algo.
-Será mejor que te des prisa viejo, o será muy tarde y no llegará a rescatar a su querida novia -dice Roger con una voz de burla. Me acerco a él y lo cojo del cuello de su chaqueta, lo estampo contra la pared y lo levanto.
-Ni te atrevas a mencionar a mi chica, ¿entendido, hijo de puta? -asiente con la cabeza pero de golpe sonríe.
-Yo de ti me soltaría e iría corriendo hacia donde te digan, Romina no tiene mucha paciencia. Hazme caso, yo me la follaba día sí y día también mientras estaba contigo, la conozco bien -mi puño queda clavado en su boca haciendo que salga sangre a chorreones.
-Espero que disfrutaras esos polvos Roger, créeme que me arrepiento de haber estado con esa zorra.
-Dejen de pelear -dice Kyler interrumpiendo nuestra conversación y sacando un sobre blanco del bolsillo interior-. Toma Justin -me la tiende y en seguida la cojo. La abro con manos temblorosas y la leo para mí:
"Descampado del río del sur, nos vemos allí cariño. No olvides venir solo. Puedo jurar que esta vez es verdad, Avery está aquí, conmigo. No tardes."
Arrugo el papel y sin despedirme de nadie salgo corriendo por el camino por el que he llegado pasando ante la gente con una velocidad extrema.
Espero que esta vez Romina no esté jugando.
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La silla eléctrica.
FanfictionMe querían matar, me querían muerto por ser el criminal con más muertes en su expediente. Querían que me fuera directo al infierno por causar tanto dolor. Pero un criminal, también merece una segunda oportunidad ¿no? Al parecer, yo era el único que...