-¿Me veo bien de rubia? -preguntó Avery llegando a mi lado. No se parecía en casi nada a su 'yo' anterior.
-¿Dónde está mi Avery y qué has hecho con ella? -pregunté mirando a Bella que se encontraba detrás de ella con una pequeña sonrisa. Se encogieron de hombros.
-Si quieres que tu Avery siga en casa, será mejor que tomemos precauciones -sonrió Bella mientras admiraba la obra de arte que había creado en la cabeza de mi chica.
Cogí un mechón de su pelo entre mis dedos y estaba sedoso y brillante. Un bonito rubio con pequeñas mechas castañas.
-Te queda bien... -miré sus profundos ojos, ahora de color gris gracias a las lentillas que había escogido Bella -. Todo en ti se ve bien, enana -observé su cara y vi un pequeño lunar encima de su labio, el cual no estaba antes-. ¿También le has puesto un lunar falso? -arqueé una ceja hacia mi amiga, la cual rió.
-Eso fue idea de tu chica Justin, a mí no me mires -miré a Avery, la cual sonreía como si se tratase de un ángel.
-Siempre me ha parecido sexy tener un lunar ahí -se encogió de hombros y fue hacia el espejo más cercano. Admiró su vistoso cambio y sonrió-. Al parecer, mis amigas tenían razón -nos miró a través del cristal mientras yo fruncía el ceño.
-¿En qué? -iba a preguntar, pero Bella se me adelantó.
-Siempre me decían que el rubio me quedaría bien -puso su pelo hacia adelante, haciendo que las extensiones y su pelo natural cayera en cascada por sus pechos-. ¡Me encanta! -se giró hacia Bella y la abrazó-. Muchas gracias, Bell.
-De nada, cariño -sonrió mientras también la abrazaba.
-Ahora bien -dije carraspeando con mi garganta-, déjame disfrutar de mi chica y su cambio de look.
-Intentad no gritar mucho -me guiñó un ojo. Miré a Avery la cual estaba roja como un tomate y le sonreí de lado.
-Tranquila, no te enterarás de que estamos teniendo sexo salvaje -de un momento a otro, Avery estaba a mi lado dándome un codazo en el brazo y Bella riéndose. La rodeé con mi brazo derecho y besé su sien mientras veía como se iba alejando Bell, en dirección a la cocina.
-¿Y bien? -la miré atentamente-. ¿Te gusta el rubio en mí? -sonrió como una niña pequeña y sus dientes como perlas salieron a la luz, haciéndome sonreír en un acto reflejo.
-Me gustas rubia, morena... También creo que me gustarías de pelirroja -Avery se tensó debajo de mi brazo. Era la clase de tíos que siempre la jodían en los buenos momentos-. Lo siento Avery... -me miró con una pequeña sonrisa.
-No pasa nada por hablar de las pelirrojas, Justin.
-Sí, sí que pasa -cogí su mentón-. Pasa si una pelirroja está en busca y captura para matar a mi novia... -besé sus labios-. Perdóname por ser tan imbécil a veces... Solamente estoy empezando a aprender lo que tengo, y lo que no tengo que decir -le dí una pequeña sonrisa y la abracé-. Nunca nadie me prohibió nada Avery, y estoy intentando controlarlo todo, pero toma su tiempo.
-Lo sé Justin -se aferró a mi cintura-. Y lo estás haciendo muy bien, por ahora -rió flojito.
-Espero no joderlo Avery -la abracé a mí-. Y, si te digo la verdad -me separé un poco de ella para mirarla a los ojos-, tengo miedo, miedo de perderte. De que no aguantes toda la presión a la que estamos sometidos y me abandones el día menos esperado... Tengo miedo de que una noche cojas tus cosas y te alejes de mí para siempre... Estoy bien contigo, y no quiero que nada cambie. Ahora mi vida es casi perfecta.
-No pienses en eso Justin -me cogió la cara entre sus suaves manos-. No vale la pena que te martirices con eso, ya que nunca va a pasar. Vas a tener Avery hasta que te aburras -sonrió mientras se ponía de puntillas y besaba mi barbilla.
ESTÁS LEYENDO
La silla eléctrica.
FanfictionMe querían matar, me querían muerto por ser el criminal con más muertes en su expediente. Querían que me fuera directo al infierno por causar tanto dolor. Pero un criminal, también merece una segunda oportunidad ¿no? Al parecer, yo era el único que...