Cuando abrí la puerta, me encontré con una gran sorpresa. No había ni Dios allí. Cuando estaba a punto de cerrar la puerta, un poco más tranquilo, sentí como algo me cogía ambas piernas. Miré hacia abajo y abrí los ojos demasiado viendo lo que tenía agarrado a mis piernas.
-¿Qué mierda?
Allí abajo, cogido de mis piernas, había un niño pequeño. Rubio, con los ojos azules y me llegaba por las rodillas. Miré para ambos lados del gran bosque que nos rodeaba y no había rastro de nadie. Me agaché cuando el pequeño me soltó y me puse enfrente suyo. Cerré la puerta con un movimiento de mano.
-Hey, pequeño, ¿cómo te llamas? -le pregunté.
-Juli, así era como siempre me llamaba mi mamá.
-Y Juli, ¿dónde está tu mamá? -se encogió de hombros.
-Me dijo que iríamos a un lugar mejor. Me trajo hasta aquí y me dijo que corriera hacia aquí sin mirar atrás, que mi papá me daría todo lo que necesitaba.
-¿Tu... qué? ¿Papá? -él asintió-. ¿Y cómo se llama tu mamá?
-Carol.
-Entonces, después de eso, ¿ella desapareció?
-Sí, se fue corriendo... -sus pequeños ojos azules se nublaron por las lágrimas y le acaricié la mejilla.
-No llores ¿sí? -el asintió pero sus pequeñas lágrimas caían de los ojos del rubio-. ¡Ryan! -grité desde mi sitio y enseguida escuché pisadas que bajaban desde el segundo piso. Al verme con el pequeño se paró de golpe. Y ya no tuve dudas, eran idénticos. Ry era su padre.
-¿Qu... quién es él? -preguntó en shock. Seguramente por su fuerte parecido.
-Él es tu hijo, Ryan.
-¿Te... tengo un hijo? -me encogí de hombros.
-¿Recuerdas a alguna Carol? -sus ojos se iluminaron.
-¡¿Carol?! -asentí-. ¿Tu mamá se llama Carol Benavides? -el pequeño asintió avergonzado y Ryan se puso de cuquillas enfrente de él-. ¿Dónde está tu mamá, pequeño?
-Ella... ella se fue... -otras gotas saladas salieron al instante.
-¿Dónde se fue? -preguntó Ryan, secando con su dedo pulgar cada lágrimas que el pequeño derramaba.
-No lo sé... Ella me dijo que mi papá me podría ofrecer lo que ella no podía.
-No entiendo...
-Yo tampoco, sólo sé que dejamos nuestro sitio para vivir y vinimos aquí... -comentó triste.
-¿Y dónde vivíais?
-Mm... Debajo del puente del centro... -a Ryan le cambió la cara.
-Mierda -maldijo y se levantó de golpe-. Tengo que ir a buscarla. ¿Justin, puedes cuidar de...?
-Juli -se presentó el pequeño.
-¿De Juli mientras yo no estoy? Esto es muy importante.
-Claro que sí Ryan, ves.
-Gracias bro, te debo una.
Cogió su cazadora negra y desapareció más rápido que la luz. Y allí, de nuevo me quedé a solas con el pequeño Juli, el cual me miraba expectante.
-¿Te dolió? -dijo señalando uno de mis tatuajes.
-No mucho, soy un tipo fuerte, ¿por qué? ¿Te gustaría tener uno? -él asintió y sonreí-. Quizás, cuando seas mayor enano -el hizo un puchero-. Aunque, puede ser que mañana te traiga una sorpresa, ¿te gustaría? -él asintió contento-. Pero para eso, tienes que dormir ¿sí?
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La silla eléctrica.
FanfictionMe querían matar, me querían muerto por ser el criminal con más muertes en su expediente. Querían que me fuera directo al infierno por causar tanto dolor. Pero un criminal, también merece una segunda oportunidad ¿no? Al parecer, yo era el único que...