-¿Justin? -sentí como una aguda voz me llamaba, intentando sacarme de mi trance de hace un par de minutos-. ¿Pasa algo malo? -cogió mi cara entre sus manos haciéndome mirarla directamente a esos oscuros ojos que me hacían perder la cabeza.
-Tengo que irme -dije sin más, levantándome del sofá. Kenny frunció el ceño y se levantó también. Avery solo me miró desde su asiento con una mueca extraña.
-¿Dónde vas? -dijo con una voz fuerte Kenny, colocó su mano en mi hombro parándome.
-No importa, sólo me tengo que reunir con alguien -mi amigo frunció aún más el ceño.
-Te acompaño -dijo sin pensarlo. Gruñí intentando separarme de él.
-Ni por asomo -dije entre dientes-. Tú te vas a quedar cuidando de Avery y Juli mientras yo voy a ver qué mierda pasó, ¿bien? -sentí como otra persona en la sala se movía. Avery se había levantado del sofá y me enfrentaba con una mirada seria.
-No, él no se va a quedar cuidando de ninguno de los dos porque nosotros vamos a ir contigo -hizo una pausa en la que me permitió gruñir y negar con la cabeza-, y cuando digo todos, es todos Justin Bieber -se cruzó de brazos.
-Por mucho que te enfades, no voy a permitir que expongas tu vida, ni la de Juli, ¡mierda! -me puse enfermo al pensar en la escena que me encontré semanas antes cuando fui a ver por primera vez a Riveira.
-Si nos tiene que pasar algo, nos puede pasar aquí o allí, ¿no lo entiendes? -preguntó entre dientes-. Por mucho que nos quedemos en casa, ella puede entrar, ya lo ha hecho varias veces.
-Avery, no me hagas esto por favor. Hazme caso de una puta vez, quédate en casa tranquila y a salvo, estaré de vuelta cuando menos te lo esperes -sus manos se levantaron hacia arriba con una mueca de desesperación.
-¿Que no entiendes? -mi ceño se frunció no entendiendo a donde quería llegar-. ¡Qué no voy a dejarte solo! Que lo que quieras hacer, lo vas a tener que hacer conmigo, que donde quieras ir, yo iré contigo, ¿tanto cuesta de entrar eso en tu testaruda cabeza? -mi cuerpo se puso tenso.
-No quiero discutir -dirigí mi mirada hacia mi amigo que miraba la escena en silencio-. Cuídalos bien Kenny, y no dejes que Avery haga algo desquiciado -negué con la cabeza imaginándomelo.
-Creo que el único que está a punto de hacer algo desquiciado aquí, eres tú -comentó Kenny, de nuevo, poniendo su mano fuerte y grande en mi hombro-. Cálmate, cuéntanos. ¿Qué pasó para que quieras irte así, de buenas a primeras? -me puse de los nervios.
-No tengo tiempo, es algo urgente... Necesito llegar lo antes posible por favor, dejen los interrogatorios. Nada malo me va a pasar.
-Yo voy a acompañarte -dijo Fredo, hablando por primera vez. Yo asentí conforme, pero Kenny seguía sin soltarme.
-Justin, ¿quién te escribió? -apretó su agarre. Me encogí de hombros y seguido de eso, me solté, poniendo bien de nuevo mi cazadora negra.
-No importa, de verdad -cogí las llaves de mi coche, dispuesto a dirigirme a la puerta de salida cuando alguien apretó de nuevo mi hombro. Me giré fulminando a Kenny, pero no era él. Mi mirada se volvió menos intensa al darme cuenta de que era Avery.
-Justin, déjame acompañarte, por favor -dijo en un susurro.
-¿No entiendes que ella puede estar cerca? ¿Que te puede pegar un tiro entre ceja y ceja? ¿Que te puede matar y yo no puedo hacer nada para salvar tu vida? ¿No entiendes que esté preocupado por eso? -negué con la cabeza y cogí su mano entre las mías, y la besé suavemente donde se encontraba su pulso.
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La silla eléctrica.
FanficMe querían matar, me querían muerto por ser el criminal con más muertes en su expediente. Querían que me fuera directo al infierno por causar tanto dolor. Pero un criminal, también merece una segunda oportunidad ¿no? Al parecer, yo era el único que...