La luz del amanecer entrando por el pequeño agujero sin cristales de la “ventana”, me hizo abrir los ojos.
-Mierda -susurré cubriéndome los ojos.
Sabía que hoy era mi último día de vida así que me levanté para mirar por el agujero. La ciudad estaba a mis pies. Todo el mundo se movía corriendo de un lado para otro hiendo hacia el trabajo. Miré el sol como aparecía por el horizonte y suspiré disfrutando de la última vista que tendría de ello. Agarré los barrotes de la ventana.
-No podrás escapar por ahí, Bieber -dijo una voz de mujer en mi espalda. Me giré y la vi.
-Lo sé, Torres.
-¿Entonces por qué lo intentas? -comentó con una sonrisa.
-No intentaba escapar nena, sólo miraba por última vez el sol -hizo una mueca y abrió mi celda-. ¿Qué? ¿Quieres que ser mi última follada?
-Eres imbécil -dijo con sus ojos ardiendo-. Sólo vengo a decirte que dentro de media hora, estarás en el infierno.
-Sé que eso te gusta.
-No sabes cuánto, Bieber.
-Eres una mala perra, Torres.
-Y tú eres un hijo de puta que acabó con miles de vidas y destrozó miles más, violándolas.
-Disfrutaban, te lo aseguro. La mayoría acabó gimiendo mi nombre.
-No quería saberlo, menos me importa.
-Seguro que en este mismo instante, estarás mojándote las bragas pensando en ti y en mí, una cama y yo encima tuyo, haciéndolo duro, sin compasión -se movió nerviosa en su sitio y yo sonreí, con una erección bastante elevada.
-Eres un cerdo -comentó con hilo de voz.
-Este cerdo te pone como nunca tu puto novio lo podrá hacer.
-Sólo venía a despedirme -bajó la mirada.
-¿Puedes hacerme un favor?
-¿El qué? -subió de nuevo su mirada y clavé nuestros ojos.
-Bésame -ella negó con la cabeza.
-No pienso besarte Bieber.
-¿Por qué? ¿Porque sabes que si me besas harás lo imposible para que no me maten hasta que tengas una noche conmigo? -ella negó con una sonrisa en su cara.
-A parte Justin, ni un milagro te va a poder salvar de esta.
-Me recuerdas a tu maldito novio.
-¿Por qué?
-Porque él me dijo lo mismo anoche -sonreí-. Me da igual, tampoco quiero librarme de la muerte.
-¿Por qué? -volvió a preguntar.
-Porque no tengo nada por lo que vivir -me encogí de hombros y ella asintió con la cabeza.
-Suerte allí arriba -comentó y me tendió la mano-. Un placer haber tenido el placer de cogerte yo -le apreté la mano y la tiré hacia mí y sus pechos se juntaron con mi anatomía.
-Un gusto que hayas sido tú la que me cogiera. Gracias a eso, te veré todos los días -frunció el ceño-. No creas que muerto te dejaré en paz, nena -le susurré-. Te vigilaré y te joderé la vida.
-No creo en los fantasmas.
-Cree en el fantasma de Justin Bieber nena, me verás, te lo aseguro -la tiré lejos de mí.
Me senté en mi cama y ella siguió mirándome.
-Vas a pasar realmente miedo. Y siempre cumplo lo que digo.
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La silla eléctrica.
FanfictionMe querían matar, me querían muerto por ser el criminal con más muertes en su expediente. Querían que me fuera directo al infierno por causar tanto dolor. Pero un criminal, también merece una segunda oportunidad ¿no? Al parecer, yo era el único que...