Ya habían pasado unos cuatro días desde que mis padres me habían quitado mi teléfono y el teléfono de repuesto; por lo que ya estaba planeando como huir, con algo de ayuda de señor Whang
SR. Whang: Joven amo ¿Tiene su pasaporte?
- No, mis padres lo ocultaron, pero creo saber dónde lo tienen.
SR. Whang: No puede regresar a Corea sin eso. Por la noche, durante la cena, ingresaré al estudio de su padre y revisaré un poco.
- No tienes que hacer eso, no quiero que te descubran y te despidan por mi culpa.
SR. Whang: Lo aprecio mucho joven amo, lo conozco desde que nació y sé que siempre ha sido un gran hijo. No merece que lo traten de ese modo.
- Y yo también te aprecio - Lo abrazo - De hecho, mucho más que a mis padres en este momento.
SR. Whang: Sus padres regresarán pronto - Me apartó - Será mejor que no nos vean hablar mucho.
- Quiero darte un abrazo más - lo abrazo.
No podía recordar la última vez que había abrazado a algunos de mis padres, pero cuando abrazaba al señor Whang, podía sentir que abrazaba a mi padre.
- Iré a terminar mis deberes - Suspiro - Mis padres deben estar por llegar y no puedo buscar mi pasaporte así.
SR. Whang: Espere señor - Me entregó un paquete - Es lo que pude conseguir en mis tiempos libres, mi hija me ayudó a comprarlo.
- ¿Qué? ¿Qué es?
SR. Whang: Ya sabe que es - Miró hacia ambos lados - Ahora ocúltelo bien y regrese a su cuarto antes de que alguien lo vea.
- Eres el mejor - Lo abrazo brevemente - Adiós.
Para no levantar las sospechas, caminé de manera ligera y calmada hasta mi habitación y, una vez allí, abrí el paquete.
- Es un teléfono - Salto - Lo sabía, sabía que él me ayudaría.
Sin perder tiempo, encendí el teléfono y comencé a programarlo para llamar a Hanbin. Sin embargo, todo eso llevaba algo de tiempo.
- Necesito hablar con él ahora - Digo de manera impaciente - ¿Por qué no puedo ver a mi esposo?
Después de varios minutos el teléfono ya estaba listo y sin esperar más, llamé a Hanbin.
- No responde - Digo sorprendido - ¿Su teléfono está apagado?
Tenía miedo de que mis padres le hayan hecho algo, pero el único número de teléfono que recordaba era el de él y no podía siquiera llamar a Matthew.
- Le escribiré a Matthew por Instagram.
Cuando quise escribirle a Matthew, me di cuenta de que él tenía sus redes en privado, por lo que le escribí a Ricky.
- Esto no puede estar pasando.
Para calmar mis nervios, mientras que esperaba la respuesta de Ricky, tomé mi violín e intenté tocar.
- ¡No puedo! - Digo molesto - No puedo siquiera sostener bien mi violín.
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