Después de varios días viendo apartamentos y casas, mi esposo y yo seleccionamos tres posibles lugares que nos gustarían para vivir. Aunque aún debíamos hacer muchas cuentas y planear bien cada detalle de la mudanza, la cual queríamos realizar a mediados de noviembre o diciembre.
Zhang Hao: Todavía nos queda un poco más de año de estudio ¿Será correcto alejarnos de la universidad?
- Ya casi no trabajo aquí, dejé varias de mis horas en la cafetería para estudiar y estar al día con mis clases, pero el año siguiente tendré que buscar otro empleo más en la ciudad.
Zhang Hao: Yo también debería hacerlo – Miró su mano – Mi trabajo era tocar en la orquesta, pero ahora que no puedo tocar debería buscar otra cosa.
- No, no tienes que hacer nada. Estás estudiando dos carreras y tienes que sanar – Tomo su mano – Además, tus padres nos dieron mucho dinero y eso nos servirá por un tiempo.
Zhang Hao: Mis padres nos dieron mucho dinero, porque pretenden que vivamos en un lugar muy lujoso y porque no son conscientes de cuanto es mucho o poco.
- Tendremos que regresarles todo en algún momento.
Zhang Hao: No – Dijo con calma.
- ¿No?
Zhang Hao: Es nuestro obsequio de boda, la cual aún tenemos que planear. Tenemos que administrar mejor el dinero que tenemos.
- Realmente no sé qué hacer, ambas familias nos dieron dinero, bueno, la tuya mucho más – Me siento en mi cama – Nunca antes había tenido tanto dinero y entiendo que estamos recién casados y necesitamos muchas cosas, pero sucedió todo tan pronto que...
Zhang Hao: Amor – Tomó mi rostro – No te preocupes por tener mucho dinero y no saber cómo usarlo – Sonrió – Yo ya hice unos cálculos y administré todo.
- ¿Cuándo tuviste tiempo para eso?
Zhang Hao: Lo estuve haciendo durante días en mis momentos libres – Suspiró – Ahora que no puedo tocar, tengo que usar ese tiempo para algo.
- Cariño – Lo abrazo – Tu violín llegará pronto y verás que poco a poco volverás a tocar.
Zhang Hao: Pero dudo que lo haga al mismo nivel que antes.
- Así como yo regresé a bailar, tú volverás a tocar y eso es todo lo que importa. Ya con el tiempo podrás tocar tan bien como antes o incluso mejor – Aprieto su mejilla – Te amo y te acompañaré en todo tu proceso de recuperación, hasta el final.
Zhang Hao: Ya lo sé amor – Se acercó más – No me lo tienes que repetir, porque lo sé bien – Tomó mi mano – Esto es lo que provocas en mi – Puso mi mano en su pecho – No lo olvides nunca.
- Ya lo sé, no tienes que repetirlo – Le respondo – Te amo.
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