I.

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Siempre se ha dicho muchas cosas acerca de la reencarnación, desde que te mueres y naces otra vez, sin tener la menor idea de su vida pasada

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Siempre se ha dicho muchas cosas acerca de la reencarnación, desde que te mueres y naces otra vez, sin tener la menor idea de su vida pasada. Sólo reencarnas con los aprendizajes, y hasta que no los hagas bien, no te vas por completo de la tierra. Es de esas veces que no sabes andar en bicicleta, y hasta que no aprendas no te dejarás de caer.

La reencarnación también es tomar posesión de un cuerpo ajeno, el cual ha muerto, y tienes la oportunidad de hacer tu vida dentro de él otra vez, o volver para restaurar todo el mal que dejaste atrás.

La reencarnación es también fruto del deseo humano de darle explicación a las diferencias de inteligencia, salud, talentos, fortuna, etc. que existen entre seres humanos.

Pasar de un cuerpo a otro suena terrorífico para algunos, y satisfactorio para otros, con la duda de como se sentiría vivir en otro cuerpo, sentir otra piel. Mirar con otros ojos, y vivir en otro lugar. Quizás esa es la satisfacción.

Mientras que para otros abandonar su vida, dejar su pasado, y todo atrás, es algo horrible. Sentirte un alma vieja en un cuerpo joven, un alma incomprendida, que piensa diferente, que siente que no está en su lugar, que no puede convivir entre ese tipo de personas absurdas con pensamientos desequilibrados.

Era abrumador ya no sentirte tu mismo. Era abrumador ya no poder caminar como lo hacías antes, sino que tu cuerpo, tu alma, y tu viajaron por aquel túnel, donde no tienes la posibilidad de mandar más. Donde te llevan a un cuerpo diferente, y más joven.

Esperando que con las experiencias aprendidas, puedas armar un nuevo futuro, o te dé el tiempo suficiente para restaurar uno que otro error.

—Esto es muy triste —comentó Abelard, el tío de Pranpriya—. Ella se veía bien. Ella incluso vino a visitarnos.

—Está en un lugar mejor —musitó Egnes, su tía—. Y ahora con sus padres. Para nadie era un secreto que Pranpriya estaba vieja, y sufría del corazón, Abelard.

—Lo sé, Egnes —el hombre se colocó de pie—. Pero ella no dejó todo solucionado. Ella no podía morir aun.

Para todos los presentes, era igual de dura su perdida. Después de todo, era una mujer increíble, la cual no dudaba ni dos veces en ayudar a quienes eran capaces de demostrarle su fidelidad. Todos estaban llorando y mostrando su pena, pero habían varias personas, específicamente familiares, los cuales sonreían.

Felices de por fin poder tener la fortuna de Pranpriya en sus manos. Seguros de que todo el dinero sería para ellos y de ellos.

Heaven And Back. (jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora