V.

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—Me rehuso a que sea repartida de esa manera la herencia, sin antes hablar con los abogado —discutió Young-Hoon—

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—Me rehuso a que sea repartida de esa manera la herencia, sin antes hablar con los abogado —discutió Young-Hoon—. Mi hermana tenía casas, departamentos y demás en varias locaciones del mundo, no pueden venirme a decir que así será la repartición de los bienes.

—¿Te molesta, primito? —preguntó Kai en aquel tono de burla que le solía caracterizar—. Para nadie es un secreto que Pranpriya te consideraba incapaz de llevar la presidencia de la empresa.

—Mi hermana no tiene ni idea en la clase de arpías que son ustedes, se murió sin poder averiguarlo —escupió el chico—. No estoy de acuerdo con esa repartición, y es que, no ha pasado ni un mes, y ya se mueren por despilfarrar lo que tanto le costó elevar. Son unas lacras.

Seokjin se mofó, —Ya deja de hacerte el santo, te mueres por tomar posesión de ese dinero, sólo que... te la das de muy digno –aquel lanzó los papeles sobre el escritorio de madera—, mejor admite que quieres todo para ti solo.

Young-Hoon se pasó la mano por el pelo, realmente frustrado y sin tener ni la más remota idea que hacer o decir en aquella situación, esperaba con ansias que Rosé llegara, pero mientras iban pasando los minutos, Young-Hoon tenía el presentimiento de que la rubia no se presentaría.

Aquello lo llenaba de impotencia, no sabía que dedo mover, a pesar de que su hermana le dijo que lo integraría en la empresa, lo cierto es que, nunca confío totalmente en él. Y con justa razón, Young-Hoon era un chico algo irresponsable, gastaba a diestra y siniestra el dinero, lo que hizo a Pranpriya desconfiar.

Y confiar más en Kai, un chico el cual le mostró falsa fidelidad a la empresa, veniendo una que otra acción, y una que otra prueba de la empresa para llevarla a bajo, y lo que se vio descubierto después pero jamás supieron quien fue el verdadero culpable.

Y aunque Young-Hoon poco o nada sabe de la empresa, está seguro de que puede aprender y llevar todo a cabo, tal cual lo hacía su hermana, ya que los números estaban bajando. Y si SeokJin o Kai tomaban posesión de todo, nada duraría ni una semana. De eso el chico estaba seguro.

—Por lo único que me muero es porque ustedes se callen la puta boca —vociferó. Kai sonrió con chulería–, son unos embaucadores. Unos hipócritas de lo peor, Pranpriya jamás debió confiar en ustedes.

—Pero lo hizo —aseguró Kai—, lo hizo y mira, tenemos más poder que tú y sabemos más que tú.

—Mi hermana le iba a dejar parte de todo a Rosé. Era su amiga y secretaria de confianza —expuso Young-Hoon, borrándole la sonrisa a ambos chicos—. No se libran. Hay mucho por lo cual pelear, y sé que ustedes están escondiendo algo, y hasta el momento el abogado de mi hermana no ha aparecido, eso me parece muy extraño.

Heaven And Back. (jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora