XLII.

1.5K 171 5
                                    

Yeji estaba frente a frente a la puerta de aquella casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Yeji estaba frente a frente a la puerta de aquella casa. Estaba nerviosa, pero al mismo tiempo, sabía perfectamente que quería hacerlo. Después de todo, sabía que no le quedaba mucho tiempo en la ciudad.

Más bien, quería pasar ese momento con la chica que más la había ayudado. Ella sabía que Ryujin en estos momento debía estar destrozada. Y no se equivocaba en aquel pensamiento.

Le pidió a Jimin que la esperara, y ella entró a paso lento y decidido. Mirando todo a su alrededor, pero al mismo tiempo, restandole importancia y no preocupándose por ello. Había una que otra evidencia sobre una mesa, pero Yeji, siguió caminando.

Hasta estar parada en la segunda planta. Y descubrió que Ryujin se encontraba en una habitación porque de ahí se podían escuchar unos sollozos, y la puerta abierta, lo dejaba como evidencia. Avanzó y entró a aquella puerta, encontrándose con una chica sentada a orillas de la cama, la cual miraba a un punto fijo y por su mejilla rodaban las lágrimas.

Yeji pasó saliva, y permaneció quieta por unos largos segundos. Ryujin estaba tan sumergida en sus pensamientos, que no se percató que Yeji estaba ahí, hasta que la mano de aquella se posó en su hombro. Levantó la mirada, chocándola con la de Yeji.

—¿Qué haces aquí? —se secó con rapidez las lágrimas—. Deberías estar en el hospital después de lo que te ocurrió.

—No puedo estar allí, cuando tu mundo se está derrumbando y no tiene a nadie, Ryujin —comentó—. Prefiero estar aquí.

—No quiero a nadie en estos momentos, no quiero que nadie se burle sólo porque me veo débil —hizo comillas con sus dedos—. Prefiero verte lejos.

—Ryujin, esa no es la forma.

—¡Esa es mi forma! —se colocó de pie—. Es la única forma que tengo.

—Quiero apoyarte, Ryujin.

—¿Por qué?

—Porque tú lo hiciste conmigo en el momento que más lo necesitaba, ¿aun no lo entiendes?

—Claro, es lastima, tranquila, no la necesito. Ya suficiente tengo con el infierno que estoy viviendo —abrió los brazos expresando su dolor—. No quiero que me mires con lastima; no tú.

—Yo no te puedo mirar con lastima, ni aunque lo desee, Ryujin —Yeji dio un paso al frente—. Porque no puedo... no se, pero ahora mismo lo único que quiero unes abrazarte hasta poder curar toda la mierda que estás viviendo y que no te mereces.

El rostro de Ryujin era un mar de lágrimas, un már de emociones que no podía explicar o siquiera dar a demostrar, se estaba hundiendo en lo que era la tormenta que se le avecinaba sin ella merecérselo. Estaba mal, pero no podía negarse la oportunidad que estaba teniendo de que Yeji, se le acercara de aquella manera.

Heaven And Back. (jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora