XVII.

2K 247 25
                                    

Lisa podía ver a toda la familia reunida, desde los padres de Jennie y Jisoo, hasta a Junhui

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lisa podía ver a toda la familia reunida, desde los padres de Jennie y Jisoo, hasta a Junhui. Por lo mismo tomó distancia de la situación, y jaló a Rosé con ella a un lugar donde no las vieran o pudiesen escucharlas. Para así tener la privacidad suficiente para que Rosé le expliqué, que fue lo que ocurrió, sin omitirle algún detalle.

—¿Como que se enteró de todo? —Lisa la miró confusa—. No te entiendo, Rosé.

—Lisa, se enteró de todo, se puso a atar cabos y llegó a la conclusión de que Pranpriya eres tú y de que tú —Rosé se echó el pelo hacia atrás—... me estoy volviendo loca. Yo tengo la culpa de esto, si tan sólo hubieses sido más cuidadosa, Lalisa.

—Rose, cálmate —Lisa levantó las manos—. No se podía hacer mucho, no podemos mandar en las decisiones de los demás. Presentía que algo malo iba a suceder, nada bueno se puede sacar de estas cosas.

—Lisa, ¿y si no se salva? —supuso Rosé—. ¿Qué haré?

—Tú nada. Te mantendrás alejada de este tema, y ella si se va a salvar. Los doctores están haciendo todo lo posible por ella —recalcó la Tailandesa—. La que me preocupa ahora es Jennie.

—¿Crees que Jisoo sea capaz de decirle algo?

—Ay, Rosé —Lisa suspiró—. No tengo ni la más remota idea, y a eso quiero llegar. No creo que Jennie le crea, sino que la tomarán por loca. Por Dios, Rosé. Pranpriya en este cuerpo, es inaudito.

—Hay que evitar que diga algo —recomendó Rosé—. Yo puedo intentar hablar con ella, si es que me dejan pasar.

—Por el momento no, es mejor dejarlo así. No forzar las cosas, y lo otro es que, mantente al margen, Rosé. No te quiero meter en problemas.

—No me puede pedir que me mantenga al margen, no puedes hacerlo cuando estoy metida hasta el cuello en esta puta situación —bramó—. No te voy a dejar sola —tomó las manos de Lisa con fuerza—. Yo te voy a acompañar siempre.

Lisa sabía que podía confiar en Rosé, ahora más que nunca. Sabía que tenía la confianza de poder hacerlo, y la seguridad de que siempre tendría una aliada, y no le daba temor todo eso, sino más bien seguridad.

Después de tantas cosas malas, y enterarse de tantas mentiras y engaños, había algo bueno en toda la situación. Rosé era lo único bueno, junto a su hermano. Los cuales hasta el momento le había mostrado lealtad, hasta ella estado en el más allá. Y tenía miedo de descubrir más cosas, y que todo no fuese más que una falsa.

Ella tenía miedo de seguir viviendo, porque sabía que en el fondo, era un castigo divino por confiar en todas esas personas que no lo merecían.

—Confío en ti, Rosé. Pero en estos momento debes estar con mi hermano, ya sabes que tienes todos los papeles, guíalo. Yo me quedaré aquí —acarició la mejilla de Rosé—. Ve, regresa a tu casa.

Heaven And Back. (jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora