XXVI.

2K 204 17
                                    

Lisa miró a Rosé desde el comedor, y como aquella tenía una sonrisa en los labios, mientras ordenaba el desayuno

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lisa miró a Rosé desde el comedor, y como aquella tenía una sonrisa en los labios, mientras ordenaba el desayuno. La pelinegra notó una actitud diferente en su mejor amiga, y estaba más que claro algo, Rosé habia tenido una de sus mejores noche.

No se esperó que Jisoo fuese a buscarla, ni mucho menos caminaran hasta tarde de la noche, conversando sobre sus problemas, sobre sus penas, y sobre lo que les martirizaba.

De alguna u otra forma, esa salida habia servido para que ambas se miraran con otro ojos.

Y Lisa lo había notado.

Había notado el brillo en los ojos de Rosé, la sonrisa que escapaba de sus labios ante la llegada de un nuevo recuerdo, y lo nerviosa que había estado parte de la mañana.

—¿Con quién te casas? —preguntó complice—. Y quiero la verdad.

—¿De qué hablas? —se sentó frente a Lisa, y sirvió un poco de jugo—. Yo estoy normal.

Lisa se mofó, —Normal estoy yo, Roseanne Park. Tú tienes algo más. Esa sonrisa, esa mirada, todo eso me confirma que algo pasa.

—No es nada —se volvió a negar—. Estoy más que bien. Feliz por tenerte aquí.

Lisa juntó sus manos y frotó entre sí.

—Ay, aun crees que me voy a comer ese cuento viejo —chasqueó la lengua—. Tendré un cuerpo joven, pero la vejez de mi alma me enseñó a no caer en mentiras.

—Eso no lo creo —bromeó.

—¿Qué pasa, Roseanne?

Rosé frunció los labios, —Jisoo estuvo aquí anoche.

Lisa abrió los ojos como platos, —¿Qué?, ¿que vino a buscar?

Rosé se encogió de un sólo hombre.

—A mí —respondió con inocencia en su voz. Lisa sonrió—. No me mires así, me da algo de pena.

—No pero si esto es increíble, una Kim viene a buscarte en medio de la noche —soltó una carcajada—. ¿Y qué hicieron?, no sentí nada.

—Seguro estabas más muerta que un zombie —dijo con metáfora—. Pero salimos a caminar —Lisa arqueó las cejas, y le lanzó una mirada picarona—. No me mires así, ni la toqué. Sí lo hice, pero no de esa manera, pervertida.

—Por eso te percibo tan feliz, Rosie Posie. Y no sabe lo lindo que es —Lisa se colocó de pie, y se posicionó detrás de Rosé, abrazándola por detrás y dejando un beso en su mejilla—. Te quiero tanto, Rosé. Que no sabes lo que provoca tu felicidad en mí.

—Si nos dejas otra vez, Lisa, no sé que será de nosotros —pronunció temerosa.

—Esperemos no pase, Rosie. Pero si llega a pasar, sabré que regresé para hacer las cosas bien —aseguró—. Ahora, no te alejes de Jisoo por miedo, ¿si?, has las cosas bien, y no niegues los sentimientos.

Heaven And Back. (jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora