Hola lectores! agradezco mucho sus comentarios y estrellitas. Advertencia: EN ESTE CAPITULO CONTIENE ESCENAS SENSIBLES Y FUERTES, INSISTO EN LA DISCRECIÓN DEL PROBLEMA NARRADO Y SEAN MADUROS AL LEER.
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Esta tarde, vacié mi armario hasta encontrar la ropa perfecta: unos jeans ajustados y un crop top verde limón con un escote pronunciado y unas zapatillas negras. Mis padres no están, han salido con Kelly a visitar a la abuela, así que les he dicho que me quedaría en casa a descansar porque había tenido una larga y dura jornada en el trabajo; pero no ha sido cierto, les he mentido para salir a divertirme con los amigos. De ese modo, podría salir y llegar antes que ellos regresarán y parecería como que no había pasado nada, que estuve en casa todo el día.
Cuando salí al escuchar el claxon del auto de Damián, lo vi sonriendo en el asiento del conductor, y los que estaban en los asientos de atrás jaraneaban sin parar. Damián se veían guapísimo con un peinado hacia atrás y una campera negra de cuero que le quedaba a la perfección y tenía un cigarrillo entre sus dedos.
— Hola — saludé a todos divertida y Damián me miro con ojos ardientes.
— ¿Y tú eres? — dijo una chica atrás, con cabello rubio y ojos grande, venía vestida con un microvestido.
— Elena. Conocí a Damián en una fiesta — respondí.
— Ah. — se limitó a decir la chica, sin mencionar su nombre.
Cuando Damián arranco, la chica del micro vestido se desabrochó el cinturón para cambiar la canción con el teléfono que parecía ser suyo el que estaba conectado y encima del salpicadero, nadie dijo nada porque su playlist estaba llena de buena música. Mientras yo intentaba animar el ambiente platicando de las reuniones anteriores y de que se habían perdido los que no habían estado presentes, soltamos chistes, risotadas y un poco de chisme. Damián no dejaba de mirarme el escote, que pronto entendí que le parecía atractiva y que esa noche podríamos terminar en la cama. No le tome importancia, yo quería echarme unas líneas o dulces mágicos para poder seguir la fiesta. Las carcajadas de aquel día se arremolinaron e hicieron que el ambiente subiera de nivel.
Justo antes de llegar a la entrada de la casa del anfitrión de la fiesta, Damián de la nada, me agarró con fuerza rodeándome con sus brazos, mi boca chocó con sus labios y su lengua empezó a moverse bajo la mía. Cuando menos me di cuenta, estábamos enrollados en todo el rato en la fiesta. El calor se coló por mis huesos, mientras la música retumbaba en mis oídos, después de inhalar una línea de cocaína. Mi corazón latía a trompicones y sudaba un poco de la frente y el pecho. La felicidad se convertía como en una mariposa, me sentía volar y ligera como una pluma. Nos atrapábamos en el ambiente mientras bailábamos drogados, perdiéndonos en la música.
— Vamos a un lugar más tranquilo — susurró Damián a mi oído mientras bailábamos pegados.
— No — me negué, yo quería seguir bailando.
— ¡Vamos, por favor! Estas tan sexy — insistió con los ojos desorbitados.
Lo miré de manera pícara y negué con la cabeza. Me aleje un metro de él y grite:
— ¡Alcánzame!
Eche a correr saliendo de la pista de baile, que era la sala común de la casa, y Damián fue tras de mí. No sé cuánto tiempo corrimos pero me alcanzo, y cuando llegó a mí, comenzó a besarme de manera desazogada. No miramos si teníamos a chicos a nuestro alrededor, pero la cosa comenzó a calentarse porque él empezó a subir sus manos a mi pecho. Pero...
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Una mamá imperfecta amada por un Dios perfecto
SpiritualSpin-off de la novela "Amar merece la pena". Elena, es una joven madre soltera, que sufre las altas y bajas de la maternidad. Con apenas diecinueve años , en medio de semejante responsabilidad, ella pierde el propósito de su vida y se marchita día...