Día 10.4

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En la búsqueda incansable del día soleado, Vagamos por caminos, con corazón enamorado, Tras la bruma y el velo de la realidad, Anhelamos el fulgor de la luz en la oscuridad.

Como aves en vuelo, desplegamos las alas, Siguiendo la esperanza, que en el horizonte se abra, El sol dorado, con su cálido abrazo, Promete disipar las sombras y el ocaso.

Y aunque la lluvia caiga con fuerza y desdén, No renunciamos al sueño de un nuevo amanecer, Con cada paso, la ilusión se va forjando, El día soleado, en el horizonte aguardando.

Así seguimos, con valor y perseverancia, Con fe en nuestro ser, en cada circunstancia, En la senda de la vida, persistimos sin temor, Hasta que el sol radiante nos brinde su esplendor.

Diario de un poetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora