Día 9.12

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Tus ojos, dos luceros en el cielo oscuro, Reflejan el vaivén de un mar profundo, En su brillo, un eco de añoranza perdura, Como notas de una melodía en el viento rotundo.

En ellos se esconde una historia callada, Un cúmulo de emociones sin revelar, Un torrente de sentimientos en cascada, Que solo en la mirada se atreven a vagar.

¿Ojos tristes, dices tú, en tu mirar? No, son ventanas al alma, donde reside, La danza de la vida en cada parpadeo, Un espejo que muestra lo que decide.

Puede ser que el pesar se asome en su orilla, Pero también brillan con luz propia y ardiente, Como la luna en su fase más sencilla, Tus ojos, inmortales, expresan lo que sientes.

Así, bajo la luna o el sol en su cenit, Tus ojos cuentan secretos, sin ataduras, Sonreír o llorar, no importa, aún así, Son dos estrellas, dos joyas, dos aventuras.

No temas a la tristeza que se asoma, Es solo una faceta de tu rica esencia, Y en el brillo de tus ojos, sin aroma, La vida encuentra en ellos su clemencia.

Tus ojos, tesoro inigualable y sin edad, Son la luz que guía tu viaje en la existencia, Y aunque se pinten de colores la realidad, Tus ojos, en su verdad, reflejan tu esencia.

Diario de un poetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora