En el reloj de la vida, dueño soy de mis horas, Egoísta con mi tiempo, sin concederlo a cualquiera, Pues hay almas insensatas, y bocas que sonoras, No merecen la danza de mi vida placentera.
Consciente de mi valía, protejo mi esencia, No otorgo mis momentos a quien no los valora, Preservo la armonía, en mi propia existencia, Y a aquellos que me nutren, les abro mi aurora.
En el jardín de amistades, siembras con mesura, Para flores sinceras, cálidas y verdaderas, Descarto los caprichos, las mentiras y pavura, Y el tiempo solo entrego a las almas duraderas.
Sé egoísta con tu tiempo, pues es tesoro divino, No malgastes sus minutos, ni en vanas palabrerías, Vive con plenitud, cada instante es peregrino, Y comparte tu tiempo con quienes merecen alegrías.
Así en este viaje, con amor y discernimiento, Tus días serán colmados de autenticidad y calma, Y en la danza del tiempo, hallarás el firmamento, Donde brillan estrellas, que iluminan tu alma.
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Diario de un poeta
PoesiaEn las páginas del "Diario de un Poeta" reposa, La vida de Luis Rodrigo Sanz, en versos que se entrelazan. Un poemario íntimo, donde el corazón se revela, Cada día una historia, cada verso una ventana que se desvela.