Día 10.8

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Dejé que la música, cual mago del compás, Construyera escalones en mi mente, Para elevarme cada día con fervor, Y encontrar mi esencia, mi razón de ser latente.

Sus acordes vibrantes, melodías en vuelo, Me llevaron a un camino de superación, Con pasos firmes, con valor y empeño, En cada nota, mi alma encontró su canción.

En los valles oscuros y en cumbres de luz, La música me guiaba con su abrazo, Construyendo puentes sobre el abismo, Despertando en mí un nuevo abrazo.

La confianza crecía como la aurora, En cada compás que alzaba mi voz, En cada arpegio, un coraje que aflora, En cada acorde, mi ser se hizo veloz.

La música es la llave que despierta, Las fuerzas que en mi interior se resguardan, Caminando hacia la cima, sin duda abierta, Con la melodía, mis miedos se ahuyentan.

Así, con la música, trazaba mi senda, Construyendo pasos, firme y seguro, Dando vida a mis sueños con alegría encendida, Uniendo mi ser con el universo puro.

Y en cada nota, la esencia se encontraba, En cada compás, mi corazón vibraba, La música, mi guía, mi fuerza, mi alma, Construyendo escalones, mi ser se elevaba.

Diario de un poetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora