Día 4

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Hoy me levanté, decidido a enfrentar lo imposible, A asumir las consecuencias de actos temerarios y terribles. Siento que es un acto liberador, pero también, una pérdida, ¿Acaso me estoy perdiendo algo? ¿La vida, los pájaros en su danza divina?

El sol, ¿acaso nos vio brillar en medio de nuestros defectos? ¿Nos abrazó con su luz, mostrando que aún somos perfectos? En nuestras acciones precipitadas y aberrantes, ¿Aún hay un destello de esperanza en esos instantes?

Quizás en el caos y la oscuridad, algo se deslumbra, Una chispa de humanidad que en nuestras almas se encumbra. En medio de nuestras imperfecciones, aún hay vida, Un abanico de posibilidades, donde el amor se aviva.

Puede ser un camino desafiante, enfrentar las consecuencias, Pero en esa lucha, descubrimos nuestras esencias. Aunque parezca doloroso, en ese acto de valentía, La vida nos espera, con sus luces y su melodía.

Así que sigue adelante, con coraje en el pecho, Aceptando las consecuencias, aún en momentos de estrecho. Pues en cada paso, en cada respiro que das, Te acercas a la grandeza, a la verdad que se alza.

No temas mostrar tus fallas, tus heridas abiertas, En ellas yacen oportunidades, sanación entre ciertas. La vida nos enseña, nos reta y nos abraza, Incluso en nuestros momentos más oscuros, aún hay gracia.

Porque en la imperfección, en lo quebrado y desgarrado, Encontramos la belleza, en lo que nunca ha sido tapado. Así que sigue adelante, valiente y decidido, A abrazar la vida, con todos sus matices, aún en lo perdido.

Diario de un poetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora