Día 14.12

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En el rincón sagrado de tu ser, mereces paz, Donde el alma se calma y el corazón se solaza, Entre susurros de serenidad y quietud, desplaza, Todo lo que te inquieta y a tu ser desenlaza.

Mereces risas, esas que brotan con libertad, Que pintan de colores la existencia con su magia, El deleite de ser genuino, sin ninguna atadura, Y sentir la alegría que el alma entrelaza.

Mereces amor, aquel que abraza sin condición, Que se funde en un abrazo, cálido y sin razón, Es el sentimiento puro, sublime inspiración, Que en la unión de almas, halla su perfección.

Mereces respeto, en el trato con reverencia, Como ser único, con dignidad y sapiencia, El reconocimiento de tu esencia y presencia, En el mundo que compartes con suencia.

Mereces intimidad, un espacio de intimismo, Donde resguardar tus pensamientos y misterio, Dónde ser vulnerable, sin temor al abismo, Y encontrar en la conexión, el auténtico criterio.

Mereces paciencia, en el tiempo que te despliegas, En la conquista de tus metas y tus bregas, En cada aprendizaje que en la vida te integras, La calma que en el alma, susurra y aconsejas.

Mereces amabilidad, en cada gesto y palabra, En el trato con otros y en la voz que te labra, Una actitud afable, que el corazón abra, Y construya puentes que el amor abra.

No aceptes menos, tú, ser resplandeciente, Que en tu interior hay tesoros valientes, Y en cada latido, la fuerza consciente, De merecer lo mejor, pues así lo sientes.

Eres una melodía única, en la sinfonía del tiempo, Mereces todas las bondades, sin duda ni tormento, En tu ser, la grandeza que da al alma aliento, Que todo lo que mereces, se vuelva cimiento.

Diario de un poetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora