capítulo 18: Resultado de una noche.

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Marinette.

-Sí mamá... No, yo creo que iré el mes próximo, aún tengo muchos proyectos pendientes - en parte era verdad, como ya es mi último semestre era el más pesado - yo también te quiero - colgué y dejé mi teléfono en mi buró.

Estaba sin ganas de levantarme el día de hoy, afortunadamente era mi día de descanso y no había clases, podía refugiarme en mi cama. El día de hoy Adrien se está casando y lamentablemente Londres no se salva del impacto de su matrimonio.

-Tengo hambre Marinette - dijo Tikki mientras se sobaba su panza, me levanté y tomé el teléfono para marcar a un restaurante, a mi también ya me rugía el estómago.

El pedido llegaría en menos de una hora, en lo que llegaba puse una lavadora y ordené un poco el departamento para poder distraerme, aunque en el fondo no tenía ganas de levantarme. Tikki me ayudó a limpiar la mesita y terminamos justo a tiempo la colada, al menos esto me mantuvo distraída y en movimiento.

Acomodé el pequeño sofá y nos recostamos ahí, el día de hoy estaba prohibido salir y ver televisión abierta, aunque creo que tenía una película por ahí en mi armario. Me levanté para buscarla, sin embargo el timbre sonó y salí para abrir la puerta. La comida ya estaba aquí, pagué y volví con Tikki.

Para mí, pedí un filete con verduras al vapor y para tikki un pastel de chocolate, puse dos platos, un vaso y una tapa de un envase para mi kwami, saqué la comida de los desechables y Tikki sacó un jugo de la nevera.

Moría por comer, pero antes de dar mi primer bocado mi teléfono sonó, era Alya, suspiré porque en verdad ya tenía antojo de mi comida, pero no tenía opción, debía atender a mi mejor amiga.

-Perdóname Marinette yo hablé con él pero no me hizo caso - comenzó antes de que pudiera decir al menos un "hola" se escuchaba en verdad preocupada y yo me asusté - cuando fui a su casa no me abrió y cuando lo llamé dijo que ya estaba llegando... - no sabía de qué me estaba hablando.

-Espera, espera ¿De que hablas Alya? - en eso escuché como el timbre de mi departamento volvió a sonar seguramente era el repartidor quizás faltó que me entregara algo - ahora vuelvo , espérame - silencié el micrófono y atendí a la puerta. Me sorprendí y comprendí la llamada de Alya. Colgué por impulso.

-¿Que haces aquí Luka? - ví que traía una maleta pequeña.

-Vine de paso a Londres y quería saludarte - su excusa me hizo enfadar.

-Entra, no tengo humor para discutir, ya estás aquí, no vale la pena enojarse - Luka entró y vio la mesita, afortunadamente el lugar es tan pequeño que se escucha todo, Tikki seguramente se escondió en cuanto lo escuchó.

-Te interrumpí ¿Verdad? - si, estaba a punto de almorzar con mi kwami y la pobre tendrá que esperar a que te distraigas para que pueda salir y alimentarse.

Suspiré y con un ademán le di la indicación de que se siente. Repartí la comida en dos y empezamos a comer. En verdad no quería compartir mi filete, pero no tenía opción.

-No tenías porque venir, estoy bien - di un bocado a mi comida, en verdad tenía mucho antojo, pero en cuanto sentí el sabor de la carne me levanté y corrí a mi baño, ¿Acaso estaba podrido? Saqué todo lo que me había entrado en la noche, eso lo sé porque tenía el sabor al chocolate del pastel que me dio Félix.

Sentí como Luka me agarró el cabello y me dio vergüenza - ¡Vete! Huele horrible, no es tu obligación cuidarme - comencé a sollozar, él comenzó a sobarme la espalda y yo seguí sacando todo de mi estómago, estaba harta de que me dieran estas náuseas. Me sentí horrible.

Cuando terminé, me levanté y lave mi cara y mi boca, odiaba quedarme con sabor a vomito, mi amigo salió y llamó a un taxi, seguramente va a irse después de ver esto. Salí del baño y me abrazó.

-Te dí asco ¿verdad?- me escondí en su hombro.

-Claro que no- tomó mi rostro y me dio una cálida y sincera sonrisa - ve a vestirte, el taxi llegará pronto y no es discusión.

-No quiero salir, hoy no...- me separé de él y me abracé a mí misma.

-Lo sé Marinette, no iremos a pasear, te llevaré al médico - lo miré y negué con la cabeza.

-Seguramente la carne no está bien cocida.

-Marinette, la carne sabe delicioso y huele bien - me acercó un cacho sin aviso y el estómago se me revolvió.

-Esta bien, está bien, solo aleja eso de mí - sonrió con diversión - iré a cambiarme, espérame aquí - tal vez si era necesario que me cheque, mi cuerpo se sentía más cansado de lo normal y también me mareo con facilidad. Rogué desde mis adentros que no fuera depresión, no quería preocupar más a los demás.

-No tardo, come tranquila - le dije a Tikki y salí de la habitación. Luka ya me esperaba en la entrada para irnos. Bajamos de mi piso y el taxi ya estaba aquí, ambos nos fuimos en el asiento de atrás y nos dirigimos al hospital más cercano.

El médico me hizo un chequeo rápido y pidió análisis, Luka estuvo en todo momento durante la consulta y salimos a la sala de espera para esperar mis resultados. Aún me dolía el estómago y la carne hizo que perdiera el apetito. Me sentía mal por Luka, por mi culpa no ha almorzado y ya era algo tarde.

Una enfermera nos llamó para indicarnos que mis resultados de los análisis ya estaban listos y que podíamos pasar para verificarlos.

Luka me abrió la puerta y entró después de mí, tomamos asiento y esperamos a que llegara el doctor. Esperamos unos diez minutos y entró con unos documentos en las manos.

-Aquí ya están los análisis. Parece que usted presenta una anemia ferropénica... - mientras leía los resultados, Luka y yo nos miramos — Anemiaahora sí me metí en problemas.

-Su nivel de hemoglobina es de 9.4... ¿Se ha sentido mareada últimamente? - me preguntó el doctor

Yo asentí - El día de ayer me maree un poco y perdí el conocimiento, pero creí que era porque no había comido aún.

-¿No comiste y has tenido mareos?- mi amigo me preguntó y volví a asentir con pena -Esto es grave - Luka se frotó la sien con frustración.

-Es peligroso pero también es normal durante las primeras semanas del embarazo - contestó el doctor. Yo abrí los ojos más de lo normal por lo que acababa de decir - te daré una inyección para la anemia y suplementos de hierro para subir tu hemoglobina.

Luka y yo nos miramos con asombro ¿Embarazada? ¿yo? Creí que las náuseas, los mareos, el vómito y mi retraso se debía a mi estrés...

-¿Seguro de que esos son mis resultados? ¡yo no puedo estar embarazada!- el pánico comenzó a surgir en mí. Luka parecía que estaba en estado de shock ya que no mostró ninguna reacción.

-No, no hay error, usted es Marinette Dupain Cheng ¿No? - esto no puede estar pasando, quiero despertar, no quiero seguir en esta pesadilla.

-Si, esa soy yo... - apreté mis puños y agaché la cabeza, no podía asimilar el hecho de estar embarazada... - Solo por curiosidad, ¿de cuánto tiempo es?

Fue en ese hotel, el último día que ví a Adrien, de eso estoy segura, pero quería confirmarlo aunque doliera.

-6 semanas, felicidades. Iré a dar la orden para que le entreguen los suplementos y traigan la inyección para su anemia, con permiso - El doctor se levantó y salió del consultorio.

Mis manos comenzaron a temblar y mi cuerpo también, Luka notó mi ansiedad y me tomó del brazo para que me levantara de mi asiento. Me dio un fuerte abrazo, me sentí vulnerable y no resistí más, comencé a llorar y a gritar de la frustración en su pecho.

Continuará...

Grietas Del Corazón (Adrinette / Felinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora