capítulo 82: Los momentos felices no son para siempre.

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Adrien.

No sabía cómo reaccionar con lo de Marinette. Todo ahora se complicaba por esta noticia. Un bebé ahora... Salí a la azotea del hospital para tomar un poco de aire. De solo pensar que Félix va a tener un hijo y que él está gravemente herido me hace sentir mal, lo que me dijo el doctor cuando llegué con él en ese estado crítico, no fue bueno. Marinette no debe pasar por esto.

Suspiré antes de soltar un grito que traía atorado desde que ese cristal atravesó a Félix. Las lágrimas comenzaron a salir sin control y fui cayendo al suelo con lentitud.

Mentirle a Marinette no estaba bien, sin embargo su embarazo complica aún más la noticia, lo último que queda ahora es pedir un milagro, uno que no nos pudo dar su prodigio.

Después de calmarme un poco limpié mi rostro con mi saco y bajé para reunirme con la madre de mi hijo y su mejor amiga.

Me senté a lado de Alya y ella se alejó al siguiente asiento para no estar junto a mí. Marinette fue la que ocupó ese asiento vacío y tomó mi mano sin aviso.

-Después de que Félix se recupere, le pediré que nos quedemos a vivir aquí, así será más fácil para ti ver a Louis - Si todo salía bien, no me importaría renunciar a mi único hijo. Aunque eso me doliera.

-Creo que lo mejor será que nuestro hijo siga con su vida normal, en Londres y con el padre que ama - agaché mi mirada y noté de reojo como la novia de mi antiguo mejor amigo nos observaba con la boca abierta. Eso me hizo reír un poco y me levantó el ánimo que cargaba.

-¿S-su hijo? ¿Él ya sabe? - le preguntó a Marinette y ella asintió para confirmarlo - ¡¿y Félix está enterado?!

-No Alya, Félix no sabe de esto y tampoco de que voy a quitarselo y a irme a otro país con mi hijo - contesté de manera sarcástica y Marinette me dio un golpe en el brazo, lo cual sí me dolió.

-Deja de decir disparates en un momento así - sonreí. Al menos mantenerme tranquilo ayudaría para no preocuparla.

El doctor de Félix salió y se acercó a nosotros, yo ayudé a Marinette a levantarse y ambos nos acercamos para escucharlo.

-Ya pedí el quirófano para comenzar con la operación.

-Creí que iban a operarlo en una hora - pregunté, el adelantar la operación no me da un buen presentimiento.

-Su pulmón tuvo una complicación y es urgente tratarlo.

-Pero... él estará bien ¿verdad? - Marinette veía al doctor con preocupación y yo tomé su mano para darle apoyo por si la noticia llegaba a ser negativa. El doctor tardó unos segundos y me miró a mí, con ese gesto entendí que el porcentaje que me dio cuando llegué solo iba disminuyendo con el paso del tiempo.

-Haremos lo que este en nuestras manos - Marinette soltó un grito ahogado - en diez minutos vendremos por él.

Llevé con cuidado a Marinette a la silla y me arrodillé para verla a los ojos.

-Todo estará bien, Félix sobrevivirá. Tú tendrás a tu bebé y los dos cuidarán a sus hijos con mucho cariño ¿Ok? - me dolía verla tan frágil.

-Mi Fel no me puede dejar... - sollozó y apretó sus ojos con mucha fuerza. La levanté para abrazarla, pero esto solo empeoró todo porque empezó a privarse por el llanto.

Mi tía y Claude llegaron corriendo. Claude tomó a Marinette con cuidado y se sentó con ella y yo fui arrastrado lejos de la habitación de Félix por mí tía.

-¿Qué fue lo que pasó?

-Te lo expliqué todo por teléfono.

-¿Marinette lo sabe?

-No pude decírselo.

-¡¿Porque?!

-Ella no está en condiciones de saber que Félix solo tiene el treinta porciento de probabilidad para sobrevivir.

Mi tía también se quebró y me abrazó con mucha fuerza. Supongo que perder a un hijo es más doloroso que perder a una madre. Si hubiera sido yo en vez de él todo habría sido más fácil para todos, Marinette seguiría con su vida a su lado, mi tía no estaría pasando por este dolor y mi hijo no estaría tan mal porque no me conoce, nadie sentiría la angustia de perderme.

Cuando estuvo más tranquila regresamos con los demás y Alya se levantó para acercarse a mí.

-Debo irme Adrien. Marinette no quiere regresar a su casa y quiero pasar por Louis para llevarlo conmigo.

-Llamaré a Tom para que te lo dé.

-Gracias.

-Aun no le digas lo de Félix, no creo que sea necesario estresarlo con algo así.

Ella asintió y para mi sorpresa me dio un abrazo cálido. Yo sonreí por su gesto y observé como desapareció al dar la vuelta en un pasillo. Ya se habían llevado a Félix y mi tía estaba con Marinette y Claude. Llamé a Tom para avisarle que Alya pasaría por Louis porque yo quería pasar tiempo con él, pero que no tenía tiempo de recogerlo, eso lo convenció.

Me senté a lado del hermano de mi primo.

-Félix es fuerte y terco, no morirá así ¿Verdad? - yo negué con una sonrisa. Aunque las probabilidades eran bajas, Félix no se rendiría.

Las horas pasaban y no habían noticias, las mujeres se quedaron dormidas y Claude se levantó para ir por café y así mantenerse despierto. Ya eran las tres de la madrugada. El doctor al fin hizo presencia y yo me levanté, él se acercó con una sonrisa en sus labios, así que eso eran buenas noticias.

Me levanté para despertar a Marinette y al principio se quejó, pero después cayó en cuenta donde estaba y se levantó de inmediato para escuchar al doctor.

-Todo salió bien... - dudó un poco, supongo que él tampoco esperaba este resultado - pero mi recomendación es que se quede unos cuantos días reposando aquí. En un par de horas podrá pasar una persona a verlo.

Ambos asentimos y él se retiró. El rostro de Marinette se veía hinchado, pero escuchar esto hizo que se relajara un poco.

-Félix nunca te abandonaría - tomé con fuerza su mano y ella recargó su cabeza en mi hombro.

-No sé que habría hecho sin él.

Besé con ternura su cabeza y la envolví en mis brazos, ella seguía siendo la misma de hace años, entregada y leal a su enamorado. Félix cuidará bien de ella.

Mi tía fue despertando poco a poco y yo me acerqué para darle la buena noticia. Nos quedamos despiertos conversado sobre que haríamos después de salir del hospital y sin darnos cuenta el sol ya estaba saliendo.

Una enfermera se acercó a nosotros y preguntó quién iba a pasar primero, todos nos vimos entre sí y mi tía empujó levemente a Marinette para que ella fuera la primera. Aquella azabache entró a la habitación y yo esperé afuera con mi familia.

La tranquilidad estaba regresando, pero aún así habían cosas que aún debíamos resolver.

Mi padre llegó junto con Nathalie y preguntó por Félix, mi tía le agradeció por venir y le contó todo lo sucedido, lo único extraño aquí es que yo no le avisé sobre el estado de mi primo, Marinette no tendría porque tener comunicación con él, y mi tía no esperaba tampoco a que él llegara...

Continuará...

Grietas Del Corazón (Adrinette / Felinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora