capítulo 35: Libertad.

494 36 5
                                    

Adrien.

Subí corriendo y saqué mi llave para poder entrar y verla de nuevo, necesitaba estar frente a ella y explicar todo lo que hice y por qué. Después de casi seis meses la volvería a ver, quizás esta vez iniciemos de nuevo todo y definir de una vez por todas nuestra relación y nuestro futuro.

Saqué la cajita que tenía en mi bolsillo y la besé, depositando ahí todos mis deseos, el mes pasado debió haber terminado la carrera, ahora podía dar el siguiente paso— Ser el marido de Marinette y que ella sea mi esposa —.

Al encontrarme en frente de la puerta — en la que cruzaba tres o cuatro veces por semana — mi cuerpo tembló por los nervios y mi corazón latía tan fuerte que sentí como si se me estuviera saliendo por la garganta. Con cuidado ingresé la llave y traté de dar vuelta para abrir, sin embargo esta se atoró, o más bien no encajó.

Era lógico que ella no conservaría la misma chapa, toqué dos veces la puerta, sin embargo la persona que estaba en el interior del departamento no era la que yo esperaba, los vellos de mi piel se erizaron al visualizar a un hombre.

-¿Se te ofrece algo?

-Marinette... - fue lo único que pude pronunciar.

-Creo que te has equivocado, aquí no hay ninguna... ¿Cómo dijiste que se llama?

-¿Pe-perdón? - no entendía ¿Ella no estaba? - Este es el departamento de Marinette Dupain Cheng.

-Oh... Dupain Cheng, lo siento joven, pero ella me lo vendió hace meses.

La frustración me invadió al saber que ella ya no estaba aquí, ¿A donde pudo haber ido? Negué y apoyé mi cabeza en el volante, tenía que pensar en algo.

Alya... Ella sabría donde esta. Pedí disculpas al hombre y salí corriendo del edificio para regresar a mi auto. Arranqué y me dirigí a su dirección, me estacioné a dos calles y caminé hasta su casa, me sentía nervioso e inseguro. Toqué al timbre y la castaña me abrió, sin embargo su sonrisa se desvaneció al verme.

-¿Qué haces aquí? - traté de hablar pero ella trató de cerrar la puerta, cosa que no le permití.

-Espera, necesito hablar contigo.

-Lárgate Adrien.

-¿Que pasa Alya? - Nino se unió a nosotros y al igual que su novia, este se veía furioso conmigo - ¡Imbécil! - me empujó y yo caí sentado, un sabor amargo se hizo presente en mi boca al ser tratado así por mis amigos - No quiero que vuelvas a pisar esta residencia.

Me levanté con esfuerzo y los ví algo incrédulo. Me dolía la forma en la que me estaban tratando.

-Por favor... Solo quiero hablar - Alya apretó su mandíbula y unas lágrimas amenazaban a Nino con salir -Supongo que están molestos por lo que hice y lo entiendo, pero déjenme explicarles...- me levanté con esfuerzo.

-Nosotros confiamos en tí, te creímos nuestro amigo ¡pero cortaste comunicación con todos! - Nino comenzó a gritarme, se notaba que él también estaba dolido por mis decisiones - y no solo eso, te casaste y botaste a Marinette como si fuera un objeto, no sabes cuántos días y noches lloró ella por tí - mi corazón se estrujó al escuchar eso, Marinette debió haber pasado momentos difíciles - Al principio todos creímos que tal vez fuiste obligado, pero ¡Oh sorpresa! El señor salió muy contento con su prometida en televisión y nunca trató de contactarnos ¡fuiste un completo idiota, Adrien! - conozco a Nino desde hace años y nunca me había gritado así, mi pecho se sintió pesado y mi respiración también, me dolía cada una de sus palabras.

-Por favor, necesito hablar con ella... Si no quieren escucharme no lo hagan, comprendo su enojo, pero díganme donde esta, quiero verla, pedirle perdón...

Grietas Del Corazón (Adrinette / Felinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora