capítulo 14: Amor joven.

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-¿En qué tanto piensas? - preguntó con curiosidad.

-En nada - apreté su mano y ella se volteó para quedar frente a frente.

-Mientes - entrecerró sus ojos.

-¿Ah sí? - ella asintió - Te equivocas esta vez - la abracé y me puse encima para verla mejor.

-Dime... No te quedas callado y viendo a la nada a menos que estés pensando en algo en específico - apreté su nariz y ella apartó mi mano.

-Bien, me atrapaste.

-Lo sabía - sonrió, rodeó mi nuca con sus manos e hizo presión para acercarme a sus labios - Ahora, confiesa.

-Estaba pensando en un bebé - ella me apartó por un segundo y me miró algo sorprendida - ¿Te imaginas tener a un ser pequeño parecido a nosotros?

-Adrien...

-Dime - froté mi nariz con la de ella.

-¿En verdad imaginas un futuro conmigo?

-Cada día, cada minuto y cada segundo desde que estás a mi lado. Sabes, Marinette Dupain Cheng de Agreste no suena mal... Aunque me gustaría más que fuéramos Dupain - Su apellido me gustaba más que el mío.

-¿Me estás proponiendo matrimonio? - murmuró con una voz coqueta.

-Aun no... Primero, usted debe terminar su profesión y cumplir su sueño, después cumpliremos el mío - Marinette meditó mis palabras y después asintió.

-Entonces después de terminar la carrera ¿Podré convertirme en tu esposa? - era tierna...

-Y después, si tú quieres, podemos empezar a formar a nuestra familia, unos niños que correrán de un lado a otro llamándonos para jugar con ellos - me senté para poder expresar mejor mi emoción.

-¿Te hace mucha ilusión ser papá? - mucho, me gustaría amar a mis niños como mi madre me amaba, demostrarle que encontré a una hermosa mujer que me ama y que sé que será igual a ella con nuestros hijos.

-Tres. Tres pequeños quiero - comencé un juego - No lo sé... Tal vez dos niños y una niña - sus ojos se iluminaron, se sentó cubriendo un poco su pecho con la sábana y apretó mis mejillas - Louis... Hugo... Emma...

-¿Qu-qué acabas de decir? - reí y la llené de besos - ¡Adrien! ¡¿Como es que tú?! - estaba avergonzada.

-Alya me dijo todo, eres muy risueña mi amor, mira que pensar en sus nombres desde que tenías quince es algo que admirar.

-¿Cuándo te lo dijo? - cubrió su rostro.

-Hace como tres o cuatro años...

-¡Ains! Debió asustarte - no me asustó, solo me sorprendió, pero me hace feliz que ella quiera eso conmigo. La abracé ya que estaba muriendo de vergüenza y después de unos segundos me empujó suavemente para separarnos - Adrien, debo tomar la pastilla... - su mirada era un poco triste.

-Lo sé - aunque no quisiera aún era muy pronto como para tener a nuestro primer hijo - mañana te la compraré, porque sé que eres muy olvidadiza - ella me dio un pequeño golpe en el pecho y sonrió ya que estaba consciente de que yo tenía razón.

-¿Quieres descansar aquí o prefieres que nos vayamos al departamento ya? - ella negó con su cabeza y me abrazó del cuello para acostarnos.

-Quiero dormir aquí contigo - se acurrucó entré mis brazos y cerró sus ojos. Yo besé su cabeza y acepté su petición.

-mi amor... Si la pastilla no llega a funcionar... Promete que me dirás qué quedaste embarazada, sabes que amaré a nuestro bebé y me haré responsable - acaricié su mejilla mientras admiraba sus ojos.

-Lo prometo - dijo en un susurro y besó con delicadeza mis labios - Aunque espero no tener que darte esa noticia, al menos no ahora...

-Sí...

...

Mi alarma sonó y Marinette se removió por el ruido, acaricié y peiné con mis dedos su cabello para despertarla, normalmente ella es la que se levanta primero, pero anoche nos desvelamos y estas semanas no ha descansado bien por los proyectos de la universidad. He aprendido algo de costura porque he ayudado un poco en su carrera.

-Es hora de irnos - susurré y deposité un beso en su frente.

-Otro ratito - me abrazó, estaba decidida a no levantarse.

-No... Ya es tarde - no quería irme tampoco, pero seguramente mi padre ya se estará preguntando donde estoy. Me levanté de la cama y tomé mi ropa para empezar a vestirme.

También fui por el vestido y la ropa interior de Marinette y se la extendí en la cama.

-Si quieres puedo salir primero - dijo mientras se vestía.

-No, estoy cansado de esto - me puse mi corbata y me agaché cerca de ella para que la arreglara - Te llevaré a tu departamento y de ahí me iré a mi casa.

-No seas necio, puedo regresar sola y lo sabes - cuando terminó de arreglarme el nudo de la corbata y el cuello de la camisa, se puso los tacones y se levantó de la cama - Ya llegará el momento para dar a conocer nuestra relación.

-¿Y por qué no ahora?

-No quiero ser etiquetada como la mujer que salió de un hotel con el famoso modelo. Todos creerán que lo nuestro solo fue un resbalón... - suspiré por la frustración, quería dejar de esconder lo que siento por ella, de estar siempre con la guardia alta cada que salgo con mi novia para que nadie nos descubra... Pero tenía razón, no podía hacerle esto, merece una mejor presentación.

-Vale, hablaré con mi padre esta noche y a partir de la próxima semana serás reconocida como mi pareja, la mujer que amo - tomé su mano y tomamos nuestras cosas para irnos.

-Gracias - besó mis labios y abrió la puerta.

-Espera en la recepción, llamaré a un chófer para que venga por tí - ella asintió y se fue en el ascensor de a lado mientras que yo bajé por el otro.

Salimos como completos desconocidos y antes de salir del hotel la miré por última vez. Ella me sonrió y yo le guiñé un ojo.

Conducí hasta la mansión. La puertas se abrieron para darme acceso y estacioné el auto en su lugar. Nathalie me esperaba en la entrada, ella estaba intranquila.

-Buenos días - saludé como si no hubiera hecho nada.

-Tu padre estaba preocupado y yo también, te esta esperando en su oficina.

-Estaba con Marinette - confesé ya que ella estaba al tanto de mi relación con ella - Lamento no haber avisado.

-Sabes lo que opina tu padre de esto, si en verdad quieres a esa jovencita actúa como corresponde y sé responsable. No entiendo porque está vez no me avisaste que te quedarías con ella.

-Lo siento - la abracé y ella me dyió un par de palmadas con cariño - Anda, date prisa antes de que las cosas se pongan peor.

-Entiendo.

-Traté de tranquilizarlo un poco - me empujó hasta la oficina.

-Gracias - susurré y abrí la puerta para entrar, creí que Nathalie entraría conmigo, pero no lo hizo, cerró la puerta. Esto era serio. Nathalie me acompaña siempre, pero esta vez no lo hizo y había un ambiente tenso dentro de esta oficina.

-Toma asiento, Adrien- dijo mi padre sin voltear a verme, puesto que observaba con detenimiento el cuadro de mi madre. Estaba furioso...

-Padre...

-No hables - guardé silencio y agaché la cabeza, ahora sí estaba en problemas.

Continuará...

Grietas Del Corazón (Adrinette / Felinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora