capítulo 20: Culpa.

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Félix.

-Félix, ya va a ser el brindis. Mamá ha estado preguntando por tí, entra antes de que se de cuenta de lo que esta pasando - se asomó Claude por la puerta. Yo me encontraba en un pasillo del patio, admirando el jardín y despejando mis ideas.

-Espero que no alarguen esto, en verdad estoy cansado - entré y caminé a lado de mi hermano hasta nuestra mesa, en el camino pasó un mesero con copas de champagne y tomé dos, una para mí hermano y otra para mi madre.

-¿Donde estabas? - me sonrió mi mamá y recibió la copa que le extendí.

-En el jardín ¿A ti no te gustó?

-Algún día estaremos en un jardín, pero tú vas a estar allá - señaló la mesa de los novios - junto con una hermosa jovencita.

-Mejor disfruta mucho de esto mamá, no creo que haya una boda próxima, a menos que tu sobrino se divorcie y se vuelva a casar - sonreí y me recargué en mi asiento.

-Bueno, mínimo espero esto de tí - se giró con Claude y mi hermano casi escupe su bebida - oye, esto es para el brindis - mi mamá le quitó la copa y la puso en la mesa. Yo me reí por como cambió la situación.

La señora Tsurugi subió en la plataforma que estaba en el centro y pidió nuestra atención. Su discurso se enfocó en que este matrimonio era de suma importancia para el futuro de sus empresas, pero que lo que hacía perfecto todo, era que sus hijos se amaban.

De reojo di un vistazo a la pareja y para nada se veían muy cercanos ni enamorados, como mencionó la señora Tsurugi. Conocía las razones de Adrien, él nunca puede decir que no, pero de Kagami no sabía nada. Su madre se veía que era igual de mi tío, pero por lo que veo nada más son ellas dos, no hay más familia.

El micrófono ahora se lo había pasado a los novios, pero ninguno de los dos se atrevió a tomarlo .Ví como mi tío observó a Adrien con molestia y mi primo accedió para darle el gusto.

-Gracias por estar aquí en un día muy... - Estaba nervioso y sin ganas de hacer eso - muy especial. Agradecemos sus buenos deseos.

Patético, eso fue lo único que dijo y tomó asiento de nuevo, todos aplaudieron con confusión, pero aún así alzamos las copas y brindamos por ellos. La celebración continuó para olvidar los discursos. No hubo baile de los novios, no hubo interacción entre ellos, no existía felicidad en este salón, al menos no de parte de los dos protagonistas.

-Me voy a casa mamá ¿Quieres venir?

-Me quedaré una hora más, no te preocupes y descansa.

-Yo la llevaré, no te preocupes - intervino Claude y yo me quedé más tranquilo con su seguridad.

Antes de irme pasé al baño y después de salir, un llanto en el interior del baño de mujeres llamó mi atención.

"No entres, no entres" mi subconsciente me trataba de advertir pero mi cuerpo no hizo caso, abrí la puerta y ahí se encontraba la novia.

Se dio cuenta de mi presencia y rápidamente se limpió sus lágrimas, me aseguré de que no hubiera gente en el pasillo y entré, apreté el pestillo para que nadie más entrara, después de todo que este en el baño de mujeres no es correcto.

-Tú debes ser Félix, sí que se parecen mucho - me dio una rápida mirada y regresó al espejo para arreglar su maquillaje ya que se le había escurrido - estoy muy feliz, son lágrimas de felicidad -se excusó.

-Soy el único que sabe la verdad, no tienes porque fingir - ella abrió los ojos con sorpresa y comenzó a ponerse nerviosa -No le diré a nadie que este fue un matrimonio arreglado, tranquila.

-Gracias... - me acerqué y me apoye en los lavabos, estábamos lado a lado.

-No estás bien ¿Verdad? - ella negó y apretó la mandíbula para no soltar un gemido de dolor.

-Iba a cometer una estupidez, quería irme y abandonar todo - confesó.

-¿Que te detuvo? - contesté de forma fría.

-No sé si es algo bueno o malo, pero no suelo fallar a mi palabra, le prometí a Adrien que haríamos esto.

-¿Esto es un trato entre ustedes dos? - ella asintió - Creí que era una estrategia de sus padres...

-Lo es, pero no nos convenía desobedecer, al menos no a Adrien... - Egoísmo eso es lo que tiene Adrien.

-No entiendo las razones por la que hicieron esto - suspiré - pero si te sirve de ayuda puedes desahogarte conmigo, ya no puedo hacer nada por mi primo directamente, pero al menos si puedo ayudar a sobrellevar esto a su esposa - saqué una tarjeta y un bolígrafo de mi bolsillo, ahí anoté mi número y se la extendí.

-Gracias - tomó la tarjeta y la guardó en su bolsillo de mano, me quitó el bolígrafo que tenía y anotó en mi mano su número - Te ves muy serio pero eres un buen hombre - dio una palmada en mi hombro y se dirigió a la salida, fui detrás de ella y quité el seguro.

-Busca en todas partes, la quiero en el salón, ahora.

Escuchamos la voz de su madre afuera, Kagami agarró mi mano y me dio señas para que guardara silencio, yo asentí y solté la perilla. No hicimos ningún ruido y pegamos la oreja a la puerta para escuchar. Eran más o menos dos personas las que rondaron cerca de nosotros, no es que estuviéramos haciendo algo malo pero sí se mal interpretaría que salga yo y la novia del mismo baño, más si es este el de mujeres.

-Saldré yo primero y me los llevaré, tú métete a un cubículo por si se asoman - me susurró, yo asentí, me metí a un baño y me encerré.

Ella salió y esperé unos minutos, salí del cubículo, asegurándome que no entrara o estuviera una mujer, para mi fortuna este salón estaba lleno de gente que no le gusta entrar a cualquier baño, el lugar no estaba nada mal pero no deja de ser un baño público.

Antes de irme me recargué en el lavabo y me miré al espejo: "¿Qué te esta sucediendo? Primero la chica de aquella cafetería y ahora ¿Kagami?, Me estoy entrometiendo mucho en la vida de los demás, Kagami decidió casarse ¿Porque escucharía sus lamentos? Voy a enloquecer". Me revolví el cabello tenía esa manía cada que me estresaba.

...

-¡Estoy muerto! - se quejó Claude mientras masajeaba su cuello. Había llegado una hora después y cargó a mi madre hasta la cama.

Mi hermano se dejó caer en el sofá, aún con el traje puesto y se quedó profundamente dormido, no iba a cargarlo hasta su cama, era demasiado pesado, solo tomé unas cobijas del armario y lo tapé. Yo me metí a mi habitación y saqué una pijama de mi clóset para cambiarme.

Salí un rato al balcón a tomar un poco de aire. A pesar de que no era muy tarde, la noche estaba tranquila y callada, eso me agradaba, cerré los ojos y sentí como el aire chocaba con mi rostro pero mi momento de paz terminó cuando mi teléfono sonó, me había llegado un mensaje.

"Gracias por la charla de hoy, me fue de ayuda"

Al principio fue confuso, pero cuando ví el número y lo comprobé con el que estaba anotado en mi mano, supe que era ella.

Kagami.

Continuará...

Grietas Del Corazón (Adrinette / Felinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora