capítulo 17: Obligación.

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Actualidad.

-Buenos días joven Agreste, su padre ordenó que yo le ayude a alistarse para el día de hoy, mandó un traje hecho por él mismo y me dio la indicación de que lo quiere listo una hora antes de la ceremonia - aquella mucama me daba las indicaciones de mi itinerario mientras abría las cortinas de mi habitación y colgaba el traje para empezar a plancharlo.

Me levanté y pasé al baño para darme una ducha, en cuanto el agua caliente tocó mi cuerpo este se relajó y me fue despertando, hoy era el día, hoy era mi boda...

Cuando salí la mucama no estaba y el traje ya se encontraba listo. Comencé a vestirme y me dirigí al espejo para acomodarme el cuello de la camisa... Pero al hacer esto sentí una tristeza profunda y dolorosa.

En solo recordar sus manos que, acomodaban y arreglaban esto, hizo que me sintiera vacío.

Alguien tocó tres veces la puerta y reconocí ese toque tan peculiar - Adelante - permití su entrada.

-Felicidades, Adrien - Se acercó a mí y me ayudó a acomodar el cuello de la camisa que no pude lograr hacer. Ahora Félix era frío y distante. No había sinceridad en sus palabras.

-Gracias, creí que no ibas a venir por nuestra última discusión - él suspiró algo molesto.

-Despues les agradeces a Claude y a mi madre cuando los veas, más a Claude, él me obligó a estar contigo en este mismo instante, si por mí fuera estaría allá afuera perdiendo el tiempo hasta que sea la hora de aparecer ante todos como tu padrino - agarró el moño y lo arregló para después ponerlo en mi cuello.

La mucama regresó con una caja de zapatos y también me trajo los gemelos, éstos pasaban de generación en generación en los Agreste, mi padre los usó en su boda con mi mamá, pero no en la boda con Nathalie... Mi doncella continuó ayudándome y Félix se sentó en uno de los sillones de la habitación, nuestra buena relación se terminó desde aquel día.

-Listo joven, el señor Agreste lo espera abajo para irse - dicho esto salió de la habitación.

-No tardes Adrien, no querrás que tu padre se enfade - Félix se levantó y se fue de inmediato, yo solo lo seguí con la mirada para ver como se retiraba.

-No lo hagas Adrien, no solo te estás dañandote a tí, le estás haciendo daño a Marinette y también a Kagami - Plagg empezó a rogar.

-Basta, tú escuchaste todo, sabes las consecuencias si no hago esto - abrí mi saco para que entrara, pero se negó.

-Yo puedo ir con ella y explicarle en el aprieto que te encuentras.

-Solo revelarías mi identidad.

-¡Eso que importa!

-No puedo ponerla en peligro, además es la regla, Ladybug me odiará si se entera y el maestro me quitará el prodigio, no puedo perderte a tí también - Plagg refunfuñó, pero también estaba consciente de que no era una buena idea, sin remedio tuvo que entrar a mi saco.

Me ví por última vez en el espejo, yo quería esto, pero no con Kagami... Suspiré pesadamente y salí de mi habitación.

Al llegar a la recepción me esperaba mi padre y también Félix, nos subimos al auto para irnos directo al jardín donde sería la boda. Kagami y yo aceptamos con la condición de no casarnos por la iglesia, solo por el civil.

Cuando llegamos tuve que saludar a los invitados, todos lucían tan felices, me abrazaban y felicitaban, mi tía se acercó a mí y me abrazó, su abrazo era tan cálido, me recordaba a mi mamá, así que la apreté más fuerte y con algo de culpa imaginé que era en verdad ella y no mi tía. Claude se acercó y también me abrazó y me felicitó.

-Solo espero que no te arrepientas en un futuro - me susurró en ese abrazo - Y deseo que tú y Félix vuelvan a ser cercanos como antes - se alejó de mí y me dio una sonrisa triste.

Félix evitaba verme y lo disimulaba muy bien, nadie se percató de nuestra tensión, solo Claude, pero estoy seguro de que él sabía lo que había ocurrido, después de todo es el hermano y mejor amigo de Félix.

Faltaban solo 15 minutos para comenzar con la ceremonia y mi estómago comenzó a doler, en verdad quería salir de aquí, quería buscar a Marinette y pedirle perdón, explicarle el porqué de mis acciones.

En cuanto llegó la señora Tsurugi supe que Kagami también ya estaba aquí, me acerqué a mi futura "suegra" y ella me saludó primero con una sonrisa que quería arrancarle en ese momento, es su culpa y la de mi padre que este día este pasando, con educación salí de ese pequeño e incómodo encuentro.

Salí al jardín y estaba hermoso, la decoración era sencilla, las flores eran de un rojo intenso, el día estaba despejado y los arcos estaban perfectos... Los invitados comenzaron a venir y a tomar asiento, una mujer algo mayor se colocó en el piano y el juez llegó, en cuestión de minutos estaré intercambiando un anillo de matrimonio y le compartiré mi apellido a Kagami...

Todo estaba listo, me paré en mi lugar y esperé la entrada de aquella mujer, Félix estaba a mi lado y mi padre me miraba con aprobación. La marcha prenupcial comenzó a sonar para darle la señal de entrada a la novia, sin embargo pasaron los minutos y no aparecía, el pánico comenzó a surgir entre los invitados y yo miré a mi padre y a la señora Tsurugi, entre ellos comenzaron una discusión sin llamar la atención.

Volteé por los lados y la angustia me empezó a invadir, en un arranque intenté huir yo también, pero por otra parte no me podía permitir eso y trataba de convencerme a mí mismo moverme para salir a buscar a Kagami, pero Félix me detuvo del brazo y me señaló con la cabeza la puerta donde se supone que debería salir mi novia, decidí ver y ahí estaba, todos se dieron cuenta y guardaron calma, volvió todo a la normalidad.

Kagami se acercó con un vestido de novia sencillo y un peinado que recogía todo su cabello, se veía hermosa pero no era mi Marinette, y vuelvo a hacerlo, vuelvo a traicionar; Al igual que imaginé a mi madre en mi tía, veo que la mujer que se acerca a mí no es mi futura esposa sino el amor de mi vida, imagino a Marinette con un vestido blanco y un ramo rosa en sus manos, con la hermosa sonrisa que siempre me daba cuando nos mirábamos al despertar o al vernos.

En cuanto llegó a mí, la tomé de la mano y desapareció mi linda azabache, ya solo estoy viendo a mi amiga, veo que su maquillaje está un poco desastroso y me doy cuenta de que lloró, tal vez por eso se tardó. ¿En verdad esto es lo correcto? Kagami se percató de mi duda y me regaló una sonrisa triste, asintió con la cabeza y apretó mi mano para darme ánimo.

"No hay vuelta atrás" recuerdo.

Mientras nos poníamos los anillos nos dimos una última mirada y asentimos al mismo tiempo, nuestra unión concluyó con un beso, uno que ardía, uno que dolía, sus labios eran muy diferentes a los de Marinette, los de ella eran un poco más carnosos y se acoplaban fácilmente a mis labios, pero los de Kagami eran más finos y besarnos se sentía extraño. Aunque fuimos novios antes de que Marinette y yo empezáramos nuestra relación un año después, nuestros besos nunca fueron como los que tenía con mi última novia. Nos separamos y Kagami me abrazó, esto para ocultar su verdadera expresión ante esta boda, todos se levantaron y aplaudieron.

-Solo espero que esta sea la decisión correcta - abracé a mi ahora esposa con fuerza y lloré discretamente en su hombro. Todos creyeron que eran lágrimas de felicidad, sin embargo están equivocados, son lágrimas de dolor y desesperación.

"Perdóname, mi amor..."

Continuará...


Grietas Del Corazón (Adrinette / Felinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora