capítulo 79: Castigo.

246 20 7
                                    

Dos semanas antes.

-Gracias - entregué mi chaqueta a una de las doncellas de la mansión y caminé con lentitud hasta la oficina de mi progenitor. Tomé aire antes de entrar y abrí las puertas - Nathalie dijo que querías verme - en realidad solo estaba aquí por ella.

No me dirigió la palabra, solo aventó en el escritorio unas fotografías en dónde salía yo con Louis en el zoológico ¿De verdad vigila todos mis movimientos?

-Mi abogado llamó y me contó todo Adrien - carajo... debí haber acudido a otro despacho - ¿Desde cuándo sabes que ese niño es tuyo y por qué le vas a poner mi apellido sin mi autorización?

-¿Pedirte permiso? Ja, ja, ja, ja, no me hagas reír, ¿Crees que no sé cómo amenazaste a Marinette? - me acerqué hasta él y di un golpe en el escritorio - puedes meterte conmigo las veces que quieras, pero no te vuelvas a acercar a Marinette y mucho menos a Louis. ¿Con que derecho te atreviste a amenazarla con quitarle a hijo?

-Esa chiquilla te contó todo - dijo entre dientes.

-¿Y si así fuera que tendría de malo? Si no estás de acuerdo que Louis lleve el apellido Agreste, entonces quitámelo a mí también, prefiero llevar solo el apellido de mi madre y de mi tía.

-No digas estupideces. Si quieres que apruebe a mi nieto, entonces regresa a la mansión.

-Lo siento señor Agreste, pero usted perdió control de mí hace años. Y no te atrevas a hacer nada en contra de ellos. Si me entero de que demandas por la custodia, no te sorprendas cuando no vuelvas a saber de mí.

Salí sin escuchar sus reclamos. Nathalie escuchó todo y me miró con decepción. No me importaba recibir eso de mi padre, aunque sí debo admitir que me dolió de parte de Nathalie.

-Cuidalo, por favor - le pedí antes de irme.

...

Actualidad

Conduje directo a casa de Marinette y entré a la panadería para recoger a Louis. Acordamos que los sábados él pasaría el día conmigo.

-Adrien... - los padres de Marinette se sorprendieron al verme.

-¡Adrien! - mi hijo salió por una puerta con su mochila puesta y Félix lo acompañó.

-¿Lo traerás tú o quieres que lo recoja yo? - me preguntó.

-Yo lo traeré, cualquier cosa los llamo - le quité la mochila a Louis y lo tomé de la mano - ¿Marinette salió?

-No, simplemente esta un poco cansada, la próxima semana tiene que presentar la nueva colección - es cierto, lo había olvidado.

-Ustedes dos... ¿se conocen? - preguntó Tom con un pequeño temblor en su voz.

-Somos primos - contestamos al unísono y al pobre abuelo de mi hijo casi le da algo.

-Se-señor Dupain - Félix trató de sostenerlo, pero este se apartó de su agarre con brusquedad.

-Estoy bien - se frotó la sien y después se dirigió a mí - Adrien ¿ya viste a Marinette? ¿hablaste con ella? - yo asentí y a él le brillaron los ojos.

-Todo ya está bien entre nosotros - sonreí - Quedamos como amigos y llegamos a un acuerdo con esta situación - señalé con la cabeza a Louis para que no se diera cuenta, aún no le decimos que soy su papá.

-¿Entonces tú ya sabes? - preguntó algo nervioso y yo asentí. Miró a Félix para confirmar y él también asintió - Vaya, supongo que sí pasaron muchas cosas mientras no estuvimos...

-Me alegra que ya todo este bien - Sabine se acercó a mí y me abrazó con cariño - ¿Estas de acuerdo con la relación de mi hija? - susurró para que solo yo escuchara.

-No tengo otra opción, ella es feliz a su lado y debo respetarlo - me aleje y ella sonrió.

-los veré después - me despedí y salí con mi pequeño.

...

Louis jugaba en los juegos mientras que yo lo vigilaba, el día estaba despejado y también hacía calor. Me levanté por un momento para comprar dos paletas, me acerqué a la sección de juegos y lo llamé, él se asomó por la resbaladilla y se emocionó cuando le extendí su paleta.

Bajó por el tobogán y se dirigió a una banca para comer, lo alcancé y me senté a su lado.

-¿Te gusta?

-Me encanta - su boca estaba siendo ensuciada por el chocolate y eso me dio ternura. Saqué un pañuelo de su mochila y lo limpie con delicadeza.

-Loius... ¿Cómo fue que supiste que Félix no era tu papá?

-Él me lo dijo - meneo sus pies que colgaban en el aire por su estatura pequeña.

-¿Eso te pone triste? - negó con la cabeza y miró los juegos mientras seguía comiendo su paleta - ¿Piensas en como sería tu verdadero papá?

-No... me gusta el papá que tengo. Siempre juega conmigo y me da helado cuando mi mamá no está, me cuenta un cuento, me lleva al parque y me cura cuando me enfermo - con sus dedos contó sus cualidades - lo quiero mucho - me sentí mal porque él no me necesitaba, ni tampoco le interesaba.

-Ya veo - no seguí más con esa conversación y continúe mirando hacia la nada. Louis terminó y se levantó para regresar a jugar, me dio tristeza que al menos no pensara en mí. Quizás, nunca deba decírselo y dejar que conserve el apellido de Félix. Después de todo nunca he sido parte de su vida, así que no notará siquiera mi ausencia...

La brisa comenzó a ponerse un poco más fría. Ver a ese niño jugar y reír me provocó un nudo en la garganta ¿Cómo fue que lo perdí? ¿Por qué recibí este castigo? Mis hijos eran mi más grande anhelo en un futuro, y aunque ese pequeño rubio es mío, no estoy sintiendo esa conexión que siempre me imaginé de padre a hijo. Su amor y admiración no eran dirigidas a mí.

Me siento como si fuera solo su niñero, su compañero de juegos o simplemente un conocido de su madre.

Pasó un rato y quedé hundido en mis pensamientos. Las nubes aumentaron y oscurecieron al cielo. Esto no era normal.

Me levanté y me dirigí con Louis para llevármelo, tenía un mal presentimiento con este clima. Él me obedeció y me tomó de la mano para irnos. Toda la gente tenía la misma expresión: pánico.

Una explosión apareció a tres calles de donde estábamos e hizo volar tres autos, lo cuales tenían alarma y comenzó a sonar y a desatar el caos entre la multitud.

Louis pidió que lo cargara, tenía miedo y yo también, no podía simplemente dejarlo e irme a transformar para pelear. La única opción era regresarlo a casa con Félix.

Corrí con él en brazos y lo metí a mi auto, ahora tenía una silla para él, le abroché el cinturón y noté como temblaba.

-Tranquilo, todo estará bien - besé su cabeza y cerré la puerta para meterme a mi lugar y arrancar.

Conduje rápido y esquivé los autos que también iban a una velocidad excesiva, al menos era hábil al conducir así, aunque sé que también era irresponsable, pero debía darme prisa para poder proteger a mi hijo. Cuando estaba a punto de llegar, ví de reojo el traje moteado de Ladybug, seguramente ella ya estaba en camino. Me estacioné en frente de la panadería y entré a la entrada que daba acceso a las escaleras de la casa. Subí corriendo a dejar a Louis y toqué la puerta. Marinette abrió y eso me desconcertó, creí que ella ya se había adelantado.

-Loius - abrazo con preocupación a nuestro hijo - gracias por traerlo.

-Es mejor que esté a salvo, debo irme, cualquier cosa me llaman - sin escuchar respuesta corrí para esconderme y transformarme.

Continuará...

Grietas Del Corazón (Adrinette / Felinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora