Félix.
Abrí mi clóset y saqué algunas mudas para llevarlas al departamento de Marinette, en verdad me emocionaba hacer esto ya que avanzaríamos rápido y quizás hasta podríamos vivir juntos después de discutirlo con mi madre.
-La tela de estos trajes son realmente suaves - los dedos de la azabache disfrutaban la textura de mi ropa.
-¿Te gusta? - me acerqué a ella y la abracé por detrás, ella asintió sin despegar su mirada de la prenda - Podrás quitarme esto cada que tú lo desees - murmuré en su oído y ella aventó el traje a la cama con vergüenza.
-Fel... Ahora no - besé su cuello y bajé un poco el cierre de su vestido - Detente, alguien podría entrar.
-Nadie entra sin tocar - le terminé quitando lo que quería y la dejé expuesta ante mí. Quité el seguro de su sosten y ella lo atrapó con sus brazos para evitar que cayera al suelo.
-Ah... No sigas - decía eso, pero tampoco hacia nada para alejarse de mí, ella también quería esto. Mis manos viajaron hasta sus brazos y los quité para que me dejara caer la prenda y me permitiera acariciar y apretar sus pechos.
-Disfruta mi amor - ella impulsó sus glúteos hacia atrás y empezó a mover las caderas, causando una fricción contra mi erección - Déjame hacerte el amor Marinette, déjame tenerte en mi cama.
-¿Seguro que nadie entrará? - dijo mientras se subía al colchón y se daba la vuelta para abrir sus piernas y darme acceso. Quité sus tacones sin apartar mi mirada de la suya y me subí para posicionarme entre sus piernas - ¿Y si te quedas así? Me gusta como se te ve este traje.
-¿Disfrutas verme en traje?
-Como no tienes una idea - jaló de mi corbata y besó mi boca con una pasión que se incrementaba más y más. Metí mis dedos entre sus pantis y masturbe su sexo que ya estaba húmedo.
-Me haces perder la cordura - me separé de sus labios y bajé a sus pechos para meter uno a mi boca.
-Félix... Aaah - tomó unos mechones de mi cabello y los jaló un poco.
-Eres un manjar.
-Y tú un pecado - guío sus manos a mi cinturón y me lo quitó con agilidad. Desabotonó y bajó el cierre para liberar mi erección. Sus manos tocaron sin pudor mi viralidad y yo jadeé por lo placentero que era.
-¿Estás lista? - asintió y bajó sus pantis.
-ponte en cuatro - ordené con una voz grave y sus pupilas se dilataron por mi petición, sin titubear se volteó y obedeció. Sonreí victorioso y me acerqué para entrar poco a poco en ella. Sus gemidos salieron sin control y comencé a embestirla con un deseo incontrolable.
-Más, Más fuerte - susurró entre uno y otro gemido. Tenerla así y que el ruido que nuestros cuerpos provocaban con cada embestida me ponían más duro - ¡Ah Félix!
-Marinette, yo...
-No, aún no - se levantó y se separó de mí, eso interrumpió mi orgasmo. Ella se levantó de la cama y me tomó de la mano para jalarme hasta la orilla, se sentó encima de mí y volvió a tomar mi miembro para vuelva a penetrarla. Me estaba montando y sus pechos rebotaban frente a mí. Me estaba volviendo loco, sentí como sus piernas se tensaron y sus jadeos eran más pausados y sonoros.
-Hazlo ya mi mademoiselle - mordí su labio y la apegué más a mi cuerpo. Su orgasmo provocó un grito que me éxito y me ayudó a llegar también. Nuestras respiraciones se encontraban agitadas.
-Dios Félix, ah... - su rostro estaba empapado de sudor y sus piernas aún temblaban por el orgasmo - Por favor dime que no pararemos esto.
-¿Por qué lo dices? - enrede su cabello entre mis dedos.
-Porque no en mucho tiempo tendré un vientre más abultado - dijo con tristeza.
-Entonces tendremos que encontrar posiciones que no te lastimen. No me cansaré de tenerte así mi cielo - la abracé.
-Me dolerá mucho si te llego a perder.
-Será imposible separarme de tí - en verdad quería convencerla de que la amo y que no la dejaré - ¿Cuantas semanas tienes mi amor?
-Dieciocho. De hecho en la próxima cita con el ginecólogo ya sabré que es, por eso ayer estaba muy feliz.
-Bien, te acompañaré a tu cita ¿De acuerdo? - ella asintió y frotó su nariz con la mía - Después de que nazca nuestro bebé, y si tú me lo permites, lo llevaremos a registrar y le daré mi apellido.
Marinette se sorprendió por mi propuesta.
-No es necesario, con que me ayudes a criarlo es suficiente, no tienes porque ir en serio con lo de tu apellido.
-Es mi hijo también.
-Pero...
-Tal vez no lo concebí, pero quiero tomarlo como mío y amarlo como es debido, así como también tomar las responsabilidades y las obligaciones correspondientes.
Ella quiso hablar, pero la puerta de mi habitación sonó y nos sobresaltó, Marinette por los nervios me empujó y tomó su ropa. Yo me acomodé el pantalón y la camisa y me peiné para disimular un poco lo que había hecho hace un momento.
-Félix... - la voz de mi madre hizo que ambos nos tensaramos. Señalé mi baño y ella asintió. Se metió ahí y yo me dirigí a la puerta para abrir - ¿Por qué tardaste, cariño?
-Estaba dormido, n-no esperaba que estuvieras de regreso hoy mismo.
-Lo sé... Tenemos que hablar ¿Me acompañas? - asentí y salí con ella, cerrando mi puerta detrás de mí.
Saqué mi teléfono y traté de contactar a Claude.
*¿Donde estás?
Estoy en mi habitación - contestó de inmediato.
*Perfecto, ve a mi habitación y toca la puerta, ahí está Marinette, ayudala a salir y llevala a casa
¿Puedo preguntar "por qué"?
*Mamá llegó y dudo que Marinette quiera verla después de lo que hicimos.
Ok, ok. Entiendo, yo me encargo.
*Gracias - Guardé mi teléfono y me senté a lado de mi madre, su expresión era seria, con calma le pidió té a Alicia y después suspiró.
-¿Por qué no me dijiste que hablabas con la esposa de tu primo? - No quería preocuparla... Pero ahora ella lo sabe y seguramente mi tío le llamó para reclamarle eso.
Continuará...
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Grietas Del Corazón (Adrinette / Felinette)
FanfictionUna serie de acontecimientos y malas decisiones obligan a Marinette a irse a vivir en Londres. La decisión de un rubio francés provoca que pierda al amor de su vida, él creyó que podría protegerla de una situación que lo tenía entre la espada y la p...