Marinette.
La lluvia seguía cayendo y se azotaba contra la ventana de mi habitación. La respiración de Félix era pacífica y su pecho subía y bajaba con tranquilidad, él ya estaba dormido y su rostro reflejaba una paz profunda.
Aparté unos mechones de su frente y besé sus labios, eran deliciosos. Descansaba profundamente y eso me enternecía. Tomé una sábana y me cubrí para salir de mi habitación.
-Marinette - se acercó mi kwami.
-Shhhh - le pedí ya que Félix aún estaba aquí - ¿Qué sucede? - susurré lo más bajo que podía.
-Tengo hambre.
-Yo también - ambas reímos y fuimos a la cocina por algo para comer.
-¿Tú y Félix?... - mis mejillas ardieron y asentí con un poco de inseguridad y vergüenza- ya veo... Entonces... ¿estarás con él?
-Sí - sonreí y recordé cada palabra que me dijo, cada una de sus promesas sonaban sinceras.
-¿Pero él sabe que tú estás...? - asentí - ¿Y aún así? - volví a asentír.
-Dijo que quiere ser su padre.
-¿Y Adrien?
-Adrien no sabe que vamos a tener un hijo, y es mejor así. Sé que no es lo correcto, pero tampoco me dejó opción, él decidió hacerme a un lado - mi voz se quebró - No sé por qué yo sí tendría que preocuparme cuando él no pensó en mí cuando se casó - saqué un guiso que Félix me enseñó a preparar y tomé dos cubiertos para comer.
-Entiendo...
-Vamos a disfrutar - le extendí el tenedor y ella lo tomó para agarrar un poco de comida del refractario y lo metió a su boca.
La luz regresó e iluminó todo el departamento, incluyendo la luz de mi habitación. Tikki y yo nos miramos y seguimos con nuestra degustación.
La voz de Félix se escuchó y Tikki suspiró porque tenía que esconderse. Serví un poco del guiso en un pequeño plato y se lo entregué para que se fuera.
-Ahí estás - sonrió y se acercó a la pequeña barra para apoyar sus codos y mirarme con amor - ¿Antojos nocturnos? - enarcó una ceja y vio lo que estaba comiendo.
-Lo siento, ¿Te desperté? - negó con la cabeza y me quitó mi cubierto para tomar de mi comida.
-La luz lo hizo - probó lo que me había enseñado a preparar - Esto sabe delicioso - cerró los ojos para disfrutar mejor del sabor.
-Tengo al mejor profesor - tomó otra porción, pero está vez me la extendió y yo acepté.
-Tienes suerte de tenerlo cielo - su soberbia a veces lo dominaba. Dio la vuelta para quedar a un lado mío y me abrazó - ¿Has tenido náuseas últimamente - negué con la cabeza y me recargue en su pecho - Eso me alegra...
-Creo que a mi hijo le gusta tu sazón.
-Nuestro mi amor, nuestro hijo - inhaló el aroma de mi cabello y acarició mi vientre - Eres como mi hogar mi cielo, hermoso y cálido.
-Félix - sus latidos resonaban en mi oído y cerré los ojos para disfrutar de ese sonido - ¿Cuál es tu sueño?
-Honestamente no lo sé... Tengo que tomar mi especialidad, pero aún no me decido - con cuidado me cargó y la sábana se deslizó un poco por mis brazos, lo cual él notó y sonrió ladinamente.
-¿Ya me vas a llevar a la cama?
-Es tarde y debes descansar - besó mi mejilla y yo rodeé su cintura con mis piernas, traía puesto su boxer y yo la sábana. Apagó las luces y entró a la habitación para bajarme en el colchón.
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Grietas Del Corazón (Adrinette / Felinette)
FanfictionUna serie de acontecimientos y malas decisiones obligan a Marinette a irse a vivir en Londres. La decisión de un rubio francés provoca que pierda al amor de su vida, él creyó que podría protegerla de una situación que lo tenía entre la espada y la p...