Marinette apretaba mi mano y se quejaba del dolor, mi frente comenzó a sudar por los nervios, no quería que sufriera esto y aceleré para llegar más rápido a la clínica.
Con cuidado la bajé y ella inhalaba y exhalaba, unas pequeñas lágrimas se escaparon de sus ojos por el dolor.
-Tengo miedo Félix, no quiero - negó con la cabeza con desesperación.
-Tranquila mi amor, solo respira y calmate, estaré contigo en todo momento ¿Sí? - ingresamos y en recepción llené el formulario para que la atiendan.
Un par de enfermeras tomaron de cada brazo a Marinette y la guiaron a un consultorio.
-¿Trae lo necesario? - preguntó una de las enfermeras y yo asentí, también le pasé la pequeña maleta. Una doctora entró y revisó cuanto de dilatación tenía.
-Tiene ocho, preparen todo y trasladen a la joven al quirófano, no tarda en salir - las enfermeras asintieron y salieron con Marinette mientras que nosotros la seguimos - Tú debes ser Félix.
-¿Me conoce? - yo no conocía a los del turno nocturno.
- Tu profesor avisó que te tendríamos aquí pronto por tu bebé.
-Gracias - Marinette me miró con desesperación y continuó respirando con trabajo - Disculpe doctora, pero ¿Me podría permitir estar presente? No quiero despegarme de mi familia.
-¿Aguantarás? - sonrió burlonamente.
-Soy el mejor de mi clase y de la universidad, puedo con esto - llegamos hasta el quirófano y mi novia entró sola porque la doctora me detuvo.
-Sin embargo se trata de tu mujer y de tu bebé, los sentimientos se mezclan en esta situación - mi cuerpo se tensó al escuchar sus palabras, la doctora clavó su atención en mis manos y sin darme cuenta estas temblaban.
-Podré mantener la calma, eso se lo aseguro - dije con firmeza, traté de calmar los nervios involuntarios y ella sonrió, tomó su teléfono y avisó que yo entraría y que debían prepararme un quirúrgico. Marinette ya no aguantaba el dolor y comenzó a soltar pequeños gritos que se escuchaba desde aquí afuera.
Una enfermera me entregó el quirúrgico y fui a cambiarme lo más rápido que pude para entrar y acompañar a la madre de mi hijo.
-Félix...
-Todo saldrá bien mi mademoiselle.
Ya listos para recibir a mi bebé, la doctora le dio la orden a Marinette de que comenzara a pujar.
-No puedo, no puedo - gritó y negó con desesperación.
-Tu puedes cielo, eres fuerte. ¿No quieres ver como será nuestro pequeño? ¿Qué ojos tendrá? - comencé a susurrarle en el oído y limpié su frente - Vamos mi amor, tú puedes hacerlo, solo tú puedes traerlo sano y salvo - ella asintió y pujó con más fuerza. Sus gritos de desesperación me pusieron nervioso y me sentí inútil ya que no podía hacer nada para aliviar su dolor. Mi mano dolía por la presión que hacía cada que pujaba y también gritaba mi nombre y cuánto le dolía esto, yo solo rogaba para que esto pasara rápido.
Después de unos siete intentos la sala fue invadida por un llanto y Marinette suspiró aliviada y echó la cabeza hacía atrás. Su respiración era agitada y trató de recuperar aire que perdió con los gritos. Besé su frente y también sus mejillas, ya había pasado este sufrimiento. De reojo pude observar cómo limpiaron a nuestro bebé y como lo revisaban. Cumplían con el protocolo que se debía de seguir.
-No creí que sería tan doloroso - lloró un poco - Ay Félix - suspiró derrotada. Una enfermera se acercó a nosotros con un bulto en sus brazos y me lo entregó.
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Grietas Del Corazón (Adrinette / Felinette)
FanfictionUna serie de acontecimientos y malas decisiones obligan a Marinette a irse a vivir en Londres. La decisión de un rubio francés provoca que pierda al amor de su vida, él creyó que podría protegerla de una situación que lo tenía entre la espada y la p...