Félix.
-No soy mucho de beber... Pero la situación lo amerita - Adrien sirvió dos copas de vino y me invitó a tomar asiento en su comedor.
-Lamento no habértelo dicho antes - jugué un poco con mi copa - No tenemos mucho tiempo porque...
-Tu familia te está esperando - suspiró con pesadez y yo asentí lentamente - habla rápido y vete, tu hijo debe descansar y estar en un auto no es muy cómodo - sonrió de forma triste.
-Lamento que te hayas enterado de esa forma, en la fiesta - soltó una risa cansada.
-Esperaba todo menos eso... Un hijo Félix... Un hijo con Marinette.
-Sí... - ojalá fuera completamente mío y solo mío.
-Al menos me hubieras comentado que ya eras papá, todos estos años... - apretó su copa.
-Creí que te desquitarías con él en cuanto descubrieras que era nuestro hijo, por eso no mencioné nada de él cuando nos volvimos a ver, además de que tú y yo dejamos de hablarnos desde que ibas a casarte...
-No soy un patán para desquitarme con un niño, dime, ¿de verdad crees que le haría daño al hijo de la mujer que amo?- Mis manos temblaron, él seguía aferrado a Marinette.
-Debes olvidar a Marinette, ahora ella está conmigo, Adrien.
-De verdad lo intento, pero me sigo haciendo la misma pregunta desde que los descubrí "¿Por qué ella?" - eso me obligó a verlo a los ojos - De todas las mujeres que existen ¿porque te tuviste que enamorar de Marinette? - se recargó en su silla y lanzó la cabeza para atrás - cuando descubrí que tenías contacto con Kagami creí que sentías algo por ella, sonaré como un idiota, pero no me hubiera importado si la hubieras cortejado a ella.
No sabía que decirle, ni siquiera sé porque quería hablar con él ahora, quizá debí esperar un poco más a que se calmara, solo estaba diciendo tonterías.
-Debí haberte dicho que Marinette era mi novia - siguió y yo me límite a escuchar - debí haberte enseñado fotografías de ella para que al verla no te hubieras acercado y te hubieras prohibido amarla ¿o acaso ya lo sabías? - recuperó su postura firme y se recargó en la mesa para mirarme con odio - ¿estaban conscientes de que los tres estábamos relacionados cuando decidieron estar juntos? - yo negué con la cabeza - ¿Cuando se enteraron?
-Cuando ella conoció a mi madre, después de que ella regresara de su viaje, el viaje que hizo para fortalecer las relaciones empresariales y que tu padre no pudiera hacernos nada por interferir en tu matrimonio.
-¿Marinette que hizo cuando lo descubrió? ¿qué fue lo que tú hiciste para que ella permaneciera a tu lado?
-Ella enloqueció, lloró y... - apreté mis puños - estuvo a punto de dejarme - recordar ese momento me dolía, nuestra relación pendía de un hilo - Yo también dude sobre lo nuestro cuando lo descubrí, caímos en el punto más bajo de nuestra relación.
-¿Entonces porque te aferraste? ¡Sabías perfectamente que ella es mi todo, Félix! - golpeó la mesa.
-Porque por primera vez me había enamorado, ¡por primera vez me sentí vivo a su lado! Además ya había nacido Louis y se robó mi corazón, no podía renunciar a ellos solo por una maldita coincidencia.
-Debiste contarle toda la verdad, que yo no quería casarme, ¡tal vez en ese tiempo me hubiera perdonado! Maldita sea Félix, me robaste lo que más amaba.
-¡Por supuesto que le dije! Incluso iba a renunciar a ella si de verdad aún te amaba, pero qué crees Adrien, la perdiste en aquel momento que decidiste obedecer a tu padre. Y por si no lo recuerdas yo te insistí y traté de convencerte de que no lo hicieras - lo señalé con desprecio - y ahora que lo pienso, que bueno que no me hiciste caso, me alegro de haber escuchado a Claude y de haberte dejado hacer lo que querías. Ahora yo vivo mi vida y estoy dejando que tú vivas la tuya, como siempre quisiste. ¡Te dejé en paz! - su mandíbula se endureció y yo me preparé para cualquier cosa que él fuera a hacer.
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Grietas Del Corazón (Adrinette / Felinette)
FanfictionUna serie de acontecimientos y malas decisiones obligan a Marinette a irse a vivir en Londres. La decisión de un rubio francés provoca que pierda al amor de su vida, él creyó que podría protegerla de una situación que lo tenía entre la espada y la p...