capítulo 4: Opciones.

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Félix.

-Mira - le mostré la revista de Gabriel que había llegado recién a mi madre- ¿Adrien te mencionó algo? - ella negó y siguió leyendo la entrevista. Esto me dio un mal presentimiento.

-No sabía que tenía una novia ¿Tú sí? -Yo negué con la cabeza - Deberías ir a verlo - me guiñó un ojo y se levantó de su sillón.

-Tal vez tengas razón - ya tenía tiempo que no lo veía y estábamos perdiendo el contacto, pero no el suficiente como para que no me comentara que se iba a casar - Iré a comprar un boleto para salir hoy mismo.

-Antes de que hagas eso cariño ¿Cuando entras a clases? - aún tenía vacaciones y ella lo sabía, pero siempre le gusta involucrarse en mis asuntos y pregunta de todas formas. Así es ella. Atenta y amable con nosotros.

-La semana que viene, aunque yo lo haré por la tésis, veré a mi profesor y seguirá revisándola - mi madre sonrió y sirvió una taza de té - escuché que enviaron varias cartas de intercambio a varios estudiantes del extranjero y ellos entraran dos semanas después del regreso oficial. Gracias al cielo el director no me nombró tutor de alguno de ellos - sonreí satisfecho.

-Deberías postularte, me preocupa que tu único amigo sea tu hermano y tu primo - "no gracias madre". Las personas solo me buscaban para pedirme asesorías, supongo que no les agradaba lo suficiente como para que me incluyeran en su grupo de amigos, pero tampoco me importaba.

-Lo haré - mentí y salí con el chófer a la estación del tren, me quedaré en el departamento que tenemos en París y ahí tenía ropa, así que no era necesario llevar una maleta.

Llegué en la tarde y pedí un taxi para ir a la mansión de mi tío, sabía que no sería bien recibido, sin embargo nunca le he dado importancia a sus restricciones o malos tratos.

-Adrien, tu primo ha venido a verte - Nathalie aviso mi presencia, tampoco le caía bien, pero era menos notoria su inconformidad que la de mi tío - Bajen a comer en cuanto les llame.

-Asi será - contesté y Nathalie se retiró.

-¿Qué haces aquí? - preguntó un poco sorprendido.

-También me alegra verte, Adrien. No sabes las ganas que tenía de venir a verte para que me recibieras así - bromeé

-Lo siento, es solo que he estado estresado estos días - se acercó a mí y me envolvió en un abrazo.

-Mi madre y yo nos enteramos que ibas a casarte, felicidades - su sonrisa se desvaneció, lo cual confirmó mis sospechas. De mi mochila saqué la revista y se la extendí. - por tu reacción me doy cuenta que está no es tu decisión. Mi tío debería dejar de imponerse en tu vida y tú deberías tomar tu propio camino - me senté en su escritorio y encontré una fotografía de él con una chica, ambos estaban danzando, pero no pude ver su rostro porque estaba de espaldas y Adrien lucía más joven.

-No puedo negarme ¿podemos hablar de otra cosa que no incluya: una boda, mi padre o mi vida? - me arrebató la fotografía y la guardó en su bolsillo. El ambiente empezó a ponerse tenso.

-Ella, la de la foto ¿Es tu novia? - él sonrió con tristeza y trató de retener las lágrimas que amenazaban por salir -Nunca mencionaste estar en una relación.

-Nunca preguntaste ni te importó escuchar sobre cursilerías, por eso nunca te lo dije.

-Lo lamento, supongo que ya no tiene caso saber quién es - el asintió y se dejó caer en la cama mirando hacia el techo - ¿Aún la quieres?

-Más de lo que te imaginas - me recargué en la silla a pensar en cómo podría hacer esto si está enamorado -Ella es la mujer de mis sueños...

El brillo de un objeto llamó mi atención. Era un anillo - ¿Este es el anillo que le entregarás a tu prometida¿ ¿tu padre te lo dio?

-No, claro que no, ese anillo era para... - se acercó y lo tomó para pulirlo con cariño - ya no tiene caso.

-Adrien, dile que no a tu padre - siempre era tan sumiso a sus órdenes y ya estaba harto de siempre verlo así - Ya no tienes dieciocho como para que tengas que obedecerlo. Deja de ser un idiota y...

-Cállate - Me levantó de la silla y me arrastró hasta la puerta de su habitación - Deja de molestarme y vive tu propia vida. Seguramente estás harto de sermonearme.

-Pues ahora que lo mencionas, sí, estoy harto de que seas así.

-Mira que coincidencia, yo estoy más que cansado de esto también. Si no te gusta como manejo mi vida entonces deja de meterte. Eres un maldito controlador que siempre quiere que actúe como tú, pues que crees ¡para mi mala suerte mi madre fue la que murió en vez de mi padre! ¡Solo puedes tener libertad porque mi tío Colt falleció!

Eso fue cruel para ambos, quería herirme con su comentario, pero no se dio cuenta que también se lastimó a sí mismo. A mí no me dolía la pérdida de mi padre, pero a él sí la muerte de mi tía Emelie. Aunque tuvo razón, sin embargo yo sí hubiera podido revelarme.

Adrien lloraba sin control y yo solo observé en silencio.

-Nunca es tarde para que tomes tus propias decisiones Adrien - fue lo último que dije. Nathalie ya estaba afuera, pero no dijo nada, solo entró para ver a Adrien, al menos ella le brindaría un poco de compañía, en verdad iba a  necesitar a alguien en este momento y el resto de su vida.

-Tonto - bufé y bajé por las escaleras sin mirar atrás para salir de la mansión, de reojo vi la ventana de la oficina de mi tío y él estaba ahí, observándome y sonriendo desde lejos. Estaba satisfecho de que Adrien y yo hayamos discutido así, al fin había logrado fracturar nuestra relación.

Era momento de regresar a Londres y cortar lazos hasta que Adrien dejara de ser un idiota.

Continuará...

Grietas Del Corazón (Adrinette / Felinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora