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Durante la pandemia, México tenía reuniones recurrentes en línea y era normal para los estados ver a su padre en una de ellas gran parte del día, porque no podían dejar de trabajar

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Durante la pandemia, México tenía reuniones recurrentes en línea y era normal para los estados ver a su padre en una de ellas gran parte del día, porque no podían dejar de trabajar. En ocasiones se les olvidaba y entraban a la oficina de su padre como si nada, acercándose para pedirle permiso para algo.

De fondo se escuchaban a los estados susurrándole cosas o jugando entre ellos en la oficina de su padre. Otras veces México aparecía con uno de los estados en sus brazos; durmiendo como si nada en brazos de su padre después de jugar o terminar su trabajo. Era común ver a México de esa forma con sus estados.

En las juntas presenciales también lo hacían, pero no todos iban. A veces lo acompañaban dos estados y estos mismos se colaban dentro de las oficinas de juntas para estar junto con él.

—México, tu hijo. —Guatemala le avisó.

El mexicano volteó solo para encontrar a su hijo CDMX con la cabecita asomada, justo a sus lados tenía a otros estados quienes buscaban a su padre. México se acercó en silencio, respondiendo a las necesidades de sus pequeños. Solo habían interrumpido en su junta para decirle que iban a ir a comprar algo para comer y que no se preocupe si nos los ve al salir.

—Solo tengan cuidado y regresen apenas salgan de comprar, ¿De acuerdo? No quiero que anden por la calle como si nada. —habló, dandole un beso a sus hijos antes de dejar que se vayan. México volvió a la junta, quedándose ahí por unas horas más hasta que se dió por finalizada.

Saliendo, encontró a sus estados esperando por él sentaditos en el suelo fuera de la sala de juntas comiendo.

—Nos sacaron de su oficina por ruidosos, apa. —Sinaloa se quejó con un tono triste, viendo hacia abajo en derrota.

—Nos sacaron como a ratas. —CDMX habló.

México frunció el ceño, levantando a sus hijos para ir a hablar con la persona que había sacado a sus pequeños de su oficina. Los estados iban bien felices detrás de su padre sabiendo que a esa persona le iba a ir mal por meterse con sus hijitos.

—La próxima vez que quieran sacarlos vayan directo conmigo. No voy a permitir que los traten así, ¿Cómo van a sacar a mis pequeñitos de aquí? —preguntó molesto, dejando que entren otra vez para seguir comiendo a gusto.

Mientras que México siga vivo, a sus hijos no los iban a tratar mal nunca.

𝐇𝐈𝐉𝐎𝐒 ! estados de México.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora