𝐇𝐈𝐉𝐎𝐒 ! estados de México.

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Los estados ayudaban a Argentina en casa todos los días cuando México no podía hacerlo, ya sea porque estaba trabajando o porque había salido a sus juntas de lo mismo. México confiaba en que sus hijos iban a ayudar a su esposo, y para su sorpresa así fue; los estados desde temprano se levantaban para ir a despertar a Argentina en caso de que su padre se haya ido temprano.

Hacían lo mismo que con México; subirse a su cama y acostarse con él a esperar a que despierte, algunas veces subiéndose sobre Argentina para despertarlo, teniendo cuidado con la pancita desde siempre.

— Nuevo León... M-me estás aplastando...— Argentina se quejó, teniendo al estado norteño sobre él tal cual un pequeño niño, escondido en su cuello y durmiendo tranquilo como si nada. Argentina solo soportaba unos dos minutos o máximo cinco y después era muy pesado para él.

Literalmente pesado, los estados no eran pequeños como México los veía. Argentina no era exactamente bajito de estatura, de hecho tenía una estatura promedio, pero teniendo a los estados con él pareciera que media un metro cincuenta.

Argentina dandole palmaditas a su espalda para que se despierte, riendo después al sentirlo moverse y acomodarse sobre él. Le parecía muy tierna la forma en la que los estados actuaban con él, haciendo lo mismo que con México.

—No quiero...— se quejó.

—Ya eres un niño grande, Nuevo León, no puedo cargarte como lo haría tu papá.

—¿Por qué no?

Argentina rió cuando Nuevo León comenzó a resfregar su rostro con su cuello, después separandose para sentarse en la cama. El cabello revuelto, ojos entrecerrados por el sueño que tenía. A los otros lados de la cama tenía a otros estados, cómo Puebla, Campeche, Coahuila y Aguascalientes.

— Que tierno eres. — Argentina le jaló sus mejillas, sonriendo por lo bonito del estado. Había algo muy adorable del hecho que Nuevo León tenga esas actitudes viéndose tan grande, con todo y la barba que traía que le daba cosquillas cuando se abrazaba a él.

La limpieza de la casa comenzó después del desayuno, algunos de los estados se mantenían cerca de Argentina para ver qué no se haga daño y ver si necesitaba ayuda, los otros se encargaban de andar limpiando dónde les dijeron.

Puebla iba detrás de Argentina como siempre, hablando con él de cualquier cosa que se le venga a la mente. Argentina lo escuchaba atento siempre, pareciendole lo más adorable que había.

— Papá me decía angelito porque dicen que fui creado por los angeles.— Puebla dijo con una sonrisa.— es una teoría popular que la gente tenía, así que es uno de mis apodos.

México regresó a casa después de dos horas, encontrándose con Argentina sentado en el sillón con los estados mostrándole fotos de ellos cuando eran pequeños. Parecía que se estaban llevando bien después de todo.

— Papá cuando estaba chiquito. — CDMX habló, dejando la foto de su padre ahí. Argentina la agarró, mirándola atento, riendo después por lo gracioso que era ver a México de ese tamaño, tan pequeño. Todavía no lograba entender como llego a crecer más.

— ¿Por qué está foto está recortada? — Argentina preguntó, mostrando la foto donde México estaba con alguien. Se le veía feliz a México, mirando a quien sea que haya sido ese país.

Los estados se miraron entre si, no sabiendo si tenían que decirle, aunque lo más seguro es que ya lo sepa.
— Es China. — Puebla respondió.

— Papá estuvo con él por varios años, terminaban y después volvían, hasta que un día China dejó a papá por el papá de Rusia.— Aguascalientes explicó.

— Oh, no sabía eso. — Argentina rió nervioso.

Habían muchas cosas que Argentina no había visto, incluso habían videos guardados de México con sus estados, algunos de sus revisiones mensuales y de como iban creciendo año con año. Era muy bonito ver aquellos videos, el crecimiento de sus niños era algo que México apreciaba.

Aquí les dejo a Nuevo León, pq está bonito y chiquito. 🧍✨