0 7 1

1K 107 11
                                    

cw

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

cw. Este capítulo es sobre CDMX y Buenos Aires hablando.

CDMX tuvo que ir con Buenos Aires por petición de Argentina, quien le pidió que hablen una vez más. Argentina pensaba que tal vez eso les haga sentir mejor a ambos. Por obvias razones primero le preguntó a su hijo si quería hacerlo, a lo que Buenos Aires aceptó después de pensarlo por unos días. Algo dentro de él le decía que debía de hablar con CDMX, decirle las cosas sin miedo.

La reunión se llevo acabo en un lugar abierto, con México y Argentina cerca para verlos a ambos. CDMX con un aparato de rastreo en el tobillo y esposas debido a su ingreso al centro de rehabilitación para estados/provincias.

—Hola. —CDMX anuncio su llegada, saludando a Buenos Aires con la mano, al menos lo poco que podía alzarla. La provincia se le quedó viendo por unos segundos, sintiendo su corazón latir con miedo. —tienes todo el derecho de sentir miedo de mí, no te preocupes, no puedo hacer mucho con esto en mis muñecas. —avisó, sentandose en frente de él.

—¿Por qué quieres verme?

—Solo quiero hablar contigo... Una última vez.

—¿Disculparte otra vez? ¿Por qué?

CDMX no tenía una respuesta a eso la verdad.
—La verdad... Creo que solo quería verte, preguntarte cómo estabas. —habló algo incómodo, mirando hacia abajo. —no pensé que ibas a aceptar verme.

—Ni yo. —respondió. —¿Por qué volviste a rehabilitación?

—Nada malo. —contestó rápido. —solo... Mi papá tuvo la idea de volverme a meter a rehabilitación por unos meses por mi relación con Beijing... Ya terminé con él.

Buenos Aires se alarmó un poco. —¿Qué le hiciste a Beijing?

—N-no, no, no fue por eso. No le hice nada malo a Beijing. China le pidió a mi padre que nos separen por su bienestar, le preocupaba que yo le hiciera daño a su hijo... —habló honesto y algo temeroso de que Buenos Aires crea otra cosa, aunque era difícil no pensar en algo malo cuando venía a CDMX.

—Eso es... Bueno... Ya sabes, que no hayas vuelto a hacer lo que me hiciste. —respondía con la mirada baja, suspirando después. —CDMX.

—Dime.

—¿Por qué..?

—¿Mmh?

—¿Por qué hiciste eso conmigo?— preguntó de una vez, mirando a la capital mexicana. CDMX se acomodó en su asiento, sabiendo que esa pregunta vendría en cualquier momento. —¿Por qué me odiabas? ¿Por qué no me dejabas ir a pesar de que no me amabas?

𝐇𝐈𝐉𝐎𝐒 ! estados de México.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora