0 0 5

3.6K 366 78
                                    

Campeche era el siguiente estado en pasar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Campeche era el siguiente estado en pasar. Estaba nervioso, casi muerto de miedo ya que no recordaba mucho de lo que tenía que decir dentro, ¿Tenia que ser sincero todo el tiempo? Porque no sabía mentir. Despidiéndose de Yucatán, se fue con su padre al consultorio donde dejaron que se siente primero.

—Campeche, ¿Verdad? —México asintió, acariciandole el cabello a su hijo quien obvio estaba aterrado, mirando hacia abajo al suelo, moviéndose inquieto. —No hay nada que temer, Campeche, solo vamos a hacer una revisión rápida y una inyección indolora.

—¿Qué significa eso..?— preguntó en voz bajita y preocupado.

—Significa que no duele, mi amor. Yo estaré aquí contigo en todo momento, no te asustes. —México le contestó con una sonrisa. Haciendo que se levanté para proseguir con la revisión.

—Un metro noventa y un peso adecuado como siempre. —habló al terminar con esa pequeña parte. Campeche se bajó de dónde lo habían colocado, sentandose en la silla una vez más para ver qué proseguía.

La inyección. Campeche miró como se acercaba otra vez, pegandose s su padre en busca de protección. Mirando hacia arriba a México con ojitos brillosos por las lágrimas que amenazaban con salir. México lo miró, dandole un beso en la frente para calmarlo.

—Tranquilo, todo está bien, corazón. No va a doler nada y será rápido, mi vida. Quédate quieto. —pidió, dejando que se esconda en él. Campeche cerró los ojos con fuerza, sollozando cuando sintió la inyección. Al terminar, se aferró más fuerte a su padre. —Ya está, corazón, no pasó nada.

—¿Hay alguna preocupación con Campeche?

—Tal vez. —respondió. —El territorio de Campeche esta pasando por unas complicaciones de violencia. No quisiera que mi niño se vea afectado por eso. Campeche no es como sus hermanos, no tiene la misma mentalidad que ellos. Es como un pequeño niño.

— Es muy temprano para recetarle un medicamento, pero en caso de que muestre señales de agresividad es necesario medicarlo para evitar cualquier tipo de situación. —respondió, mirando a Campeche. —¿Qué sientes, Campeche? ¿Una vez te has sentido muy molesto por algo pequeño?

Campeche se separó de su padre, mirándolo en espera de que él rssponda. México rió suave. —Responde tú, corazón.

Campeche miró a la organización, negando. —N-no.

—Correcto. Es todo, Campeche, cualquier cosa que sientas le tienes que decir a tu padre, ¿De acuerdo? —el estado asintió, levantándose para poder salir. No sin antes que le dieran una paletita y así salió feliz para sentarse con una sonrisa.

Los estados miraron a Campeche.
—No mames, ¿Cómo que dan paletas, wey? A mí no me dieron ninguna. —Aguascalientes habló con cierta molestía.

—Espero me den dos por las dos vacunas que me pondrán. —Sinaloa expresó.

𝐇𝐈𝐉𝐎𝐒 ! estados de México.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora