Capítulo 31: La manzana nunca cae demasiado lejos del árbol

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“ ... Mmm. ”

Cuando abrí los ojos, vi un techo bastante familiar.

Esta solía ser mi habitación hasta que entré en la academia.

“ Ugh ...! ”

Estaba tratando de levantarme, sintiéndome un poco perplejo de por qué podía ver el techo de mi habitación, pero de repente un dolor agonizante surgió sobre mi cuerpo.

Mientras temblaba y me acurrucaba de dolor, alguien me agarró suavemente la mano.

“ ... Joven Maestro. ”

“ Kania. ”

Durante mucho tiempo, nos miramos en silencio sin pronunciar una sola palabra. Y luego, al momento siguiente, ambos abrimos la boca al mismo tiempo.

“ Todo es mi culpa ... ”

“ Pido disculpas por mostrarle una exhibición tan violenta. ”

Y cuando terminamos de hablar, nuevamente comenzamos a mirarnos en silencio.

“ ... ¿Por qué te culpas a ti mismo? ”

Pronto abrí la boca con una sonrisa amarga, rompiendo así el silencio.

“ No es que no quisieras visitar a Kadia. Entonces no es como si sucediera por tu culpa, sino solo si tu maldición pudiera desaparecer ... ”

“ No, es ... no se trata de eso ... ”

“ Huh ...? ”

Sin embargo, por alguna extraña razón, Kania parecía angustiada y pronto comenzó a llorar amargamente.

“ Kania…? ¿Qué pasa ...? ”

“ Lo siento mucho ... lo siento, joven maestro ... ”

“ ......? ”

Finalmente, mientras estaba acostada en la cama, Kania se inclinó y comenzó a disculparse en un tono tembloroso, y mientras la consolaba dándole palmaditas en la espalda con una expresión desconcertada —

– Stomp ... Stomp…

“ ” ......! ” ”

Escuchamos pasos en el pasillo, acercándonos a mi habitación. Sorprendidos, los dos nos separamos apresuradamente el uno del otro.

– Creak…

Finalmente, la puerta se abrió y mi hermana Aria entró en la habitación. Intercambiamos silenciosamente miradas y luego comenzamos a actuar naturalmente.

“ Joven Maestro ... ¿qué demonios le hiciste a mi hermana ...? ”

“ Bueno, ¿no hice nada? ”

“ Pero ... esa poción ... ”

“ ¡Ah, vete! ”

Mientras gritaba así, arrojé la almohada a mi lado en Kania, y al momento siguiente, la almohadilla la golpeó en la cara.

“ ... ¿Eh? ”

LAS PRINCIPALES HEROÍNAS ESTÁN TRATANDO DE MATARME  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora