LAS PRINCIPALES HEROÍNAS ESTÁN TRATANDO DE MATARME

Capitulo 162~¿A Donde Fuistes?

( ¿A dónde fuiste? ༻

- TOC Toc.

"... Disculpe, profesora Isolet".

Dos niñas estaban afuera de la casa de Isolet.

– Chirrido…

"Parece que está desbloqueado".

"... Sí, eso parece".

Las dos chicas eran Lulu, con sus ojeras prominentes, y Aishi, que tenía una expresión pálida.

"Um... Princesa Aishi, ¿también recibiste una invitación de la profesora Isolet?"

"S-sí".

Debido a sus diferentes estatus sociales, rara vez intercambiaban palabras, a pesar de ser parte del mismo Grupo de Héroes. Como tal, hablaron con un tono incómodo mientras conversaban entre ellos.

“V-vamos adentro primero”.

"…Eso suena bien."

Rápidamente entraron a la casa, ansiosos por disipar la persistente incomodidad.

“Um… ¿viniste?”

Entonces, Isolet, que había estado tumbada hasta entonces, sonrió de buena gana y les dio la bienvenida.

"Ve a saludar a Frey que está allí".

"…¿Qué?"

Después de pronunciar estas palabras, Isolet se desplomó sobre la mesa del comedor una vez más. Lulu y Aishi dirigieron sus miradas hacia el lugar que Isolet había señalado y cayeron en un profundo silencio.

“………….”

“Héroe… Por favor, te lo ruego…”

Roswyn, que tenía el pelo despeinado, se arrodilló y suplicó con los ojos fijos en una vaina.

“Por favor acepta estas flores… deja que suceda el milagro… te lo ruego…”

Roswyn ignoraba por completo a las dos chicas detrás de ella.

“Dijiste que una vez que todo terminara, sucedería un milagro si vendría a ti con las flores. Así que por favor, héroe, por favor…”

Continuó hablando en tono desesperado.

“Ahora finalmente entiendo a quién debería haber servido... a quién nuestra familia debe su gratitud. Fuiste tú todo el tiempo, el héroe de nuestra generación quien me mantuvo con vida…”

Con una expresión compleja que parecía contener numerosos recuerdos, Roswyn extendió su mano temblorosa.

“E-escribiré tantos como… me enviaste todos los días. Puedo escribir tantas cartas de amor como quieras”.

Como ella dijo, Roswyn había recibido cartas de amor de Frey todos los días.

Al principio había leído algunos para aumentar su autoestima, sin embargo, su interés decayó rápidamente, lo que hizo que descartara otros posteriores sin siquiera leerlos.

Sin embargo, para Frey, ella siempre fingió haberlos aceptado mientras respondía con una sonrisa.

“Haré lo que quieras. Cumpliré todos tus deseos…”

Frey siempre accedió a las peticiones de Roswyn.

A diferencia de Ruby, que comenzó con solicitudes modestas y gradualmente fue escalando hasta llegar a exigencias irrazonables, Frey siempre concedía todo lo que Roswyn deseaba.