Elrik Allister.
Tomé entre mi mano el vaso rojo que por más quiera recordar no me acuerdo quien o a que hora lo dejaron en la mesa en frente de mí, solo lo tomé, me importó una mierda de quien haya sido o que mierda era lo que tenía, solo me lo llevé a mis labios y me empine todo su contenido hasta que mi garganta ardió y que hiciera una mueca de molestia. Hace rato que perdí la cuenta de cuantos vasos llevo o que tanta mierda me he tomado.
Despegue el vaso ya vacío de mis labios y me relamí mi labios mientras la veía a ella parada a menos de un metro de mí, se ve más fresca como una lechuga, así parece que no ha tomado casi una botella entera de tequila en lo que lleva de la fiesta y debo de admitir una cosa que muy probablemente no lo diría sí estuviera sobrio; Ella es jodidamente hermosa con esas facciones delicadas que la hacen ver frágil, esos ojos castaños y sobre todos esos labios que hacen que quiera hacer cosas para nada inocentes, pero con solo recordar que ella es una Canwell recuerdo que es prohibida para mí. Cuando me hablaron de la princesita de los Canwell me imaquine a una chica engreída, presumida, presuntuosa que busca llamar la atención las veinticuatro horas del día, pero no fue así de hecho, me atrevo a decir en las pocas horas de estar la observando es que, busca lo contrario. Busca ser desapercibida por la vista de todos.
Ella sabe que la estoy mirando, lo sabe y aún así finge no darse cuenta y eso hace que algo dentro de mi se encienda queriendo por su atención como lo hizo hoy y exactamente tres veces, la forma en la que me miraba, la forma en la que frunciá su ceño al saber que no la volteaba a ver, la forma en la que disimulaba verme, la forma en la que mordía ese labio inferior, me hacía querer solo encararla y ver sí se atrevía a seguir mirandome de esa manera, pero no, no lo hice.
Baje lentamente la mirada por ella sin dejar un solo lugar sin examinar y una vez llegue a sus pies reí más que nada porque no lleva nada, está descalza, jamás creí que la princesa de los Canwell se atreviera a estar descalza por un lugar donde puede haber de todo, vomito, alcohol y agua de dudosa procedencia y aun más vomito, claro que mi sonrisa se borro de golpe cuando un tipo mucho más alto que ella se acercó, le quitó el vaso que sostenía entre sus pequeñas manos con un poco de molestia, ella levantó la mirada y una sonrisa que me dejó perplejo apareció en sus labios. Incluso su sonrisa es hermosa, son esas sonrisas que con solo ver te alegra el jodido día y eso me molesta, que todo ella sea tan... perfecto y color de rosa cuando en realidad todo es una puta mierda. Cuando mí realidad es una mierda por culpa de su familia.
Él se acercó a ella con demasiada confianza se inclinó hasta estar a su altura y le dijo algo que, aún que quisiese no pude escuchar y todo por la maldita música, pero vi como esa sonrisa que apareció en ella desapareció para convertirla en una mueca mientras su ceño se frunció levemente y después negar con desdén como si algo de lo que él dijo le repugnara y segundos después salió de la cocina a pasos torpes y descuidados producido por todo el alcohol que están circulando por ese cuerpo suyo.
Entonces me llevé mis dedos a mi cabello y suspiro pesadamente por que se que lo que voy hacer es un error para mí. Para ambos. Para todos, pero una vez cruce esa linea ya no abra vuelta atrás, ni para mí, ni para ella.
Tal vez debí de haberlo pensando dos veces antes de ir hacia ella, pero cuando me di cuenta de ello ya estaba detrás de ella como su vil perro.
[♡.]
Abrahel Canwell
Empecé a subir cada peldaño tan fuerte como podía dejando en claro lo enojada que estaba, pero a quien engañó, la verdad no lo estoy, solo estoy un poco enfadada, enfadada con ese tal Elrik, ¿Quien se cree que es para mirarme de esa forma? No me conoce, no lo conozco, entonces, ¿Por qué no deja de mirarme como si quiera atravesarme con la mirada? O ¿Cómo sí esperará algo de mí? Y como sí eso no fuera poco, las estupideces que me dijo Tynan ¿Desde cuándo se preocupa tanto por mí? ¿Desde cuándo le preocupa que beba? Sí antes ni me volteaba a ver y es más, antes ni siquiera se me acercaba.
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Por Favor, No Me Odies [BORRADOR]
RandomPara Abrahel todo esta resuelto, ella cree que nada ni nadie puede hacer que su vida de color "rosa" se vaya por el caño, pero todo cambia cuando un chico peligrosamente atractivo y misterioso aparece en su vida. Un Allister. ¿Que pasará? ¿Todos los...