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Hoy, al igual que los últimos días, Damon me a estado trayendo y recogiendo del colegio, para muchos eso puede ser un poco, ¿molesto? ¿fastidioso? ¿Incomodo?... pero no para mí, porque ahí el detalle, me gusta pasar tiempo con él, sin siquiera imaginarlo ya estoy acostumbrada a su presencia, me seria extraño no tenerlo cerca. ¡dios! Sí mí yo de hace años me escuchará, ahora mismo me estuviera juzgando.

Miro una vez más hacia la entrada del colegio donde veo a todo el alumnado entrar. Tomo la mochila y abro la puerta, pero antes de salir le recuerdo:

—Recuerda que tienes que venir por mí
A las 4:30 —de inmediato gira su cabeza hacia los asientos traseros donde estoy yo. Sus ojos verdes brillan como una esmeralda producto de los rayos de sol que se cuelan por las ventanas del carro. Es atractivo, no lo voy a negar, pero no es mí tipo.

Una sonrisa ladina aparece en sus labios y yo fruncí el ceño al no entender a que viene esa sonrisa en estos momentos.

—Lo que digas.

—Lo digo en serio, Damon —Dije muy seriamente, haciendo que esa sonrisa se enganche aún más—. No quiero que por mi culpa tu estés esperándome aquí afuera, como un idiota.

—Lo único que te tiene que interesar es que yo este aquí para cuando tu salgas —sus ojos me detallan por completo y juro que sus ojos brillaron aún más cuando hizo eso—. Ahora vete, antes que se te haga más tarde y te regañen.

No dije nada más, solo me le quedé mirando unos cuantos segundos más y luego salí, escuché como me gritó un; adiós, pero yo ya no pude decirle nada más porque en cuanto cerré la puerta del carro el timbre del colegio ya había sonado, por lo que, fui casi casi corriendo antes que me cerraran las puertas en la cara.

[♡.]

Aparte un mechón de cabello que empezaba a estorbar en mi cara mientras miraba al grupito de chicos que estaban enfrente mío haciendo calentamiento antes de empezar con su entrenamiento, pues para nadie es un secreto que dentro de poco empezaran los partidos con otros institutos e incluso algunos colegios ya están en partidos.

Se supone que en estos momentos debo de estar en la clase de historia, pero la verdad no se me dio la gana entrar, eso y porque la profesora no me dejo entrar solo por haber llegado cinco minutos tarde, prácticamente me cerró la puerta en mis narices sin miramientos.

En fin, para no estar taaaaaaan aburrida por la próxima hora, decidí venir a las gradas para mirar como él profesor les grita a los miembros del equipo de fútbol que, aún que no entiendo ni un carajo de lo que él profesor les dice, estoy satisfecha con la vista que ellos me dan.

Golosa.

Bueno no tiene nada de malo venir a verlo, ¿O si?

Escucho como él profesor les grita que troten alrededor de todo del campus hasta completar 5 vueltas a lo que ellos empiezan a renegar y entonces solo lo hago, como hago muchas cosas ante de pensar en las consecuencias, reí, reí tan fuerte que todos los chicos e incluso él profesor se giraron a verme y de inmediato me siento estupida y sobre todo avergonzada mientras sentía como el calor subía por toda mi anatomía en vista de todos ellos.

Mi vista pasó a cada uno de ellos con suma vergüenza y cuando creí que todo no podía ser peor, lo vi, allí estaba, Elrik mirándome con una sonrisa que no sabía que tenía y mucho menos sabia que él estaba aquí, ¿Como fue que no me di cuenta que estaba aquí?

Todo el calor subió y si tuviera un espejo enfrente mío, pudiera ver lo roja que estoy por la situación, por que no es necesario tenerlo, ¡se que sí lo estoy!

Desvíe la mirada a un lado de él para encontrar a Tynan quien al igual que él pelinegro, está también tiene una sonrisa burlona dibujada en su rostro y con toda la vergüenza consumiendo me en el interior alce la mano a la altura de mí pecho y lo salude a lo que él soltó una risita que pude escucharla incluso a esta distancia y que provocara que ahora todos los enfocarán a él, para luego devolverme el saludo con esa sonrisa radiante que tiene.

Por Favor, No Me Odies [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora