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Es inevitable como mí cuerpo reacciona ante un solo roce suyo. Es irracional la forma en la que mí mente viaja a ese momento que tuvimos en aquel departamento antes de que todo se fuera al carajo. Es exasperante tener que soportar todo lo que siento por él.

Hoy toco entregar el proyecto. Lo que no estaba enterada fuera que, los tres fuéramos a entregar el proyecto, sí bien, me encargué de agregar más información, pero cuando la maestra nos preguntó a cada uno preguntas específicas acerca del proyecto empecé a entrar en pánico y no por mí, si no por Elrik, pero me quedé boquiabierta cuando le contestó la pregunta como si él hubiera hecho todo el proyecto... Como sí él toda la información que tenían esas hojas, él las supiera de memoria.

Me sentía muy confundida, pues él no hizo nada, técnicamente, pero todo lo narró letra por letra e incluso cosas que no venían. Tynan quien estaba igual que yo, lo mirábamos sin poder creer una mierda de lo que salía de su boca.

Todavía recuerdo como la profesora nos felicitó con una sonrisa de oreja a oreja, pero yo lo único que hice fue tragar grueso y tensarme en mí lugar cuando sus dedos empezaron a jugar con los míos de una manera que hizo que una descarga de electricidad pasara por todo mí cuerpo pasándose en mí vientre bajo.

Claro, luché con todas esas sensaciones que él provoco y le di un codazo en sus costillas, un codazo que la profesora vio, pero que prefirió ignorar.

Esta mal de la cabeza si creía que yo volvería a caer una vez mas ante él después de que él me hiciera sentir como algo de un solo un rato cuando se fue con esa tal Sarah.

Solo con recordarlo hace mi sangre hierva de enojo y que todos los recuerdos de esa noche vengan a mí mente en cuestión de segundos y es lo que he estado evitando desde los últimas semanas. Recordar.

Es como si una parte de mí me dijera que por ahora es lo mejor... mejor para mí no recordar nada y mucho menos lo que pasó en la recepción.

Sonrío orgullosa a la casa de madera enfrente de mí y luego al aula desierta donde puedo visualizar otras casitas de madera para pajaro en las demás mesas.

En las ultimas semanas he estado en los almuerzos en el taller de carpintería con la escusa de que necesitaba hacer de nuevo la casita y aún que en parte es verdad ya que, la primera me quedo del asco; la verdad de querer estar aquí, es por qué, he estado evitando a toda costa a Elrik y todo lo que tiene que ver con él. Ya tengo suficiente con verle en las clases que tengo con él.

Sí, prácticamente me estoy escondiendo y que mejor que en el taller de carpintería donde casi nadie se inscribió y el cual yo estoy.

Es cobarde de mi parte hacer esto, pero, ¿Qué hago sí lo único que siento cuando estoy cerca de él es rabia donde lo único que quiero es golpear ese rostro suyo? Que bien merecido se lo tiene por ser un hijo de puta conmigo y por haberme hecho sentir como algo fácil de desechar.

Lo odio. Lo odio como el primer día.

Me hizo sentir tan especial para él para luego dejarme caer a la realidad de golpe.

Me levanto y me voy del otro extremo de salón donde se encuentra la repisa de pinturas acrílicas formadas en filas y por colores.

Tengo pensado regalárselo a Damon que, si bien no le gustan las casitas de pájaros, se que le gustará mucho que se lo regale algo que misma hice aún que se que lo dejara en algún lugar de su habitación.

Me pongo de puntillas tratando de alcanzar el frasco de pintura que se encutra a dos estantes más arriba que yo y maldigo cuando apenas mis dedos tocan el frasco.

Doy un paso hacia atrás al igual que dejo salir un respingo cuando la puerta del salón se abre de golpe obligándome a mirar hacia esa dirección.

Genial lo que me faltaba.

Por Favor, No Me Odies [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora