Por Favor, No Me Odies [BORRADOR]

08

-Allister... -lo llamé y por alguna razón mi voz se escuchó afectada, demasiado y él lo notó, porque de inmediato sus ojos regresaron a mí.

¿Pero como no estarlo? Si se encontra en medio de mis piernas mientras una de sus manos me tiene sujetada de la muñeca y la otra recargada en el mesón aún lado mío.

Sus ojos azules me estaban mirando fijamente, con una determinación absoluta. Trate de no poner atención en la cercanía que teníamos y solo me concentré en sus ojos, pero me fue imposible cuando él bajo su mirada a mis labios y fui cuando quise hacer lo mismo, saber como sabrían sus labios en los míos, lo quise, pero no lo hice, al contrario lo único que hice fue, safarme de su agarre en mi muñeca y al hacer eso sus ojos volvieron a los míos.

-No me vuelvas a tocar -advertí con determinación a lo que él solo frunció el ceño-. Ni mucho menos me vuelvas a decir que lo que tengo o no que hacer.

Tal vez suene como toda una mal agradecida y no sería la primera vez que quedo así con él, pero tampoco es como si me importara.

Sonríe, ¡el muy hijo de su... sonrío! para luego incorporarse y dejarme ver lo alto e imponente que es su cuerpo y más cuando yo estoy sentada. Me intimidó, enserio lo hizo y más cuando pasó sus largos dedos por su cabello oscuro y soltar un suspiro para luego volver su mirada y notar que sus ojos seguían igual o más dilatados que antes.

-Intento ayudar y es lo único que piensas decir -su voz fue fría, arrastrada, pero a la misma vez ronca. Se que no le gusta estar cerca de mí-. En estos casos se dice gracias, niña tonta ¿O es que no te enseñaron a ser agradecida?

Estoy indignada ¿cómo me puede decir tonta?

Dejo salir una risa irónica.

-Yo no pedí tu ayuda ¿O si? -alego con desdén-. Y no me vuelvas a llamar tonta.

Ahora fue su turno dejar salir una risita ronca haciendo que un cosquilleo pasara por todo mi cuerpo al escucharlo. No soporto estar tan cerca suyo.

-¿Algo más que desees, princess? -Me mordí el interior de mí mejilla una vez su aliento a menta llego a mis fosas nasales.

-Alejate.

Y en cuanto dije aquello lo hizo con esa sonrisa diabólica, pero encantadora que tiene, dio unos pasos hacia atrás, pero sin llegar a alejarse por completo.

-¿Contenta? -inquiere y solo fruncí el ceño al ver que seguía sonriendo.

-Extaciada -dije con sarcasmo a lo que él alzó una ceja divertido-. ¿Que es lo que tanto te divierte?

-En estos momentos pareces un Chihuahua -Dice sincero llevando una mano de inmediato a su boca, como si se arrepentirá de lo que dijo, como si se le hubiera salido.

Mis ojos se abrieron en par con sorpresa y horror al mismo tiempo ¿Acaso me acaba de llamar perro?

-¿Disculpa? -Dije arrastrando cada palabra con incredulidad absoluta.

Y entonces la figura del profesor Miller apareció seguido de Tynan quien ambos al enfocar su mirada en mí corrieron a mi dirección con preocupación plasmada en sus rostros.

-¿Pero que fue lo que pasó? -la voz chillona del profesor es lo primero que se escucha, pero mi vista estaba en el pelinegro que una vez ellos ingresaron se apartó demasiado rápido y sobre todo su semblante se tornó sombrí, serio-. No puedo dejarlos solos un rato, por que de inmediato sale con sus cosas...

No dije nada, solo me le quedé mirando a Elrik que tan pronto como se dio cuenta que no había despegado mi mirada de él lo único que hace es darme la espalda, tomar sus cosas e irse sin miramientos y por alguna razón algo dentro de mí se removió dejándome una sensación extraña en la boca de mi estomago.