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¡¿QUÉ CARAJOS HICE AYER?!

y lo más importante.

¡¿QUÉ HAGO AQUÍ?!

es lo que me pregunté alarmada una vez me levanté en una habitación qué claramente no es mía con un dolor insoportable en la cabeza y si eso fuera poco, solo traigo una camiseta gris en vez del vestido blanco qué tenía anoche.

¿Qué hiciste Abrahel?

¿Y saben que es lo peor? Que con forme el pánico iba aumentado y mietras mi vista pasaba a cada rincón de la habitación me di cuenta de algo. Algo que incluso hizo que se me quitara el dolor de cabeza al instante.

Estoy en la habitación de Elrik o eso creo, pero de que le pertenece a él, le pertenece ¿Tengo evidencia? Sí, primero; las maletas, las mismas que él trajo y las cuales yo vi ante ayer cuando me trajo a este lugar las cuales están en la esquina de la habitación, segundo; su bolso cruzado, la misma que siempre le veo cuando va entrando al colegio esta sobre el escritorio que está de la otra esquina de la habitación ¿Qué si estoy segura que es de él? Claro que sí y más cuando tiene ese dije de naipes de póquer colgada en ella.

Pienso una y otra vez hasta que por fin lo hice; me levanté de la cama y una vez mis pies tocaron el piso me fui directo a donde se encontraban las maletas. No es que sea metiche, pero necesito ver que hay dentro de ellas, necesito sacarme la espinita que tengo por saber que es lo que hay dentro, necesito confirmar con mis propios ojos que no se trate de lo que dijo Eli... que no se trate de drogas. Después me atormentare por él hecho de solo vista una camisa, una que muy probable le pertenezca a él.

Me pongo de cuchillas en frente de las maletas y me cuestiono si es buena idea en ver que hay dentro de ellas. Desde niña me enseñaron a no husmear, a no andar de metiche y meter mis narices en donde no, algo que no parece y más cuando lo he hecho en los últimos meses; meter mis narices en donde no. Eso me a causado muchos problemas y aún sigo haciéndolo y prueba de ello es lo que estoy punto de hacer.

No pude más y solo lo hice. Mis manos viajaron a una de ellas, tome la cremallera de esta y antes de abrir la maleta mire por sobre mí hombro y verificar y estar más que segura que Elrik no cruce la puerta, regrese la mirada a la maleta y con suma lentitud empiece a abrir la maleta y en cuanto la abrí, de inmediato me arrepentí.

No que es peor ¿O encontrar drogas? ¿O encotrar dinero? Pero sea cual sea la respuesta, no importa ya que, en cuanto abrí la segunda maleta, de inmediato me levanté y di un paso hacia atrás sin creer lo que estoy viendo, sin creer lo que está enfrente de mí. Mí corazón empezó a latir frenéticamente, mi respiración cambió e incluso me llevé una mano en la boca sintiendo como el alma se me iba al suelo.

Esto no puede ser verdad.

Si lo es.

—Incluso me saliste chismosa —su voz, su estupida y encantadora de esas que con solo escuchar hacen que tus rodillas flaqueen. Me gire y verle recargado en el marco de la puerta con sus brazos cruzados, trae una camiseta negra y unos pantalones de algodón con estampado del ¿hombre araña?, Su mirada pasa por todo mí cuerpo algo que en estos momentos me importa mierda—. ¿No te enseñaron a no meter tus narices en donde no?

Incluso con el miedo que esta empezando a crecer dentro de mí, fui capaz de sostenerle la mirada e incluso que mí voz no sonara débil.

—¿Para que ocupas todo eso? —cuestione apuntando las maletas que están atrás mío.

—¿Qué? ¿El dinero o la droga? —¡maltita sea! ¿Porqué se ve tan tranquilo? Cuando yo acabo de descubrir lo que tienen esas maletas.

—¡Ambas Elrik! ¡¿Qué haces con eso?! —gruni ya no me importaba si él veía lo aterrada que estoy al estar aquí... con él.

Por Favor, No Me Odies [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora