Zoosemiótica✔

42- Carta

Elena
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Por fin ha llegado el fin de semana, y por fin puedo dormir hasta las diez de la mañana.

Estiro mis brazos y bostezo mientras ruedo por toda la cama hasta quedar frente a la... ventana.

¡¿Qué es eso?!

Me levanto de una y me quedo en shock al ver lo hay detrás de la ventana. Una ardilla.

¿Acaso eso es posible? Bueno, aquí hay ardillas.

Bueno, en los animados sí pero...

Ay Dios.

Abro la ventana y la ardilla rueda sus... ojos. ¿Qué, cómo es posible?

Ella me tiende una ¿carta? Y luego me señala con una de sus patitas.

—Más te vale hacer lo que dice ahí o te corto los limones.

—¿Qué? ¿Tú me has hablado? —le pregunto y ella vuelve a rodar los ojos.

—¡Esto es increíble! —la tomo en mis brazos y la pego a mí.

—Hey humanita, que me vas a ahogar.

—Lo siento ardillita.

—Soy Kury.

—Oh y tienes nombre. Por un momento pensé que eras de Alvin y las ardillas —rio como una histérica.

—Al menos te lo tomaste mejor que la chica del don.

—¿Qué chica del don? —frunzo mi ceño.

—Lee la carta Elena, ahí lo sabrás todo. Y ahora me voy, tengo una cita.

—¿Una cita?

—Pues sí, soy una ardilla —se señala y sale por la ventana de un salto.

¡Dios mío! Es que he hablado con una ardilla, ¡no te pases!

¡Ah!

La carta, verdad. ¿Y para qué me envían una carta cuando en estos tiempos hay teléfonos?

Quito la envoltura y apenas veo la letra sé que es de Mary, esa caligrafía es inconfundible, y no porque sea hermosa, sino porque parece que jamás aprendió a escribir.

Niego con mi cabeza sonriendo y comienzo a leerla:

Ele:

(Disculpa la caligrafía, ya sabes que ni escribir sé)

Sé que debes estar preguntándote: ¿Una carta, para qué Mary me envía una carta?

Porque te lo estás preguntando, eso lo sé.

Estamos en el siglo veintiuno donde las cartas ya pasaron de moda y ahora todo es por internet. Pero tenía que enviarte una carta porque no podía dejar ninguna huella de esto, y te pido que, por favor, cuando termines de leerla la quemes, la desaparezcas y no le digas a nadie lo que te contaré. Porque es algo difícil de asimilar, es algo increíble, algo mágico... Elena.

¿Sabes lo que es zoosemiótica? ¿No?
Pues zoosemiótica es el don de hablar con los animales (las aves entran aquí) Esa ardilla (Kury) que se sentó en tú ventana y viste que te dió una carta, a ella yo la envíe, le di toda mi confianza y le pedí que te la entregara.

Y debes estar pensando:

¡Pero ve al grano!

Y debes estar loca por ir al final para saber, pero la lees porque eres mi amiga y confías en mí, así como yo confío en tí.

Volviendo a lo de Zoosemiótica.

Yo tengo ese don, estarás pensando que estoy loca, pero no Mary.

Aquella vez que estabas en mi casa y Félix discutió conmigo porque te iba a contar algo y me dijo chica del don... Es eso Elena. Yo tengo el don de hablar con los animales, así como el deber de protegerlos y dar mi vida si es necesario por ellos. Y tú, querida amiga, ahora eres parte de esto, y disculpa por meterte en esto, pero eras la única de confianza.

En este instante algo debió haber pasado. O la mafia gatuna me atrapó, o los asesinamos a todos. Pero sea como sea, y si crees en mí ve a mi casa, al baño de mis padres y mira por el retrete.

Allí te estarán esperando, y harás todo lo que esa persona te diga.

Elena, mi gran amiga. Confía en mí y no, esto no es una broma, esto es (aunque no quisiera decirlo) la pura realidad, la realidad en la que estoy metida en un lío junto a mis amigos. Y en la que ahora tú participarás.

No le digas a mis padres por favor.

Se paciente, y has lo que te diga la persona que dejé allí para tí.

Sabrás que hacer cuando llegues al lugar que irás, sabrás a donde ir, sabrás como actuar.

Te quiero demasiado amiga, por si nunca te lo dije antes.

Si no quieres creer esto ok. Sé que es difícil. Si me crees y quieres ayudarme vamos, ayúdame. Sí sólo piensas que sí es una broma pues ve, averigualo tú misma, ya verás que no.

Necesitamos a una heroína, una que nos traiga esperanza, una que me conozca bien.

Por si no nos vemos más lucha por hacer realidad tus sueños.

Y por si nos volvemos a ver:. El secreto está en el bastón. Rompelo.

Gracias si leíste Elena, gracias.

Nos vemos, si no es en esta vida será en la otra.

Adiós, o hasta luego.

No manches, ¿qué mierda?

Cómo no me lo voy a creer si hablé con una ardilla.

Y sé que Mary no me iba a hacer una broma porque ella no es de jugar.

Mary, querida amiga, iré por tí y juntas saldremos bien de allí.

Lo siento preparatoria, una amiga me necesita y la amistad está ante todo.

¿Debería decirle a Elizabeth?

—¡No hagas eso! —es la misma ardilla, y esta vez me señala enojada.

—¿Pero por qué?

—Porque ella es la hija de la mafia y ahora corre muchacha, la cambia formas, la princesa del reino animal es una falsa, debes decirle eso a Félix.

—Creo que cuando llegue Mary se va a salvar sola, ella es fuerte y nada la pasará. Es invencible, y de eso no hay duda.

Salgo de mi casa corriendo —luego de cambiarme— y voy directo a la casa de Mary, al llegar toco la puerta y me encuentro con su madre, María.

—Elena, ¿en qué puedo ayudarte?

—Puedo entrar a tu baño? Es que el mío se ha roto —miento y ella asiente.

—Vale, pero tu madre tiene uno, Elena.

—Sí, pero, por favor —le ruego y ella asiente, saludo a Carlos y comienzo a subir las escaleras hasta que su voz me detiene.

—Vas al reino animal, ¿cierto?

—¿De qué habla? —me giro hacia él y María aparece a su lado.

—Algo malo está ocurriendo cuando vas.

—¿Ustedes lo sabían? —frunzo mi ceño, los dos asienten.

—Digamos que un gato nos lo dijo.

Ay Dios mío.

                       <3<3<3<3<3<3

Ay Mary, ¿qué has hecho? Metiste más gente en el enredo.

¿Pero todo irá bien?

Eso vamos a averiguarlo.

¡Gracias por leer!❤️

Bye<3