17- Esto es la realidad, no es un sueño

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Necesito agua, tengo sed... mi boca está jodidamente seca.

—Puto Min, estás rebueno —murmuro, y no me doy cuenta de lo que he dicho hasta que los dos, Félix y Min, se me quedan mirando con una ceja enarcada, el primero con cara seria.

—Si tan bueno está quédate con él, y que él te lleve a tú casa, adiós —el chico del balcón se convierte en gato rápidamente y sale corriendo a toda velocidad.

Vuelvo mi mirada a Min, que me está viendo de forma rara.

—¿Qué sucede? —le pregunto y él entrecierra sus ojos.

—Has dicho que estoy... rebueno.

—Pues sí, la verdad.

—Primero, no me gusta que me miren así, y segundo, soy gay —pestañea varias veces y yo resoplo de mala gana.

—¿Por qué siempre es así? El chico guapo, hermoso, buenísimo... al final es gay, pero que odio ese cliché, pues.

—Okay, lo siento Mary Lindsey... ¿acaso eres homofóbica?

—No, para nada, tengo muchos amigos así, y los amo demasiado, daría la vida por ellos, sólo decía... Porque lo que he dicho es algo cierto, ¿no?

—Bueno, sí... es cierto.

—Okay, Min que estás rebueno, ¿me vas a hacer la historia? —enarco una ceja y él asiente.

—Ahora sí me dices Min, ¿eh?

—Pues sí, ya me aprendí tú nombre.

—Okay Mary, okay, vamos a hacerte la historia —toma aire y se sienta, yo lo imito—. Lo que ocurre es que... todo ocurrió en una fiesta. Yo y Félix estábamos normal, perreando pues, y esa chica se acercó a él, le habló, le coqueteó pero el chico no le hizo caso, y la chica no lo dejaba en paz. Félix tiene ese poder de atraer a cualquier persona, ya que su belleza es... única.

—Y dilo... —murmuro y él sonríe.

—Pues entonces mi primo me pidió que yo lo ayudará y cambiara mi look y lo imitara para así el poder librarse de esa chica, y... ahí está la historia. Yo me hago pasar por Félix y la chica piensa que yo soy él y fuera pescado de la nevera.

—Pensé que la historia sería más interesante pero... está algo aburrida.

—Igual también la estábamos investigando, Mary.

—¿Investigando? ¿Por qué? —frunzo mi ceño.

—En el mundo humano hay personas que están colaborando con Mario, la mafia gatuna tiene una hija aquí en el reino humano.

—¿Qué?

—Pues sí, como escuchaste. Tenemos que tener cuidado.

—Ok. ¿No hay más nada de esa historia tan interesante?

—Pues evité decirte algunos detalles como que odio estar con una chica cuando no me gustan y que ella es muy apret...

—¡Shh! No lo digas.

—Okay, ahora que sabes la historia puedes irte —pestañea varias veces y yo ruedo mis ojos.

—Vale, pero acompáñame, me da un poco de miedo, ¿quién sabe si por ahí anda el rarito de hace minutos o la hija de la mafia?

—¿Qué rarito?

—Mehh, ese, el tipo que me quería llevar.

—¡Pero yo no sabía que Mario estaba aquí! —abre sus ojos de par en par y yo hago una mueca.

Zoosemiótica✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora