6- Chico del balcón

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Entro a la preparatoria. Busco a alguna de mis amigas, a la primera que me encuentro es a Elena.

—¡Elena! —la abrazo.

—¡Mary!

—Oye, quería preguntarte algo.

—¿Qué cosa? ¿Un chisme? —sube y baja las cejas.

—No, haber... ¿Cuándo es la próxima fiesta?

—¡¿Vas a salir Mary Lindsey?! —chilla y asiento—. ¡Ah! ¡Mary volverá a salir! Ahora, aquí las fiestas son los martes y sábados, en vacaciones es todos los días...

—O sea que mañana hay party —le digo y ella asiente—. Iré el sábado, es mejor porque no hay clases.

—Si, entonces, ¡saldrás de nuevo!

—Bien, nos vemos luego, tengo historia ahora, por Dios —beso su mejilla y ella asiente.

                           (.....)

—Quiero hablar con ustedes —les digo a mis padres, ellos me miran.

—¿Qué pasa?

—Dentro de una hora Elena vendrá a buscarme para ir a una fiesta ¿Me dan permiso? —hago una mueca y ellos se miran y gritan.

Se lanzan sobre mí y me abrazan.

—¡Por fin nuestra hija se va a divertir! —mamá comienza a besar toda mi cara y papá ríe de la emoción.

—Obvio que te damos permiso.

—Ok, los amo —beso la mejilla de los dos y subo a vestirme.

¿Qué padres reaccionan así cuando su hija le pide permiso para salir?

Me pongo un vestido negro con escote en forma de V junto a unas zapatillas trenzadas de igual color, suelto mi cabello y en mis labios pongo un simple brillo labial.

Al sentir el claxón del auto de Elena tomo mi cartera junto a mi teléfono y bajo.

—¡Pero que belleza! —Elena me abraza.

—Bien, ¡vamos! —entramos al auto y ella lo pone en marcha.

—¿Sabes? Creí que nunca volverías a salir —me dice y yo suspiro.

—A veces prefiero estar en mi cuarto.

—Seee, me pasaba eso pero ahora ¡Ahora salgo todos los días! Somos adolescentes y tenemos que disfrutar nuestra edad, luego nos vamos a arrepentir de no haber ido a esas fiestas y bailar hasta las tres de la mañana.

—Eso mismo dice mamá.

—Espero que a partir de hoy salgas más, soy tu amiga y conmigo siempre puedes contar, no te dejaré de lado nunca Mary.

—Me alegra saber eso Ele —sonrío y ella me guiña un ojo.

Minutos después llegamos a la fiesta. La música como siempre está que rompe tímpanos, las personas bailan y beben y en fin... así son las fiestas.

Espero poder ver a Félix, pero ¿Cómo lo voy a reconocer?

—¡Mary Lindsey de nuevo en una fiesta! —todas mis amigas de la preparatoria se acercan a saludarme y a abrazarme.

Por eso amo ser una chica social, llevarme genial con todos y tener amigos donde sea.

El primer vaso con alcohol me lo da uno de mis amigos, ni siquiera recordaba el sabor del alcohol de estas fiestas, y joder... quema mi garganta.

—¡Vamos a bailar! —Elena tira de mi brazo y comienza a bailar.

Me gusta bailar, pero... Me da vergüenza.

Zoosemiótica✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora